La naturaleza ofrece mucha información importante; por ello, estudiarla adecuadamente ayuda a comprender datos y procesos.También el medio natural ofrece indicios para la orientación, según la necesidad; es así como cierto tipo de flora ayuda a la orientación. Lo mismo ocurre con el estudio de los procesos orogénicos (formación de las montañas) y la hidrología (estudio de los ríos).
En cursos sobre Montañismo y Orientación en el Campo o similares se entenderá orientación por medios naturales como aquellos elementos que están dentro de la superficie terrestre, donde la persona tiene interacción directa (UDEC, 2013).
El relieve se compone por diversos accidentes geográficos, entre los cuales se encuentran planicies o llanuras, mesetas, montañas, depresiones y valles. En el paisaje, se encuentran las elevaciones y la forma más conocida es la montaña Una montaña posee una cumbre o cima, que corresponde al punto más alto (en un mapa topográfico, ese punto alto es indicado con una cota); también la montaña posee vertientes, las cuales indican su orientación (ladera o cara) en función de la entrada de los frentes.
El sistema montañoso de Costa Rica se extiende desde Guanacaste hasta Puntarenas (parte sur del país). Posee una orientación noroeste-sudeste, con una cordillera (Talamanca), tres sierras volcánicas (Guanacaste, Tilarán y Central) y varios puntos altos de elevación; el cerro Chirripó es el más elevado con 3819 m s.n.m.
La cordillera de Talamanca está al sur del país, pues inicia en el volcán Turrialba y delimita con Panamá (país vecino en el límite sur). Las provincias que se ubican en la ruta de la cordillera corresponden a San José, Cartago, Limón y Puntarenas. Aquí se hallan las elevaciones máximas del país, donde sobresalen el cerro Chirripó (3819 m s.n.m.), el cerro de La Muerte (3491 m s.n.m.) y el cerro Kámuk (3549 m s.n.m.). Es un área con gran diversidad de flora y fauna; aún hay bosque vírgenes donde se ubican reservas forestales.
La sierra volcánica de Guanacaste se ubica en la parte norte del país y se distribuye entre las provincias de Guanacaste, Puntarenas y Alajuela. En ella se ubican diversos conos volcánicos: Rincón de la Vieja, Miravalles, Arenal, Orosí y Tenorio.
La Sierra Minera de Tilarán, que posee abundante bosque y es bastante lluviosa, con alturas que van de 1000 m s.n.m. hasta los 1800 m s.n.m. También se ubica la laguna del Arenal, de gran impacto para la zona y el país pues presenta una importante represa hidroeléctrica.
La Sierra Volcánica Central se extiende desde Tapezco y finaliza en el volcán Turrialba; las provincias que recorre son San José, Alajuela, Cartago y Heredia; hay conos volcánicos importantes, los cuales corresponden al Poás, el Barva, el Irazú y el Turrialba. En esa sierra se ubica la depresión tectónica Central, la cual alberga a más de la mitad de la población del país; las faldas de la sierra se caracterizan por actividad agrícola y ganadera, y por una buena red de carreteras que comunican las diferentes ciudades.
Los ríos constituyen un importante medio de orientación pues, desde el punto de vista teórico, «todos los ríos escurren o desembocan a un repositorio mayor», ya sea un lago, un mar o un océano; por tanto, al seguir el curso de un río, se tendría por seguro que al finalizar el recorrido, se llegaría a una zona costera
Costa Rica se distingue por una abundante riqueza hídrica; presenta 34 cuencas hidrográficas distribuidas en dos vertientes: la caribeña y la pacífica. La Vertiente Caribe tiene dieciecho cuencas; entre las más importantes se encuentran las de los ríos Sarapiquí, Tortuguero, Reventazón, Madre de Dios, Matina, Moín, La Estrella y el Sixaola. Estas cuencas se caracterizan por ríos extensos y lentos, debido a la distancia que tienen que recorrer con un descenso «suave» desde las partes altas. Al contar con valles y llanuras, los ríos serán anchos y lentos en su transitar; también serán ríos con una gran cantidad de meandros y zonas pantanosas.
La Vertiente Pacífica está conformada por dieciséis cuencas, entre las que sobresalen la de los ríos Tempisque, Bebedero, Tárcoles, Parrita, Savegre y el Térraba. Se caracterizan por ser de corrientes rápidas y caudales profundos y, además, con poca duración en los recorridos. Al igual que la vertiente caribeña, tienen una importante presencia en las actividades cotidianas, la producción de energía hidroeléctrica (Pirrís, Diquís, Garabito, La Garita, entre otros) y el riego de cultivos (piña, caña de azúcar, arroz, palma africana, entre otros).
Cuando se requiere utilizar la flora como un medio de orientación, se debe saber que la mayoría de las plantas, ciertos tipos de musgos y los árboles de gran fuste o tronco ofrecen un buen parámetro de orientación en el campo.
Por ejemplo: la mayoría de las plantas tienden a crecer hacia el sol pues necesitan su luz y calor para cumplir con el proceso metabólico de la fotosíntesis; por tanto, sus flores y follaje más abundante suelen orientarse hacia el sur.