Clasificación de los fonemas

Fonema /u/

Alófono: [u]

Clasificación articulatoria:

Actividad de relajación: Mascar chicle

Etapas correctivas

Etapa I, preparatoria

Junto al niño producir el fonema /u/ aislado, según indica la posición tipo.

Posición tipo

Loría (2010: 173) lo describe según la posición de labios y lengua:

Labios: dirigidos hacia adelante, con forma ovalada y muy poca abertura.

Lengua: la punta de la lengua retrocede, hasta quedar apoyada en el piso de la boca, detrás de los alveolos, sin tocarlos.

Velo del paladar: la lengua se eleva pero no toca el velo del paladar. Sin embargo logra impedir el paso de aire por las fosas nasales, lo que produce una glotis sonora.

Dientes: los incisivos inferiores se colocan detrás de los superiores. Los dientes no se ven.

Estimulación

Actividades lúdicas para iniciar la corrección del fonema

  1. Utilizar un espejo para practicar los ejercicios.
  2. Recortar una tira de papel seda, tomarla de un extremo, colocar el otro extremo frente a la boca del niño y pedirle que pronuncie el fonema /u/. luego hacer, lo mismo con el fonema /a/ y con el fonema /o/. Volver a hacerlo con el fonema /u/, varias veces, para que el niño logre distinguir el efecto que produce la articulación correcta del fonema /u/ sobre el papel.
  3. Practicar los sonidos: a-o-u, a-o-u,a-o-u,a-o-u,a-o-u. Durante varias secuencias.
  4. Acercar el dedo índice a los labios, mientras se pronuncia el fonema /u/, para sentir las vibraciones que produce.
  5. Asociar el sonido de la sirena de una ambulancia con el fonema /u/ y emitirlo.
  6. Asociar el sonido del fantasma: buuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.

Etapa II, colocación del fonema

Articular correctamente el fonema /u/ dentro de sílabas y palabras, en diferentes posiciones: inicial, media y final.

Pronunciar sílabas con el fonema /u/, en posición inicial

Articular sílabas con el fonema /u/, en posición media

Decir sílabas con el fonema /u/, en posición final

Etapa III, fijación del fonema

Pronunciar adecuadamente el fonema /u/ en oraciones, rimas, canciones y otros géneros.

Poesía

La arañita Ursubel,

es muy esforzada,

por el enrejado a tropel,

sube apresurada.

Su casa construye,

con un hilo muy fino,

para ella es un disfrute,

que la mire su vecino.

Jacqueline Salas Fernández

Enlaces externos

Cuento

El periquito Urri

En una granja vive Ulises, un niño muy alegre y servicial. Ulises le ayuda a sus padres con el cuidado de los animales de la granja, todos los días se levanta muy temprano y alimenta a los animalitos.

Le lleva maíz al gallo, las gallinas y a los pollitos. Luego va donde están los cerditos, pasa dejándole comida a las vacas y a los caballos, también a las ovejas.

Por último, se dirige hacia el laguito donde están los patos. La mamá de Ulises le da leche a la gata y el papá de Ulises se encarga de todos los otros animales.

Cuando Ulises termina sus labores, queda libre para ir a pasear por los alrededores con su perro Rulfo, un día en que paseaban por el bosquecito, Ulises y Rulfo se encontraron un pequeño pichón, era un periquito, el pobrecito tenía el ala rota, seguramente, cuando intentó volar se cayó y fue así como se lastimó.

Ulises y Rulfo llevaron al periquito a su casa, para que sus padres lo curaran; y así fue, le vendaron el ala rota y lo mantuvieron en un lugar calientito y seguro, lo alimentaban con frutas y semillas, que Ulises traía de los árboles donde viven los pericos.

El periquito se recuperaba muy rápido, por eso el papá de Ulises lo sacó al patio y lo puso en una rama cerca de la casa, desde ahí podía ver a todos en la granja. Ulises decidió enseñarle a decir algunas palabras como: ―¡urria, periquito, urria! Como se lo repetía todos los días y a cada rato, el periquito lo repetía cada vez que veía pasar a Ulises, así que la familia empezó a decirle al periquito “Urri”, de cariño.

Urri también aprendió a hacer los sonidos que hacían los otros animales de la granja, de pronto hacía: ―¡mu, mu, mu! ―como la vaca. A ver, digamos nosotros como Urri: ―¡mu, mu, mu! Hagamos como Rulfo, el perro de Ulises: ―¡Guau, guau, guau! Ahora como los patos: ―¡cuac, cuac, cuac! Nos falta la gata: ―¡miau, miau, miau!

La paloma que vive en el techo de la casa de Ulises hace: ―¡curú, curú, curú! En la granja por las noches salían las ranas a cantar así: ―¡cucú, cucú, cucú! y el búho les contestaba: ―¡uuu, uuu, uuu! De vez en cuando hasta se oía el aullido de un lobo: ―¡auuuuu, auuuuuu, auuuuu! En ese momento, se podía escuchar el latido rápido del corazón de Ulises que sonaba así: ¡tuc, tuc, tuc, tuc, tuc, tuc!

Otra vez, hagamos el latido del corazón: ¡tuc, tuc ,tuc, tuc, tuc, tuc!

Cuando Urri ya estuvo recuperado, Ulises y su familia lo llevaron al bosque y lo dejaron volar.

Pero, qué crees, de vez en cuando se escucha a Urri sobre la rama de un árbol haciendo: ―¡Urria, periquito, urria! Rulfo ladra: ―¡Guau, guau, guau! Avisándole a Ulises que Urri vino a visitarlos. ¡Que alegría y qué alboroto se arma! cuando todos los animales le responden.

La vaca: ―¡mu, mu, mu!

Rulfo el perro: ―¡Guau, guau, guau!

Los patos: ―¡cuac, cuac, cuac!

La gata: ―¡miau, miau, miau!

La paloma: ―¡curú, curú, curú!

Las ranas: ―¡cucú, cucú, cucú!

El búho: ―¡uuu, uuu, uuu!

El lobo: ―¡auuuuu, auuuuuu, auuuuu!

El corazón de Ulises: ¡tuc, tuc, tuc, tuc, tuc, tuc!

Jacqueline Salas Fernández

Etapa IV, diferenciar el fonema

El objetivo es integrar el sonido correctamente articulado al lenguaje oral; por ello es conveniente incluir actividades y juegos que favorezcan conversaciones en situaciones cotidianas para el niño.

Para lograr la generalización del fonema se recomiendan dos actividades:

Primera actividad

Segunda actividad