Anatomía

Sistema esquéletico

El sistema esquelético es el armazón por el cual se construye el cuerpo y se provee soporte, protección y locomoción. Está formado de tejido conectivo especializado, hueso y cartílago, por lo que las articulaciones se consideran una parte estructural del esqueleto.


Las funciones del sistema esquelético son:


  1. Soporte: actúa como un andamio interno del cual se construye el resto del cuerpo.

  2. Locomoción: provee la adherencia de los músculos del movimiento.

  3. Protección: protege las partes blandas del cuerpo subyacentes, por ejemplo, el cerebro se encuentra protegido dentro del cráneo.

  4. Almacenamiento: actúa como depósito de minerales como calcio y fósforo.

  5. Hemopoyesis: contiene el tejido hemopoyético, que forma la médula ósea, cuya función es formar la sangre.

Los huesos pueden clasificarse, de acuerdo a su forma, en:


  • Huesos largos son los que se encuentran en las extremidades, por ejemplo; fémur, húmero, metacarpo, metatarso y falanges. En su interior poseen un conducto que contiene la cavidad medular, que está llena de médula ósea.

  • Huesos planos tienen una capa externa de hueso compacto con una capa de hueso esponjoso adentro, además, no presenta cavidad medular. Por ejemplo el cráneo, escápula y costillas.

  • Huesos cortos compuestos de dos capas, una externa de hueso compacto y otra interna de hueso esponjoso. No presenta cavidad medular. Por ejemplo, los huesos carpales y tarsales.

  • Huesos irregulares tienen una estructura similar a la de los huesos cortos, pero menos uniforme. Yacen en la línea media del sistema esquelético y son impares. Por ejemplo, las vértebras.

  • Huesos sesamoideos con forma de semilla de sésamo, que se desarrollan dentro de un tendón (ocasionalmente en un ligamento). Corren encima y oculto en una prominencia ósea con el fin de reducir el desgaste y desgarramiento. Por ejemplo, la patela asociada a la articulación de la rodilla.

  • Huesos neumáticos que contienen espacios llenos de aire, conocidos como senos, que tienen el efecto de reducir el peso del hueso. Por ejemplo, los huesos maxilares y los frontales.

  • Huesos esplácnicos se desarrollan en un órgano suave y no se encuentran adheridos al resto del esqueleto. Por ejemplo, el hueso peniano de los cánidos y felinos.

El proceso mediante el cual se forma el hueso se llama osificación y existen dos tipos: intramembranosa y endocondrial. Las células responsables de la deposición del nuevo hueso se llaman osteoblastos y las células que destruyen o remodelan el hueso de llaman osteoclastos.


La osificación intramembranosa es la responsable de formar los huesos planos del cráneo. Los osteblastos se posicionan entre dos capas de tejido conectivo fibroso, por lo que no existe una plantilla de cartílago.


La osificación endocrondral es la que involucra el reemplazo de cartílago hialino por hueso. Este proceso inicia en el embrión en desarrollo, pero no se alcanza hasta que el animal haya madurado y terminado de crecer. Por este medio se forman los huesos largos.


El esqueleto se divide en tres partes:


  • Esqueleto axial: forma el eje central del animal desde el cráneo hasta la punta de la cola, incluye la columna vertebral, las costillas y el esternón.

  • Esqueleto apendicular: incluye las extremidades delanteras y traseras.

  • Esqueleto esplácnico: en cánidos y felinos, es el hueso peniano que se encuentra dentro del tejido blando del pene.

Cuando se estudia la anatomía del sistema esquelético es importante entender los términos usados para describir las proyecciones, pasajes y depresiones, que se encuentran tanto encima como dentro de los huesos. Los términos son los siguientes:


  • Tuberosidad, trocanter o tubérculo: son protuberancias óseas que sirven para la adherencia de los músculos.

  • Tróclea: estructuras óseas a través o encima de las cuales pasan los tendones. Usualmente se observan como surcos en el hueso, que permiten a los tendones actuar a manera de poleas.

  • Cóndilo: es una proyección ósea redondeada que encaja la articulación de un hueso con otro hueso.

  • Epicóndilo: es una protuberancia ósea en el borde lateral, encima del cóndilo.

  • Foramen: es un orificio que sirve de pasaje dentro o encima del hueso de otras estructuras anatómicas, tales como venas o nervios.

  • Fosa: es un área de depresión, encima del hueso.

  • Tendón: conecta un músculo al hueso.

  • Ligamento: conecta un hueso con otro.

A continuación, se describirán los principales huesos del cuerpo animal, que usted, como estudiante de manejo de recursos naturales, debe de conocer.


Esqueleto axial

El esqueleto axial comprende desde la cabeza hasta la punta de la cola, tal cual se muestra en las figura 23.

 

Fig. 23


Esqueleto de manigordo


En el caso de las aves, el esqueleto está modificado para poder volar, poseen menos huesos y articulaciones fusionadas para proveer una estructura más fuerte adonde adherirse los músculos del vuelo. Además, el esqueleto debe ser lo suficientemente ligero para permitir al ave despegar y mantenerse en el aire.

La corteza de los huesos es más delgada que la de los mamíferos. Muchos de los huesos largos son neumáticos, porque están llenos de aire contenido en las membranas de los sacos aéreos que se conectan con el sistema respiratorio, lo cual les permite tener un esqueleto más ligero. En el caso de las aves que nadan y se sumergen, el número de huesos neumáticos disminuye, para que no se les dificulte la capacidad de sumergirse. La cavidad medular es muy frágil y corresponde al mayor depósito de calcio para los huevos, así que previo a la postura el calcio es absorbido y depositado en la cavidad medular, por lo que el esqueleto puede aumentar 20% de peso.


En el caso de los anfibios su transición evolutiva, desde sus ancestros peces, se acompañó de importantes reorganizaciones dentro del sistema músculoesquelético debido a que tuvieron que trasladar sus actividades de un ambiente acuático a uno terrestre. Las nuevas funciones y demandas del sistema musculoesquelético requirieron una vinculación más estrecha de la columna vertebral, la formación de extremidades y la modificación del cráneo para la captura e ingestión de alimentos terrestres. Las ranas o anuros no poseen cola, a diferencia de otros órdenes como las salamandras, tal cual se observa en la figura 24 y figura 25.


Fig. 24


Esqueleto de rana

Fig. 25


Esqueleto de una salamandra

 


Como en los anfibios, el sistema musculoesquelético de los reptiles está adaptado primariamente a la locomoción terrestre; por ejemplo los cocodrilos, pero en algunas especies está modificado para la locomoción acuática, como en el caso de las tortugas marinas.

En el caso de los peces el esqueleto está adaptado al ambiente marino, por lo que carece de extremidades y presenta aletas.

 

Fig. 26


Esqueleto de pez, vista lateral

Cabeza


Los huesos de la cabeza incluyen el cráneo, las cámaras nasales, la mandíbula y el aparato hioideo.


  • Cráneo: su función principal es albergar y proteger tanto al cerebro como a los órganos de los sentidos. También da sostén a partes del sistema digestivo, como los dientes y la lengua. Los principales huesos del cráneo son: parietal (paredes dorsales y laterales del cráneo), temporal (superficie caudolateral del cráneo), frontal (parte frontal del cráneo), occipital (base del cráneo, en el aspecto caudal), esfenoideo (parte ventral del cráneo), cigomático (arco proyectado lateralmente desde el cráneo) y lacrimal (base de la órbita que alberga el ojo).


    Fig. 27


    Cráneo mono congo, vista lateral

    Fig. 28


    Cráneo mono congo, vista frontal


  • Cámaras nasales: se encuentran en la parte más rostral del esqueleto. Sus lados están constituidos por la maxila y el techo por el hueso nasal. Se encuentran divididas en dos cámaras, por un cartílago llamado septo nasal.


  • Mandíbula: también conocida como quijada inferior, situada en la parte anterior e inferior de la cabeza. Compuesta por dos mitades, unidas por la articulación llamada sínfisis mandibular. Cada mitad presenta un cuerpo horizontal y dos ramas verticales.


  • Fig. 29


    Maxila y mandíbula de caiman, vista dorsal

    Fig. 30


    Mandíbula venado cola blanca, vista dorsal

  • Aparato hioideo: yace en el espacio intermandibular. Conformado de numerosos y finos huesos, así como de cartílagos. Es el medio por el cual la laringe y la lengua se suspenden desde el cráneo.


  • Los huesos del cráneo de las aves son muy ligeros y se encuentran dispuestos de manera que forman una caja con órbitas muy grandes. La cavidad craneana se encuentra caudal y ventral dentro de la región occipital. El hueso occipital tiene un solo cóndilo y se articula directamente con la vértebra cervical primera o atlas lo que le permite una rotación de la cabeza de 180 grados.


    A diferencia de los mamíferos, las aves pueden mover su maxila y no sólo la mandíbula. En el caso de los psitácidos (loras, pericos, guacamayas) esto se realiza gracias a una articulación craneofacial tipo sinovial, hacia la porción rostral del cráneo.


    Fig. 31


    Cráneo de pelícano


    En el caso de los reptiles, la porción anterior del cráneo pemanece cartilaginoso aún en los adultos y consiste, principalmente, de un septo internasal e interorbital así como un par de conchas nasales que dan soporte al tejido olfatorio. En medio de los ojos y los oídos, el cráneo se osifica como el hueso basiesfenoideo y, aún más posteriormente, los huesos basioccipital y supraoccipital se desarrollan abajo y detrás del cerebro.

     

    Fig. 32


    Cráneo de caimán, vista dorsal

    Fig. 33


    Cráneo de caimán, vista lateral


    Las serpientes presentan un cráneo complejo, donde los huesos de la quijada no están conectados y las dos mitades de la mandíbula se encuentran unidas por un ligamento elástico, que les posibilita separarse, lo que les permite ingerir presas grandes.


    Fig. 34


    Cráneo de serpiente

    En el caso de los anfibios, al igual que en los reptiles, el cráneo anterior es cartilaginoso durante toda su vida. Una característica importante, se refiere a la anatomía de la cavidad oral, ya que el hueso hioides está modificado para la proyección de la lengua al cazar. En los peces el cráneo es rígido y se articula con los huesos de la quijada y el aparato del opérculo.


    Fig. 35


    Cráneo de rana

    Fig. 36


    Cráneo de rana


    Vértebras


    La columna vertebral está formada por numerosos huesos dispuestos en una serie a lo largo de la línea media del cuerpo, que se extienden desde la base del cráneo hasta la punta de la cola.

    La vértebra está formada por un cuerpo ventral cilíndrico con un extremo craneal convexo y otro cóncavo. Dorsal al cuerpo de la vértebra se ubica el proceso espinoso que varía de tamaño según la región de la columna vertebral donde se encuentre y, lateralmente, se hallan los procesos transversos. Entre el cuerpo de la vértebra y el proceso espinoso, se forma el foramen vertebral, a través del cual pasa el cordón espinal.


    Fig. 37


    Estructura básica de una vértebra

    Las vértebras se dividen en regiones, dependiendo de su posición en el cuerpo:


    • Cervicales: se ubican en la región del cuello. En los mamíferos normalmente son siete. La primera vértebra, el atlas, carece de proceso espinoso. La segunda vértebra, el axis, presenta un proceso espinoso elongado donde se adhieren los músculos del cuello. Desde la tercera a sétima vértebra cervical tienen una forma similar, pero van decreciendo de tamaño conforme se acercan a las vértebras torácicas.

    • Torácicas: se ubican en la región torácica. En los mamíferos usualmente hay trece. Se distinguen por tener procesos espinosos altos, que van disminuyendo de tamaño conforme se acercan a las vértebras lumbares. Además, poseen cuerpos pequeños. Se articulan con las costillas.

    • Lumbares: se encuentran en la región abdominal o espalda baja. Usualmente, son siete en los mamíferos. Presentan cuerpos grandes y procesos transversos largos adonde se adhieren los músculos de la región lumbar.

    • Sacrales: se ubican en la región pélvica. En los mamíferos normalmente, son tres y se encuentran fusionadas, formando el sacro, en el animal adulto.

    • Caudales o coccígeas: son las vértebras de la cola. Varían de número, dependiendo del largo de la cola. Las primeras son similares a las vértebras lumbares, pero conforme avanza, caudalmente se reducen de tamaño.

    Cada especie tiene un número característico de vértebras por región, las cuales se escriben en una fórmula. Por ejemplo, la fórmula del perro es: C7, T13, L7, S3, Cd20-23.


    Las funciones de la columna vertebral son:


    1. Dar rigidez al eje del cuerpo y ayudar a mantener la postura.

    2. Encierra y protege el cordón espinal.

    3. Protege las estructuras blandas subyacentes del cuello, tórax, abdomen y pelvis.

    En las aves, la columna vertebral tiene modificaciones importantes para el vuelo y el número de vértebras va a depender de la especie. La columna cervical es larga y flexible, con una alta movilidad, además, posee más vertebras que la de los mamíferos. La columna torácica posee algunas vértebras que pueden estar fusionadas, para brindarle una mayor rigidez durante el vuelo. Algunas especies como los halcones, palomas y gallinas tienen las primeras tres o cinco vértebras fusionadas en un simple hueso llamado notarium, el cual es seguido por la única vértebra móvil del tronco. El sinsacro es la fusión de vértebras, entre ellas las últimas torácicas, lumbares, sacras y coccígeas para darle mayor soporte a la pelvis. La cola es corta y sostiene algunas vértebras coccígeas de las cuales las últimas se fusionaron en un hueso llamado pigostilo, que da soporte a las plumas del timón.


    La columna vertebral de los anfibios combina rigidez y fuerza para soportar la cabeza, las extremidades y las vísceras, pero a la vez tiene suficiente flexibilidad, que permite los movimientos propios de las especies, que conforman esta clase. Estos movimientos se ven facilitados por la presencia de facetas articulares desplazables, que rotan en los extremos de cada vértebra. Muchas vértebras están fusionadas y describen tres regiones de la columna: presacral, sacral y postsacral. El coxis es un elemento único en la parte caudal, forma una protuberancia dorsal en el aspecto dorsocaudal del cinturón pélvico de los anuros.


    Fig. 38


    Esqueleto de rana

    En los reptiles varía la columna vertebral y sus vértebras según los órdenes. Por ejemplo, los cocodrilos presentan 9 vértebras cervicales, 15 vértebras torácicas, 2 vértebras sacrales y numerosas vértebras caudales, sin embargo, estos números varían si hablamos de serpientes, iguanas o lagartijas.


    Un dato curioso es que las lagartijas tienen la capacidad de perder la cola, cuando se encuentran amenazadas por depredadores, aunque también poseen la propiedad de regenerarla.


    Fig. 39


    Columna vertebral tortuga

    Fig. 40


    Esqueleto de una serpiente

    En el caso de las tortugas ellas presentan una estructura característica que las distingue del resto de los reptiles, el caparazón. La función del caparazón es de soporte óseo y está conformado por la extensión y fusión de las apófisis transversas de las vértebras, las costillas y el esternón. Las vértebras no varían entre especies, todas las tortugas vivas tienen 8 vértebras cervicales y el largo de su cuello depende del largo de la vértebra. De las 10 vértebras torácicas la primera y la última están adheridas pero no fusionadas al caparazón, pero las 8 vértebras del medio están fusionadas firmemente con los huesos neurales del caparazón. Las 2 vértebras sacrales se unen con la faja pélvica y las vértebras caudales varían según la especie pero son aproximadamente 24 vértebras en la mayoría de las especies.

    Fig.41-A


    Columna vertebral tortuga

    Fig. 41-B


    Columna vertebral tortuga

    Las costillas y el esternón


    Las costillas forman la pared de la caja torácica y tienen la función de proteger los órganos del tórax. Existen 13 pares de costillas que se articulan con las vértebras torácicas. Los primeros ocho pares se unen directamente con el esternón y se les llama costillas esternales. Del par 9 al 12 se llaman costillas falsas y por medio de los cartílagos costales se adhieren a la costilla adyacente. El último par de costillas (par 13) se le llaman costillas flotantes debido a que no tiene adherencia y yace libre en el músculo abdominal.


    Fig. 42


    Estructura de costilla de un manigordo


    El esternón forma el piso de la caja torácica y está compuesto de ocho huesos llamados estérnebras y cartílagos interesternales. La estérnebra, más craneal es el manubrio proyectado al frente del primer par de costillas. Las estérnebras siguientes, de la segunda a la sétima, son cortas y cilíndricas. La última estérnebra es alargada, aplanada dorsoventralmente y se le llama apéndice xifoideo.


    El esternón de las aves es más desarrollado que en los mamíferos, para proteger los órganos internos y dar soporte a los principales músculos del vuelo.


    En el caso de algunos reptiles posterior a las costillas torácicas pueden encontrarse otras costillas llamadas gastralia que dan soporte la pared abdominal ventral. Estas costillas abdominales son superficiales y no se encuentran unidas a las costillas torácicas o a ningún proceso esternal. Los reptiles que presentan la gastralia son los cocodrilos y algunas lagartijas, pero las serpientes y tortugas no lo presentan.


    En la parte ventral de las tortugas se encuentra el plastrón, que es una estructura ósea única a la cual se encuentra adherida la clavícula y el epiesternón de la tortuga. Los cocodrilos no presentan clavícula pero si conservan un epiesternón. En el caso de las lagartijas no presentan esternón.


    En los peces, el número de vértebras varía y las costillas, en la región torácica, se articulan con las vértebras, para dar soporte a la pared lateral de la cavidad corporal.


    Esqueleto apendicular

    El esqueleto apendicular comprende las extremidades anteriores y posteriores, por lo se procederá a hacer una breve descripción del miembro torácico (extremidad anterior) y del miembro pélvico (extremidad posterior).


    Miembro torácico

    El miembro torácico, o miembro anterior, está formada por los siguientes huesos: clavícula, escápula, húmero, radio, ulna, carpos, metacarpos y falanges.


    • Clavícula

    • La clavícula, frecuentemente es un hueso vestigial, pero cuando está presente es un pequeño tubérculo delgado, irregularmente triangular o cartilaginoso. Yace en los músculos craneales a la articulación del hombro, insertada en el músculo braquiocefálico y no forma articulación con el resto del esqueleto.


      En el caso de los animales en los cuales el miembro torácico sólo sirve para sostén y locomoción, la clavícula está generalmente ausente, como en los cánidos. Sin embargo, en los animales que utilizan dichos miembros para escarbar o trepar, como en el caso de los monos, la clavícula está bien desarrollada.


    • Escápula: es un hueso alargado y aplanado ubicado en la superficie lateral del tronco, en la unión entre el cuello y las costillas. Presenta una prominencia llamada espina que atraviesa lateralmente la escápula dividiéndola en dos superficies, la fosa infraespinosa y la fosa supraespinosa. En la parte distal de la espina se encuentra el acromio y en la parte distal de la escápula se encuentra la cavidad glenoidea, sector del hueso que se articula con el húmero, formando la articulación del hombro.

    • Fig. 43


      Escápula manigordo, vista lateral

    • Húmero: es un hueso largo que forma la parte superior del miembro delantero. Se articula proximalmente con la escápula, en la articulación del hombro y, distalmente, con el radio y la ulna, en la articulación del codo. El húmero en su parte proximal, o cabeza del húmero, presenta dos prominencias el tubérculo mayor y tubérculo menor. En la parte distal se encuentran los epicóndilos medial y lateral, en medio del cóndilo. Distalmente, también, se encuentra la fosa del olécrano, donde se articula la ulna.

    • Fig. 44


      Húmero manigordo

    • Radio y ulna: ambos son huesos que se ubican contiguamente en el antebrazo. En la parte proximal de la ulna se encuentra el olécrano, que forma la punta del codo. Además, la concavidad troclear que se articula con la parte distal del húmero, formando la articulación del codo. Distalmente, la ulna presenta el proceso estiloideo lateral. El radio es un hueso más corto que la ulna y su parte proximal, también, se articula con el húmero.

    • Fig. 45


      Radio y ulna de manigordo

    • Carpos: están compuestos por siete huesos cortos, llamados huesos carpales, dispuestos en dos filas. La fila proximal consta de tres huesos, de los cuales, el más medial, se llama carpal radial y se articula con el radio. Después, está el hueso ulnar carpal, que se articula con la ulna. Finalmente, el hueso carpal, accesorio que yace en el margen lateral, se proyecta caudalmente. La primera fila de huesos carpales se articula con la segunda fila de cuatro huesos carpales .

    • Metacarpos: se compone de cinco pequeños huesos largos. El primer hueso metacarpal (I) es el más medial y es más pequeño que los demás huesos metacarpales (II al V). Los metacarpos se articulan, proximalmente, con la fila distal de huesos carpales y distalmente con las falanges.

    • Falanges: son huesos largos. Cada dedo tiene tres falanges, excepto el primer dedo (espolón) que solo tiene dos. La falange proximal se articula con el hueso metacarpal. La falange del medio se articula tanto con la falange de arriba como con la de abajo. La falange distal termina en un proceso ungual, que forma parte de la garra.

    • Fig. 46


      Huesos del metacarpo, carpo y falanges de manigordo


    Las aves no presentan un miembro anterior, como los mamíferos, sino alas. El ala está formada por el húmero, radio, ulna, huesos carpales y metacarpales fusionados, como los dedos. El radio es más delgado que la ulna, se encuentran separados lo que es contrario a lo que sucede en los mamíferos. Los carpos y metacarpos forman tres dedos, donde está más desarrollado el número dos.


    En la parte anterior del torax, las aves tienen la clavícula, coracoides y la escápula, que forman el cinturón escapular y todos ellos forman en su articulación el foramen trióseo. La cavidad glenoidea está integrada por la escápula y el coracoides, ambos se articulan directamente con el húmero. Las aves tienen una sola cavidad, a diferencia de los mamíferos, no tienen diafragma para dividir el tórax del abdomen.


    Los anfibios poseen cuatro miembros adaptados para el método de locomoción. En el caso de las especies que saltan, los miembros pélvicos son más grandes, mientras que en especies arborícolas, los cuatro miembros son de tamaño similar. Los anfibios específicamente los anuros, presentan un miembro anterior robusto, bien osificado, para poder realizar sus movimientos de salto y locomoción. Al igual que las aves, presentan el cinturón escapular conformado por la escápula, la clavícula y el coracoides. El húmero, en los anuros se encuentra enteramente osificado y su cabeza es esférica y elevada. El radio y la ulna están fusionados y los huesos carpales son reducidos en número, por la fusión. Generalmente, presentan cuatro dedos y sus falanges también están reducidas a 2-2-3-3.


    En los reptiles, es importante mencionar que las serpientes no presentan miembro torácico y muchas lagartijas tienen los elementos del miembro anterior reducido. Sin embargo en el resto de especies la estructura del miembro anterior es similar a la de los mamíferos, en cuanto a la conformación ósea. Presentan un húmero de consistencia normalmente suave, una ulna alargada y robusta para sostener el peso del animal, numerosos huesos carpales, metacarpos elongados para soportar los dedos, que generalmente son cinco, y presentan la siguiente fórmula en sus falanges: 2-3-4-5-3.


    Miembro pélvico


    El miembro pélvico o miembro posterior se compone de: pelvis, fémur, tibia, fíbula, tarso, metatarso y falanges.


    • Pelvis: es la estructura ósea por medio de la cual el miembro posterior se conecta con el cuerpo. Consiste de dos huesos de la cadera, que se articulan en la sínfisis púbica. Cada hueso de la cadera se forma a su vez de tres huesos: isquion, íleon y pubis. Los tres huesos se unen en el acetábulo, que es el sitio donde se articula la cabeza del fémur, formando la articulación de la cadera.


    • Fig. 47


      Huesos de la pelvis, manigordo

  • Fémur: es un hueso largo que forma el muslo. La parte proximal del fémur, llamada cabeza, se articula en el acetábulo de la cadera. Lateral a la cabeza del fémur, se encuentra el trocánter mayor y medialmente el trocánter menor, lugares que sirven de punto de inserción de los músculos. En la parte distal del fémur se encuentran los cóndilos lateral y medial los cuales se unen con la tibia en la articulación de la rodilla.

  • Fig. 48


    Femur de manigordo

  • Patela: es un hueso sesamoideo dentro de un tendón de inserción del músculo cuádriceps femoral, que es el principal extensor de la rodilla. Se encuentra en medio de los cóndilos del fémur.

  • Tibia y fíbula: estos huesos largos forman la parte inferior del miembro. Al igual que con el radio y la ulna, la tibia y fíbula se ubican contiguamente, de manera paralela. La tibia se ubica medialmente y es más grande que la fíbula. La parte proximal de la tibia, se articula con el fémur y la parte distal se articula con los carpos. La fíbula es un hueso largo y delgado lateral a la tibia.
  • Fig. 49


    Tibia y fíbula de manigordo


  • Tarso: está formado por siete huesos cortos, dispuestos en tres filas. Los dos huesos que forman la fila proximal, se llaman talo o astrágalo y calcáneo, estos se articulan con la parte distal de la tibia y de la fíbula en la articulación del corvejón. El talo o hueso tarsal tibial se ubica medialmente, mientras que el calcáneo o hueso tarsal fibular lateralmente. El metatarso, dependiendo de la especie, tienen cuatro huesos o de cinco huesos metatarsales y las falanges que dispuestas de manera similar al miembro anterior.

  • Fig. 50


    Huesos del tarso, metatarso y  falanges manigordo

Las aves poseen un cinturón pélvico que sirve de soporte a los miembros pélvicos, el cual les permite acciones de perchado y locomoción, tales como correr y nadar. Este cinturón está formado por la fusión del isquion, íleon y pubis, que crea una estructura rígida, la cual se articula con el sinsacro. En muchas especies, la articulación de la sínfisis púbica es incompleta, posiblemente con el fin de permitir el paso del huevo por el canal pélvico. Los avestruces son excepciones a esta modificación.


El fémur se articula en el acetábulo formado en la fusión de los huesos pélvicos. Algunos huesos del miembro se encuentran unidos formando el tibiotarso y tarsometatarso; sin embargo, la articulación de la rodilla es similar a la de los mamíferos. Distalmente, se encuentran los huesos de los dedos (metatarso primero y falanges).


En el caso de los anfibios, el cinturón pélvico de los anuros se parece al de las aves. Posee un plato formado por el hueso del pubis y el isquion, además del íleon. Los huesos del miembro posterior son más alargados que los miembros anteriores. La tibia y la fíbula se encuentran fusionadas y su tamaño es tan grande, o más, que el fémur. Los huesos astrágalo y calcáneo se encuentran muy elongados, por esto las ranas tienen ancas largas. Las ranas, normalmente, presentan cinco dígitos y la fórmula de sus falanges es 2-2-3-4-3.


En los reptiles el cinturón pélvico también está compuesto del íleon, isquion y pubis. Estos tres huesos forman un plato ventral, que se articula a ambos lados del cinturón. En la unión de estos tres huesos, se encuentra el acetábulo, donde se articula el fémur. Los huesos que componen el cinturón pélvico persisten toda la vida del animal, a excepción de la mayoría de las serpientes, las cuales además, no poseen miembro posterior.


El fémur de consistencia normalmente suave, es largo, con una ligera curvatura y su cabeza es más redondeada. Solo en las tortugas, la cabeza del fémur es elevada. Presentan una tibia más alargada y robusta que los mamíferos, para soportar el peso del animal. Poseen numerosos y pequeños huesos tarsales, pero su número dependerá de la especie. Los metatarsos son elongados y forman la base para los dedos, que generalmente son cinco con la siguiente fórmula para sus falanges 2-3-4-5-4.


Esqueleto esplácnico


Compuesto por huesos esplácnicos, los cuales se desarrollan en tejido blando y no se articulan al resto del cuerpo. Por ejemplo en las aves hay huesos esplácnicos que forman un borde alrededor del ojo, para proveer resistencia al globo ocular.


Articulaciones


Las articulaciones se forman cuando un hueso se conecta con otro hueso, permitiendo realizar movimientos variables. Existen tres tipos de articulaciones:


  • Fibrosas: no permiten la realización de movimiento, debido a que la unión entre huesos es por medio de un tejido conectivo fibroso denso. Por ejemplo, las articulaciones que unen diferentes huesos del cráneo, llamadas también suturas.

  • Cartilaginosas: permiten poco o ningún movimiento y se encuentran unidas por cartílago. Por ejemplo la sínfisis púbica que conecta los huesos de la cadera o la sínfisis mandibular que une los dos huesos de la mandíbula. En el caso de las articulaciones intervertebrales, el cartílago articular permite cierto movimiento de flexibilidad en la columna espinal.

  • Sinoviales: pemiten una variedad de movimientos. Constan de las siguientes partes: cápsula articular, membrana sinovial, líquido sinovial y cartílago articular. La cápsula articular recubre la articulación entera y sus capas externas son de tejido fibroso que sirven de protección. Internamente, la cápsula está cubierta por la membrana sinovial, que es la que se encarga de secretar el líquido sinovial. El líquido sinovial, lubrica internamente la articulación y provee nutrición al cartílago articular, que cubre los extremos de los huesos dentro de la misma articulación. La cantidad de líquido sinovial dependerá de la especie y del ejercicio que realice el animal.

  • Algunas articulaciones sinoviales presentan ligamentos engrosados, dentro de las fibras del la cápsula articular, lo cual les provee mayor estabilidad, como los ligamentos colaterales. Sin embargo, otras presentan ligamentos adheridos al hueso dentro de la cápsula, como son los ligamentos cruzados dentro de la articulación de la rodilla. La misma articulación de la rodilla puede presentar discos fibrocartilaginosos intraarticulares o meniscos dentro de la cavidad articular, los cuales incrementan el rango de movimiento de la articulación y actúan como almohadas, que amortiguan los choques, reduciendo el desgaste.


    Las articulaciones sinoviales permiten una serie de movimientos entre los huesos articulados, desde un movimientos simples a movimientos más complejos. Las articulaciones se clasificarán dependiendo del tipo de movimiento que realicen así.


    Los movimientos posibles son:


    Flexión: reduce el ángulo entre dos huesos; por ejemplo, doblar las extremidades.


    Extensión: incrementa el ángulo entre dos huesos; por ejemplo, estirar la extremidad.


    Abducción: es el movimiento que se realiza cuando se aleja del plano medio del cuerpo; por ejemplo, mover la extremidad hacia afuera.


    Aducción: es el movimiento que se realiza cuando se acerca al plano medio del cuerpo; por ejemplo, mover la extremidad hacia la posición normal de pie.


    Rotación: girar partes del cuerpo sobre su propio eje; por ejemplo, hacia adentro o hacia afuera.


    Circunduccion: el movimiento de una extremidad; por ejemplo, el extremo de una articulación en una patrón circular.


    Protracción: el animal mueve su extremidad cranealmente; por ejemplo, cuando se avanza al caminar.


    Retracción: el animal mueve su extremidad caudalmente; por ejemplo, cuando se mueve hacia atrás.