Anatomía

La sangre

  • La sangre

Es un tejido conectivo fluido especializado, compuesto de diferentes tipos de células suspendidas en un líquido llamado plasma. La sangre corresponde al 7% del peso total del cuerpo y tiene un pH de 7,4 en mamíferos.


Funciones


La sangre tiene muchas funciones dentro del cuerpo, pero las dos prinicipales son el transporte y la regulación.


  • Transporte

    • Gases en solución: la sangre oxígenada se transporta desde los pulmones hasta los tejidos, que van a utilizar el oxígeno. Posteriormente, la sangre desoxigenada con dióxido de carbono, producido por los tejidos durante los procesos metabólicos, se transportará de regreso a los pulmones, donde el dióxido de carbono va a ser intercambiado por oxígeno durante la respiración.

    • Nutrientes: El plasma sanguíneo transporta nutrientes a través de la sangre como aminoácidos, ácidos grasos y glucosa como resultado de los procesos de digestión, desde el sistema digestivo hasta el hígado y tejidos donde se necesitan dichos nutrientes.

    • Productos de desperdicio: la sangre recolecta los productos de desperdicio resultado del metabolismo en los tejidos y los transporta a los riñones e hígado donde son excretados del cuerpo.

    • Hormonas y enzimas: el plasma sanguíneo transporta hormonas y enzimas desde las glándulas endocrinas hasta los tejidos u órganos blanco.

  • Regulación

  • La sangre juega un papel muy importante en la homeostasis, ya que regula lo siguiente:


    • Volumen y constituyentes de los fluidos del cuerpo: El plasma sanguíneo transporta agua en forma de suero a los tejidos y es responsable del mantenimiento del balance osmótico de los fluidos y las células. La presencia de proteínas plasmáticas controla el flujo del fluido entre los compartimentos y se encarga del mantenimiento del volumen y de la presión sanguínea.

    • Temperatura corporal: la sangre conduce el calor alrededor del cuerpo hacia la superficie corporal donde, si es necesario, es perdida por vasodilatación periférica.

    • Balance ácido-base: El flujo sanguíneo mantiene un pH constante en el cuerpo por la presencia de reguladores o buffers, como bicarbonato, los cuales son capaces de absorber iones de hidrógeno cuando la sangre es ácida (pH bajo) y darlos cuando la sangre es alcalina (pH alto).

    • Defensa contra infecciones: la sangre ayuda a prevenir infecciones, a través de las acciones de las células blancas, que son parte del sistema inmunológico. También, transporta anticuerpos y antitoxinas, producidas por el sistema inmunológico alrededor del cuerpo.

    • Coagulación: el mecanismo de coagulación evita pérdidas de sangre excesivas por heridas y previene la entrada de infecciones.

    Composición de la sangre


    La sangre es un fluido rojo que es transportado por los vasos (arterias, venas y capilares) del sistema circulatorio. Se compone de una parte fluida llamada plasma y una parte sólida que corresponde a las células sanguíneas (fig. 71). Cada constituyente de la sangre juega un papel específico en las funciones de la sangre.


    Fig. 71


    Eritrocitos de tortuga lora

    • Plasma: es la parte líquida de la sangre cuyo constituyente principal es el agua (90%) y donde se encuentran disueltas numerosas sustancias las cuales son transportadas de una parte del cuerpo a otra. Además, el plasma contiene:

      • Sales minerales: como sodio, cloro, potasio, calcio, magnesio y bicarbonato. Estas sales contribuyen al mantenimiento del balance osmótico y pH actuando como reguladores o buffers. Adicionalmente, el calcio tiene un papel esencial en la coagulación, contracción muscular y función nerviosa.

      • Proteínas plasmáticas: ayudan a mantener la presión osmótica de la sangre. Tienen el efecto de retener fluidos en el cuerpo por ósmosis, previniendo la salida de agua al espacio extracelular. Las proteínas más importantes son: la albúmina que mantiene la concentración osmótica de la sangre, las inmunoglobulinas que son los anticuerpos producidos por el sistema inmunológico y finalmente, el fibrinógeno y protrombina que ayudan en el proceso de coagulación.


      Sabía usted que la acumulación anormal de fluido o edema, en cavidades del cuerpo o espacios intercelulares son producto de un desbalance en la presión osmótica? Esto es ocasionado por cualquier factor que aumente la presión osmótica fuera de los vasos sanguíneos como la inflamación o cualquier factor que reduzca la presión osmótica en la sangre como la hiponatremia (disminución del sodio en la sangre).


    • Células sanguíneas: constituyen la parte sólida de la sangre y se divide en tres tipos.


      • Eritrocitos (glóbulos rojos): constituyen las células sanguíneas más numerosas. Transportan el oxígeno y una pequeña porción de dióxido de carbono alrededor del cuerpo. Contienen un pigmento rojo llamado hemoglobina (complejo proteínico que contiene hierro). Los eritrocitos tienen forma circular, sin núcleo, con una membrana celular delgada y flexible que tiene una gran superficie de intercambio gaseoso que le permite al oxígeno difundirse en la célula y combinarse con la hemoglobina para formar la oxihemoglobina. El eritrocito circulante tiene una vida media de 120 días, después de los cuales es destruido en el bazo o linfonodos. El hierro de la hemoglobina es devuelto a la médula ósea y el remanente es convertido por el hígado en el pigmento biliar bilirrubina y excretado por la bilis. La producción de eritrocitos es controlada por la hormona eritropoyetina que es liberada por células en el riñón, como respuesta a bajos niveles de oxígeno en los tejidos.
      • En las aves y reptiles los eritrocitos se diferencian a los de los mamíferos en que son ovalados y nucleados.


      • Leucocitos (glóbulos blancos): son menos numerosos que los eritrocitos y poseen núcleo. Su función es defender el cuerpo en contra de infecciones. Se clasifican en granulocitos o agranulocitos.


        • Granulocitos: este tipo de leucocito es producido dentro de la médula ósea y constituyen cerca del 70% de todos los leucocitos. Presentan gránulos en su citoplasma y núcleos segmentados o lobulados que varían de forma. Hay tres tipos de granulocitos:
          • Neutrófilos: las células inmaduras presentan núcleos que lucen como una banda curveada y son conocidos como células en banda. Son las células más abundantes, constituyendo un 90% de todos los granulocitos. Son capaces de moverse a través de la pared endotelial del vaso sanguíneo hacia los tejidos circundantes invadiendo bacterias y debris celular por fagocitosis, luchando contra enfermedades. Cuando el nivel de neutrófilos en sangre está aumentado indican la presencia de un proceso infeccioso.
          • Eosinófilos: células involucradas en la regulación de procesos alérgicos e inflamatorios secretando enzimas que inactivan la histamina. Además, juegan un papel importante controlando las infestaciones parasitarias. Cuando el nivel de eosinófilos en sangre está aumentado, indica una respuesta a una infestación parasitaria.
          • Basófilos: secretan histamina y heparina. La histamina incrementa la inflamación y la heparina es una anticoagulante natural que previene la formación de coágulos sanguíneos innecesarios. Normalmente, se presentan en cantidades muy pequeñas.


        • Agranulocitos: presentan un citoplasma claro sin gránulos. Existen dos tipos:

          • Linfocitos: es el segundo tipo de célula más común de los glóbulos blancos, formando el 80% de los agranulocitos. Existen dos tipos: linfocito B y T, principales células del sistema inmunológico formadas en el tejido linfoide y responsables de la respuesta inmunoespecífica de los cuales se tratará después en el módulo correspondiente al sistema inmunológico. Un aumento en los linfocitos se presenta generalmente en infecciones virales.
          • Monocitos: el núcleo tiene forma de herradura y son los leucitos más grandes. Se presentan en pequeñas cantidades y se constituyen como células fagocíticas que cuando migran hacia los tejidos maduran y se conocen como macrófagos.
          • Trombocitos (plaquetas): células formadas en la médula ósea en grandes cantidades. Tienen forma de discos pequeños que no tienen núcleo. Los trombocitos están relacionados con la coagulación, que es la habilidad de formar coágulos como mecanismo de defensa del cuerpo ante daños en los vasos sanguíneos provocados por heridas, además, de prevenir la entrada de microorganismos patógenos al cuerpo por medio de las heridas.



        Sabía usted que los vertebrados cuentan con un anticoagulante natural llamado heparina, la cual previene la formación de coágulos no deseados en vasos sanguíneos y órganos.


        En los anfibios la sangre es un fluido que no tiene color y contiene principalmente eritrocitos, leucocitos y trombocitos. Generalmente, las células sanguíneas presentan núcleo y los eritrocitos varían de tamaño entre especies de anfibios, pero en general, los anfibios presentan los eritrocitos más grandes entre los vertebrados.