Anatomía

Órganos reproductores masculinos

El sistema reproductor masculino en los mamíferos está compuesto por los testículos, el epidídimo, el ducto deferente, la uretra, el pene, la glándula prostática y la glándula bulbouretral. El sistema reproductor comparte una porción de su estructura con el sistema urinario, por lo puede llamarse, de manera conjunta, sistema urogenital.


Fig. 103


Sistema reproductor masculino externo (testículos) de un yaguarundi

Testículos

Los testículos son las gónadas masculinas y tienen como función producir espermatozoides, por medio de la espermatogénesis, para fertilizar el óvulo femenino y fluido para el transporte de los espermatozoides desde los testículos hasta el tracto femenino. Además, secreta la hormona testosterona, que influye la espermatogénesis y en el desarrollo de las características sexuales secundarias.


Fig. 104


Sistema reproductor masculino externo (un solo testículo o criptorquidia)

Existen un par de testículos, los cuales, en la edad adulta se encuentran ubicados en el escroto, que es un saco de piel pigmentada y sin pelos, situada afuera de la cavidad del cuerpo. Esta posición se debe a que la espermatogénesis ocurre, más eficientemente, a temperaturas menores que la temperatura corporal. Internamente, el saco está dividido en dos, cada mitad con un testículo. Los testículos tienen forma ovalada y están envueltos en una membrana llamada túnica vaginal.


Fig. 105


Testículo de un manigordo

El tejido testicular está compuesto por numerosos túbulos, llamados túbulos seminíferos, que presentan dos tipos de células: espermatogénicas y de Sertoli. Las células espermatogénicas se dividen por meiosis para producir espermatozoides. Las células de Sertoli secretan estrógenos y nutrientes que prolongan la vida de los espermatozoides. Entre los túbulos yacen las células de Leyding o intersticiales, las cuales producen la testosterona y se encuentran bajo control de la hormona ICSH, secretada por la glándula pituitaria anterior, tal cual estudiamos en el módulo 7.


Los túbulos seminíferos continúan con los ductos eferentes, los cuales drenan el epidídimo. El epidídimo caudal se encuentra adherido a la extremidad caudal del testículo, donde la temperatura es más baja y constituye el sitio de almacenamiento de los espermatozoides, donde maduran hasta estar listos para fertilizar.


El suplemento sanguíneo es dado por la arteria testicular que proviene de la aorta y al entrar al escroto corre a lo largo del epidídimo dividiéndose para formar una red, que asegura el enfriamiento de la sangre antes de entrar al tejido testicular.


Los testículos, en la etapa embrionaria, se desarrollan en el abdomen del animal, cercanos al riñón. Durante la etapa tardía de la gestación, son empujados caudalmente y migran a través del abdomen, abandonándolo por el canal inguinal hasta llegar al escroto. Son acompañados en este recorrido por vasos capilares, nervios y el ducto deferente, plegándose constantemente y, finalmente, son envueltos por la túnica vaginal.


Un manejador de recursos naturales debe saber que cuando a un animal no le desciende un testículo tiene criptorquidismo unilateral y sería bilateral si no le descienden ambos. Cuando ocurre criptorquidismo bilateral se pueden dar problemas reproductivos, debido a que hay una falla en la espermatogénesis que causa la esterilidad del animal. Por tanto, se debe detectar el criptorquidismo (unilateral o bilateral) para buscar una solución quirúrgica.


Ducto deferente


El epidídimo continúa con el ducto deferente que sale del escroto, a través del canal inguinal hacia la cavidad dentro del cordón espermático. El cordón espermático está envuelto en la túnica vaginal y contiene la arteria, la vena y el nervio testiculares. Durante la eyaculación, el esperma producido en los túbulos seminíferos es empujado a lo largo del epidídimo, hasta el ducto deferente que se une con la uretra.


El pene


La función del pene es transportar el esperma y demás fluidos desde los testículos hasta el tracto reproductivo, durante la cópula y la orina desde la vejiga al exterior, por medio de la uretra.


La forma del pene variará dependiendo de la especie. Por ejemplo, en los cánidos el pene corre desde el arco isquiático, pasando craneoventralmente a lo largo del perineo, entre las extremidades posteriores. La uretra está en el centro rodeado por tejido eréctil, que durante la excitación sexual se llena de sangre y permite la erección. Dentro del pene se encuentra el hueso peneano, el cual pasa dorsalmente a la uretra, cuya función es ayudar a entrar el pene a la vagina. En la parte distal del pene se encuentra el prepucio, que se suspende de la parte ventral de la pared abdominal y su función es cubrir y proteger el pene. Durante la cópula, el prepucio es empujado caudalmente exponiendo el glande, que es el sitio donde se ubica la salida de la uretra, por donde salen la orina y el semen.


En los félidos, la estructura del pene es similar a la de los cánidos, pero el hueso peneano es más corto y pasa ventral a la uretra. El glande está cubierto por espículas, cuya función es provocar dolor en la hembra para estimular los nervios del pasaje hipotalámico y producir ovulación en las 36 horas posteriores a la cópula, fenómeno llamado ovulación inducida.


Glándulas accesorias


La función de las glándulas accesorias es secretar fluido seminal, que incrementa el volumen del esperma eyaculado y ayuda al pasaje de los espermatozoides, por el tracto reproductor femenino. Además, provee un ambiente óptimo para la sobrevivencia de los espermatozoides y neutraliza la acidez de la orina, dentro de la uretra.


La próstata es bilobulada y se ubica en el piso de la pelvis, rodeando la uretra. El agrandamiento de la próstata puede provocar obstrucción del pasaje de las heces hacia el recto, el cual se ubica dorsal a esta glándula.


Solo los félidos tienen glándulas bulbouretrales que yacen a cada lado de la uretra y su función es fabricar una sustancia que se mezcla con el líquido prostático y los espermatozoides, ayudando a que si estos últimos entran dentro de la vagina, puedan desplazarse en busca del óvulo.


En las aves, el sistema reproductor masculino tiene un par de testículos, cada uno de los cuales está conectado por la cloaca, mediante el vaso deferente. A diferencia de los mamíferos, los testículos yacen dentro de la cavidad corporal, cerca del polo craneal del riñón y caudales a las glándulas adrenales . En la cara medial de los testículos, se encuentra la arteria aorta y la vena cava caudal. Cada testículo está suspendido por un ligamento llamado mesorquio. En los individuos inmaduros, el testículo izquierdo tiende a ser más grande que el testículo derecho.


Durante la época reproductiva, tanto el tamaño como el peso de los testículos puede aumentarse por la estimulación de las hormonas FSH y LH. Al igual que en mamíferos, los espermatozoides se producen dentro de los túbulos seminíferos de los testículos y pasan a través de los ductos deferentes, donde se almacenan. Los ductos deferentes se encuentran asociados a los uréteres, en la región dorso medial de la cavidad celómica, pero se distinguen por su apariencia de zigzag. Los ductos deferentes desembocan en la cara dorsal del urodeo de la cloaca, transportando el esperma que proviene de cada testículo. Las aves no presentan glándulas sexuales accesorias.


Dentro de la cloaca se modifica un área de tejido, formando un pene rudimentario o falo, que se congestiona con linfa durante la cópula. En muchas especies, el semen es transportado a la vagina de la hembra, posicionando el falo contra la cloaca de la hembra. Los patos, gansos, avestruces y ñandús pueden desarrollar un pene verdadero, capaz de tener erección, que introduce el esperma de manera directa a la cloaca de la hembra.


En el caso de los reptiles, como las tortugas, los machos poseen un pene largo que sobresale del piso de la cloaca. Las lagartijas e iguanas poseen un par de órganos copuladores llamados hemipenes, estructuras con una terminación cerrada, que yacen invaginadas en una posición invertida en la base de la cola, en el interior de la cloaca. Durante la copulación sólo es utilizado un hemipene, que desarrolla una erección y es introducido en la cloaca de la hembra. El tamaño de los testículos, en los saurios, aumenta por efecto reproductivo.


Las serpientes también poseen hemipenes, invaginados hacia craneal, en la porción craneal de la cloaca. Los hemipenes se invaginan dentro de la cloaca de la hembra, para pasarle el esperma durante la copulación. Las serpientes presentan testículos dentro de la cavidad celómica, los cuales incrementan su tamaño en la temporada reproductiva, por efecto de la seminogénesis o producción de semen.


Los anfibios machos tienen dos testículos, cuya función, al igual que en las otras clases animales, es la formación del esperma. El esperma es transportado por los túbulos seminíferos a los conductos colectores del riñón y, luego, a los ductos urogenitales (ductos de Wolfian), llamados así por su doble función de transportar esperma y orina. Los anfibios presentan un pene extensible de gran desarrollo, liso y oscuro, que no presenta función de micción. Para la eyaculación, existe un surco seminal, por donde sale el semen.