El papel del docente

La inclusión de Internet como recurso educativo para la docencia sugiere una adaptación del enfoque clásico de las clases presenciales, e implica nuevas funciones para el profesor, necesidad de una formación adecuada, cambio de la metodología que se utiliza, nuevas formas de evaluación del aprendizaje, etc.

Francisco Damián Ortega Molina y José Luis Isla Montes de la Universidad de Cádiz (1999),[1] enumeran los cambios que se introducen en el proceso educativo dentro de este nuevo modelo:

Los docentes disponen ahora de un medio de comunicación que les permite contrastar su concepción educativa con la de otros colegas. Este intercambio de la información, que los profesores han ido adquiriendo como fruto de su práctica docente, incrementa el saber personal y hace posible construir líneas de reflexión y acercamiento. Como consecuencia, se favorece la innovación educativa, gracias a las posibilidades de la Red para almacenar y transportar información.

El docente, como cualquier otro profesional, aprende por varias vías y no solamente por el ejercicio cotidiano de su oficio. Esta nueva tecnología fomenta el intercambio de opiniones, ideas y experiencias entre los profesionales de la educación, promoviendo así su formación y desarrollando sus capacidades de investigación.

Frente al aislamiento tradicional, Internet permite plantearnos la acción educativa como un espacio de amplio cuestionamiento, pero abierto a las abundantes soluciones que descubre cada educador. La utilización de la Red favorece el trabajo en equipo, al permitir la colaboración entre grupos de investigación, de distintos centros e instituciones, independientemente del sitio geográfico donde se encuentren.

Internet facilita y simplifica la formación continua del profesorado al ofrecer el mayor soporte de información actualizada hasta hoy conocido. Los docentes en todo tiempo han tenido la necesidad de estar actualizados, necesidad que se torna más urgente en nuestra época, ya que la situación social, cultural y laboral cambia constantemente en nuestro contexto. Desde esta perspectiva, el docente ha firmado un compromiso con el cambio y, por lo tanto, la actitud de búsqueda no es consecuencia de la moda sino de una condición real.

Todo profesor que pretenda hacer uso didáctico adecuado de la Red, no sólo debe conocer su funcionamiento y posibilidades, sino que debe "saber hacer" y "saber estar" con este medio. El docente debe haber experimentado previamente y de forma personal las bondades didácticas de la Red y tratar de generar nuevas aplicaciones para la enseñanza. Además, debe emplearla como un elemento útil para las diversas estrategias metodológicas. De no ser así, desaparecería su labor como promotor de innovaciones, limitándose a ser un consumidor de recursos.

La Sociedad Internacional para la Tecnología en la Educación (ISTE), que se mencionó con anterioridad, también ha establecido una serie de indicadores de desempeño en tecnología, para los docentes en la sociedad de la información. Estos indicadores se enfocan en la formación del docente antes de su ejercicio profesional y definen los conceptos fundamentales, el conocimiento, las destrezas y las actitudes para aplicar la tecnología en los escenarios educativos.

La ISTE indica que es responsabilidad de los profesores de la universidad y de los formadores de docentes, ofrecer oportunidades para que los candidatos a docentes satisfagan estos criterios. Los seis enunciados generales indican que los maestros actuales deben:

1) Demostrar un entendimiento de la tecnología, sus operaciones y sus conceptos.

2) Planear y diseñar efectivos ambientes de aprendizaje apoyados por la tecnología.

3) Implementar planes curriculares, los cuales incluyan métodos y estrategias para aplicar la tecnología, maximizando el aprendizaje de los estudiantes.

4) Aplicar la tecnología para facilitar una variedad de estrategias de evaluación y actividades de valoración de los aprendizajes.

5) Usar la tecnología para aumentar su productividad y su práctica profesional.

6) Reconocer los aspectos sociales, éticos, legales y humanos que rodean el uso de la tecnología en ambientes desde preescolar hasta bachillerato, y aplicar esos principios en la práctica cotidiana.

Para que los educadores puedan aprovecharse de las ventajas educativas de Internet y de las tecnologías de la información, es necesario que las instituciones de educación superior posean programas para la preparación de maestros que incluyan, en su currículo, diversos cursos o talleres que capaciten al educador en el uso de estas nuevas tecnologías y las metodologías más apropiadas para su empleo.

Un aspecto vital para el docente en el uso de nuevas tecnologías es la necesidad de capacitación constante y sistemática, ya que sin ella, la tecnología puede obstaculizar más que beneficiar su trabajo. En este sentido, se puede producir incomodidad en el docente al tener que combinar los referentes habituales que se suelen utilizar al impartir clase, tales como el espacio, el tiempo, alumnos frente al profesor, lenguaje verbal y no verbal, etc., con los nuevos medio electrónicos disponibles.

Habilidades necesarias para aprovechar las posibilidades educativas de Internet

Para poder aprovechar las posibilidades educativas de Internet, son necesarias unas habilidades básicas, algunas de las cuales requieren un período de aprendizaje un poco mayor que otras. Dichas destrezas deben ser desarrolladas tanto en los docentes como en los alumnos que emplean la Red como medio educativo, y las más importantes se mencionan a continuación:

Saber utilizar las principales herramientas de Internet: navegadores, correo electrónico, FTP, listas de distribución y grupos de noticias, charlas, etc.

Diagnosticar cuándo es necesaria una información y saber encontrarla con agilidad.

Conocer y saber utilizar los programas buscadores, bibliotecas y bases de datos.

Realizar búsquedas por palabras y combinaciones con operadores lógicos y aritméticos mediante estos programas.

Saber localizar listas de discusión, grupos de noticias y grupos de interés relacionados con las temáticas que se estén indagando.

Evaluar la calidad, autenticidad y actualidad de la información que se obtiene.

Evaluar la idoneidad de la información obtenida para ser utilizada en cada situación concreta y utilizarla. No basta con encontrar información, hay que saber aplicarla en la resolución de los problemas que se presentan.

Saber aprovechar las posibilidades de comunicación que ofrece Internet (correo electrónico, listas de discusión, grupos de noticias, etc.) en las actividades laborales, culturales y recreativas.

Evaluar la eficacia de la metodología empleada en la búsqueda de información y en la comunicación a través de Internet. Con esta revisión, se mejorarán progresivamente las técnicas y estrategias empleadas y cada vez se actuará con mayor responsabilidad?

Finalmente, es importante conocer las características básicas de los equipos e infraestructuras informáticas necesarias para acceder a Internet: computadoras, módems, líneas telefónicas. También resultará útil conocer aspectos concretos del funcionamiento de las redes como las horas de menor tráfico y, por lo tanto, mayor velocidad en la línea telefónica o en determinados servidores.

En esta sección se han mencionado algunos de los nuevos requerimientos del docente para desempeñar su trabajo con éxito en la sociedad actual, sin embargo, se debe recordar que no siempre una enseñanza de mayor calidad va ligada a un mejor aprendizaje. Existen factores como la motivación del alumno, que resultan decisivos. Como cualquier otro medio, Internet y las nuevas tecnologías de la información, no son universalmente válidas para la enseñanza de todas las materias. Se debe hacer un estudio sobre qué tipo de actividades serían las adecuadas para establecer el uso más provechoso de la tecnología dentro del aula.

Ya se ha indicado que la incorporación de las tecnologías de la información en el aula, crea un impacto en el modelo de enseñanza y aprendizaje. Por esta razón, una de las tareas que está pendiente, es el de decidir y sistematizar la forma en que se realizará la evaluación en el entorno de las tecnologías de la información. En este campo es poco lo que se ha hecho, por lo que depende más del profesor que utiliza esta tecnología, el diseñar sus propios modelos de evaluación, de manera que sean los más adecuados a su proyecto particular.

Algunas herramientas de Internet, como el correo electrónico y los chats pueden constituirse en un instrumento muy eficaz para operar un sistema tutorial de apoyo a distancia. Con estos servicios pueden resolverse, de una forma más o menos inmediata, todas aquellas dudas que surgen luego de una clase en el propio domicilio del alumno. Qué tiempo se dedicaría a la actividad tutorial a distancia y en qué momento se realizaría el intercambio de información, serían algunos de los aspectos más importantes que se deben tener en cuenta, para garantizar la calidad de este modelo de apoyo a distancia.

 

[1] Isla, José Luis y Ortega, Francisco. Internet como medio tecnológico para el docente y el discente. 15 de febrero 2002. <http://www.cip.es/netdidactica/jornadas/ponencias/jlyfran.htm>

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