El ave del paraíso es una flor que viene de Sudáfrica y su nombre obedece al parecido que tiene con algunas aves. El lenguaje del niño, debe, al igual que la planta, recibir atención, cuidados y amor para poder desarrollarse. Además, la producción del lenguaje debe contar con aspectos genéticos, físicos, emocionales y sociales que lo favorezcan.
Con un plan de estrategias lúdicas para estimular la articulación, podemos, al igual que un buen sembrador, tener un ramillete de flores hermosas y fuertes en nuestras salas de clase.
El propósito de este objeto de aprendizaje, es ofrecer al docente una serie de ejercicios y actividades que les permita crear un ambiente equilibrado para la corrección de la dislalia, en niños de edad preescolar.
Para llevar a cabo este propósito, es fundamental ganar la confianza de los estudiantes provocando en ellos, la motivación para asistir y participar en las actividades lúdicas que se le presentan.
En la corrección de la dislalia se fortalece los músculos articulatorios por medio de: ejercicios musculares, actividades auditivas y visuales, a fin de crear destrezas motrices que modifiquen los patrones existentes al momento de emitir el lenguaje oral.
Usted encontrará el concepto de dislalia, así como el origen y los tipos en este trastorno en la articulación del lenguaje. Además, la clasificación del fonema, incluyendo ejercicios, dinámicas, videos, audios y gráficos que ilustran la forma adecuada para aplicar esta técnica de cuatro etapas, para corregir cada fonema
En la primera etapa nombrada preparatoria, se ejercitan los órganos del aparato fonador para la adecuada articulación del fonema; en otras palabras, se trabaja la pronunciación de cada fonema aislado.
La segunda denominada colocación del fonema, tiene como propósito articular el fonema, ya no en forma aislada, sino con sílabas y palabras en diferentes posiciones: inicial, media y final.
En la tercera etapa titulada fijación del fonema, se articula correctamente cada fonema en estudio, con la utilización de oraciones, rimas, canciones, cuentos y otros géneros literarios que motiven al estudiante a participar.
La última etapa es diferenciar el fonema y pretende generalizar cada sonido a un contexto diario, donde el niño pueda automatizar la utilización del fonema a través de actividades cotidianas tales como: armar rompecabezas, contar historias, hacer secuencias y actividades de arte, en esta etapa el niño conversa. El docente debe estar muy atento para que utilice adecuadamente los fonemas, si lo hace de forma incorrecta el docente debe corregirlo, tocándole un hombro o con alguna otra señal, o diciendo la palabra de forma correcta para que se autocorrija.