Un plan de búsqueda y rescate, conocido como Search And Rescue (SAR, por sus siglas en inglés), corresponde a una serie de pautas, guías, metodologías y protocolos designados o desarrollados por un grupo determinado de individuos o una institución, para la búsqueda y el rescate de personas. En términos prácticos, el plan pretende salvaguardar vidas humanas en el menor tiempo posible, para la pronta atención.
A. Etapas para el plan de búsqueda y rescate
Como se mencionó, el plan de búsqueda y rescate corresponde a aquellas acciones que permiten localizar, prestar atención y asistir a las personas que se encuentren en alguna situación adversa; para ello, se cumple una serie de etapas o pasos, que permitan una buena construcción del plan. A continuación se describe cada una de ellas.
- Planeamiento y preparación: involucra la preparación, tanto del equipamiento como del personal ante un evento; se toman en cuenta cuáles son los procedimientos y protocolos que se deben aplicar y cuáles instancias e instituciones van a formar parte.
- Ejecución: corresponde a la aplicación y puesta en marcha de los protocolos establecidos en la fase anterior de preparación y planeamiento. Al presentarse una emergencia o evento en particular, los coordinadores de la actividad deberán activar un plan de búsqueda y rescate, en conjunto con los participantes.
- Evaluación: consiste en identificar y valorar las acciones desarrolladas
en el plan de búsqueda y rescate; es decir, evaluar hechos en los cuales se tuvo éxito y en aquellos donde se debe mejorar. Algunas técnicas por desarrollar serían las siguientes:
- Lluvia de ideas. Al final del día de trabajo, los tutores reúnen al grupo y mediante la técnica de lluvia de ideas (frases o palabras relacionadas con el tema), los estudiantes y tutores conversan acerca de las actividades desarrolladas durante el día.
- Selección de coordinadores de grupo. Durante el día de trabajo y al final, los tutores conversan con aquellos estudiantes coordinadores de grupos, respecto de la participación que tuvo su equipo en las actividades desarrolladas.
- Instrumento de evaluación. Finalizada las actividades, se le indica al estudiante que debe valorar las prácticas de campo desarrolladas;
para ello, se prepara un instrumento (ya sea digital o impreso), donde se presentan al menos cinco preguntas generadoras.
B. Técnicas de búsqueda
La base de un plan de búsqueda y rescate está en las técnicas de búsqueda en montaña, ya que incorporan métodos y protocolos para la exploración y el salvamento de personas. De seguido, se detallan las técnicas de búsqueda empleadas.
- Búsqueda por medio de espiral: también denomina búsqueda compacta, consiste en realizar círculos alrededor de un punto central o punto de origen, el cual debe ser de fácil acceso. Alrededor del sitio se van formando círculos, en procura de ir realizando la búsqueda o rescate en el área seleccionada. Identificada la víctima se realiza el rescate y se ubica un punto de fácil acceso para la extracción; este punto se conoce como punto de extracción.
- Búsqueda por rumbo invertido: tipo de búsqueda que permite a los rescatistas recorrer el camino que han seguido los excursionistas; para ello, es necesario conocer: el punto de partida que han tomado, el lugar propuesto de llegada por parte de los excursionistas, el tiempo calculado para la llegada y, las características generales de los excursionistas.
- Búsqueda por abanico: se inicia a partir del punto de origen de los excursionistas. Para hacer esta técnica se necesita un grupo de trabajo numeroso (alrededor de 20 personas); cada pareja deberá contar con equipo de comunicaciones (radio, celular, silbato), cartografía de la zona (hoja topográficas, brújula, receptor de satélite) y el equipo básico de primeros auxilios.
- Búsqueda por rastrillaje: se desarrolla a partir del punto de origen de los excursionistas, sector donde se marcará una línea imaginaria que abarque suficiente terreno (alrededor de 3 km). Para implementar este tipo de búsqueda, se requiere de un grupo de trabajo numeroso (alrededor de 20 personas); donde cada pareja dispondrá de un equipo de comunicaciones (radio, celular y silbato), cartografía de la zona (hoja topográficas, brújula y receptor de satélite) y equipo básico de primeros auxilios.
- Búsqueda alrededor del último punto de avistaje o búsqueda UPA: es una técnica similar a la búsqueda por espiral, con la variante de que se realizan recorridos cortos y cercanos al último punto donde se ha visto al excursionista o la posible víctima. Se realiza a partir de una indagación en el campamento, acerca de cuál fue el último punto que visitó el excursionista.
- Búsqueda de batida cerrada: se implementa en un área delimitada (alrededor de 1000 m por 1000 m) y se la recorre completamente siguiendo trayectorias en línea recta. De acuerdo con el último punto de avistaje del campista o excursionista, se realizan recorridos en todas las direcciones, se delimita un área de 1000 m2 y se procede con la búsqueda.
- Búsqueda por batida abierta: se desarrolla al seguir una línea de origen natural (río, cañón, montaña o elevación, etc.). Cuando la línea natural no existe o es imprecisa, el excursionista puede llevar una trayectoria fija y los demás acompañantes la utilizan como referencia para investigar en los alrededores.
C. Técnicas de rescate
En montañismo la técnica de rescate es toda aquella maniobra o acción que se genera y produce para localizar, tener acceso, extraer y estabilizar a una o varias personas. Habitualmente se usa la técnica de rescate
vertical.
- Rescate vertical: como lo menciona la Academia de Bomberos de Costa Rica (2013), corresponde a la aplicación de técnicas de localización, accesibilidad, estabilización y extracción de una o varias víctimas de una escena, lo cual representa un riesgo potencial a la seguridad humana. El rescate vertical se implementa apoyado sobre sistemas, procedimientos y equipos especializados, que de hecho están normados y desarrollados para actividades que requieren de un esfuerzo físico importante.
El rescate vertical, no cuenta con un manual de bolsillo que se pueda aplicar en cualquier situación; aunque sí existen protocolos y acciones de seguridad para llevar a cabo un buen rescate; para ello, es imperioso acatar una
serie de acciones:
- El primer paso en el rescate vertical, es tener claro que la seguridad de los rescatistas es lo primero; por ello, actuar con prudencia es fundamental para el buen logro de los objetivos.
- Una vez ubicado el lugar donde se ha producido el evento, se traslada el personal y los equipos especializados, con tal de extraer las víctimas y estabilizarlas.
- Al llegar al sitio donde se va a realizar el rescate vertical, se debe saber bien cuáles son las condiciones de riesgo (clima, inestabilidad del terreno, iluminación, caída de objetos, vandalismo o mala comunicación, entre otras) y cuáles son las acciones inseguras que se presentan en el lugar (estado del equipo, situaciones administrativas, falta de equipo de protección personal, desconocer procedimientos, equipo inadecuado, entre otros).
- De seguido, se instala un buen sistema de anclaje.
- Luego se selecciona el equipo idóneo e indispensable para realizar el descenso de la camilla y del rescatista.
- Cuando se desciende a un rescatista, junto a la camilla, es necesario que este lleve suficiente equipo (cordino, mosquetones y cinta tubular) que asegure la víctima a la camilla.
- El aseguramiento de la víctima es sencillo. Primero, es colocada en una férula, donde se aseguran su cabeza, el cuerpo y las piernas; posteriormente, una vez protegida la persona, se coloca en una camilla, ya sea tipo sked o canasta (basket), finalmente se procede, con técnicas de nudos, a amarrar y afianzar la camilla a la cuerda de vida para el ascenso.
- Asegurada la víctima y colocada la camilla para el ascenso, el rescatista se afirma a la camilla con la cuerda de trabajo.
- Iniciado el ascenso o el salvamento vertical, el rescatista va dando, simultáneamente, soporte a la víctima, con acciones como: ayudar a la camilla en el ascenso o apartar la maleza que impida el ascenso, entre otros detalles.
- Cuando la víctima haya sido extraída del sitio, con la ayuda de paramédicos y de otros profesionales, se estabiliza a la víctima y se traslada a un centro de atención que brinde el tratamiento adecuado.