La rosa de los vientos, también llamada rosa náutica, es la forma clásica para orientar con respecto a los puntos cardinales; indica el norte geográfico, a diferencia de la brújula, que señala el norte magnético. Se denomina así a la estrella con 32 marcas o rumbos de dirección, la cual era usada principalmente en navegación. Se le atribuye la invención de este instrumento a Raimundo Lulio (1232-1315) a finales del siglo XIII e.c.; sin embargo, la brújula fue inventada en China, aproximadamente en el siglo IX E.C. (Álvarez y Pérez, 1997; Carballo, 2006).
La rosa de los vientos representa los 4 puntos cardinales, a saber: Norte, Sur, Este y Oeste; además, presenta 4 rumbos laterales (es decir, 8 rumbos de dirección), 8 rumbos colaterales (es decir, 16 rumbos de dirección) y 16 rumbos co-colaterales (es decir, 32 rumbos de dirección) (Diccionario náutico, 2012).
El rumbo Norte generalmente se representa con el símbolo heráldico de la flor de lis, y señala el norte geográfico. La principal característica de la rosa de los vientos es que permite indicar la orientación del viento; por ello, cada punto cardinal señala una corriente diferente; de ahí sus diferentes nominaciones (Ver cuadro 1).
Cuadro 1. Nombres de los vientos según su rumbo | |
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Rumbo | Nombre del viento |
Norte | Viento del Norte o Tramuntana |
Nor-Este | Gregal |
Este | Viento del Este o Levante |
Sur-Este | Siroco |
Sur | Viento del Sur o Mediodía |
Sur-Oeste | Llebeig o Garbí |
Oeste | Viento del Oeste o Poniente |
Nor-Oeste | Mistral |
Fuente: Montañismo y orientación en el campo de Amarre Baleares S.L., (2013) |
El principal uso de este instrumento había sido en la navegación; sin embargo, al implementarla con la brújula, fue adquiriendo diversos usos a lo largo del tiempo. Por ejemplo, fue utilizada para indicar la orientación de los vientos y, por tanto, cada punto cardinal indica el nombre de cada corriente (Álvarez, 1997; Enciclopedia ENCYDIA, 2010).
En la actualidad, se utiliza en Aeronáutica pues permite, mediante datos estadísticos, dar direcciones y tendencias del viento respecto de un sitio en particular; de ahí la importancia de utilizar esta información para emplazar un aeropuerto o un aeródromo (Carballo, 2006).
Para el caso de montañismo y la orientación en el campo, es muy útil contar con la rosa de los vientos, ya que gracias a ella se puede ubicar la salida y la puesta del sol, identificar la dirección del viento, establecer rutas de seguimiento de acuerdo a una actividad específica, y describir procesos de flora y fauna de acuerdo a la orientación de estos, entre otras aplicaciones (Amarre Baleares S.L., 2013; Diccionario náutico, 2012)
Es importante mencionar que si no se cuenta con una rosa de los vientos, esta se puede realizar de forma casera; para ello, solo se necesita el cuerpo humano para representar la orientación de los puntos cardinales. El ejercicio es sencillo: una vez que se conoce un punto cardinal, cualquiera que este sea, se asume que el norte estaría al frente, el sur correspondería a la parte trasera, el este lo marcaría la mano derecha y el oeste estaría señalado por la mano izquierda.