Anatomía

Otras partes del sistema urinario

Uréteres


En los mamíferos, la orina, formada por las nefronas, sale del riñón por medio de los uréteres. Cada uréter está constituido por un tubo muscular angosto, que corre caudalmente hacia la vejiga, en la parte dorsal del abdomen. La orina pasa por los uréteres hacia la vejiga por medio de movimientos peristálticos, que causan contracción del músculo liso de las fibras musculares de la pared del uréter.


En las aves, también existen dos uréteres, los cuales recogen el filtrado de los túbulos colectores de cada lóbulo renal. Estos desembocan en la porción dorsal del urodeo de la cloaca, ya que las aves no tienen ni vejiga ni uretra.


En los reptiles como las serpientes al igual que las aves, los uréteres desembocan en el urodeo de la cloaca, ya que no poseen vejiga.


En los anfibios, los ductos colectores de cada riñón envían la orina a un ducto urinario sencillo, que la transporta a la cloaca. Existen dos patrones característicos en el drenaje de la orina en los anfibios. En las cecilias y salamandras primitivas, el ducto colector drena todo el riñón, mientras que en las ranas y salamandras avanzadas, un ducto drena la parte anterior del riñón, y otro ducto accesorio drena la parte posterior.


Vejiga


En los mamíferos, cada uréter entra a la vejiga en ángulo oblicuo, en un área llamada trígono, que sirve de válvula para evitar el reflujo de la orina. La vejiga se ubica en la cavidad pélvica, su función es recolectar y almacenar la orina. Tiene forma de pera, la parte más redondeada se ubica cranealmente y la parte más estrecha o cuello se ubica caudalmente. El cuello de la vejiga termina en el esfínter vesical, cuya función es sacar el flujo de la orina hacia fuera, en dirección a la uretra. Histológicamente, el tejido de la vejiga está formado por epitelio transicional, el cual le permite expanderse cuando se está llenando de orina.


Fig. 102


Vejiga de un  manigordo

La urolitiasis ocurre, cuando se forman piedras minerales conocidas como urolitos o cálculos dentro de la vejiga. Estos cálculos pueden causar obstrucciones del tracto urinario, donde en los félidos el punto más común de obstrucción es en la punta del pene, mientras que, en los cánidos es en la uretra. Las obstrucciones se presentan principalmente en los machos, debido a que en las hembras la uretra es más corta y distendible.


Las aves no tienen vejiga. En los reptiles, las tortugas tienen vejigas muy grandes, que pueden ocupar hasta 25% del peso corporal. Los saurios, las iguanas, y mayoría de lagartijas, presentan una vejiga de pared fina y elástica. Las serpientes y cocodrilos no tienen vejiga, por lo que la orina es transportada directamente desde los uréteres hasta el urodeo de la cloaca. Los peces y anfibios también presentan vejiga urinaria.


Uretra


En los mamíferos, la uretra es un tubo que transporta la orina desde la vejiga caudalmente hacia afuera del cuerpo. Su forma varía dependiendo del sexo y del tipo de animal. En las hembras es un tubo corto, que se abre al piso del tracto reproductivo, en la unión de la vagina con el vestíbulo. La salida se conoce como orificio uretral externo. En los machos, la uretra se divide en dos partes: la uretra pélvica y la uretra peniana. En los cánidos machos, la uretra corre caudalmente a través de la cavidad pélvica, encima del tejido eréctil del pene y se abre al exterior en la punta del mismo.


También, la uretra está presente en otras clases animales, como los anfibios y los reptiles, que sí tienen vejiga (las tortugas y la mayoría de las lagartijas). Sin embargo, los reptiles que carecen de vejiga, como las serpientes y cocodrilos no poseen uretra tampoco. Esto se da también en las aves.


Micción


Es el acto de expeler la orina desde la vejiga. Normalmente es un reflejo, pero puede ser anulado por control voluntario del cerebro. En la micción, cuando la vejiga se distiende con la orina, los receptores de la pared vesical se estimulan y envían impulsos nerviosos a los centros del cordón espinal. Los impulsos nerviosos se transmiten, vía nervios parasimpáticos, al músculo liso e inicia la contracción. Finalmente, los impulsos nerviosos estimulan la relajación del esfínter vesical y la orina sale.


En los cachorros de cánidos y félidos el control voluntario de la micción no está bien desarrollado hasta que cumplen las 10 semanas de edad, por lo que es común que no puedan controlar dónde y cuándo orinan.


La orina se deriva del ultrafiltrado del plasma y refleja el estado de salud del animal. El análisis de orina (urioanálisis) de un animal normal debe contener solo agua, sales y urea. Cualquier otra sustancia como sangre, bilirrubina, cetonas, proteínas, glucosa o cristales puede indicar que está sufriendo una alteración en alguna parte del sistema renal. La presencia de algunos de los elementos antes mencionados, se nombra en el urioanálisis con la terminación “uria”. En los reptiles que tienen vejiga, la orina se almacena antes de eliminarla, por lo que el urioanálisis no es un parámetro para evaluar funcionalidad renal.


En las aves, la orina transportada por los uréteres, desde el riñón a la cloaca, se mezcla con materia fecal del tracto digestivo. El material mezclado se mueve después por retroperistalisis hacia el recto donde se lleva a cabo la reabsorción de agua. La orina de las aves es un producto semisólido que está compuesto de dos fracciones: la fracción sólida de los uratos y la fracción líquida. Se producen pequeñas cantidades, en su aspecto normal se notan uratos blancos y heces verde cafezuscas, rodeadas de orina clara.


Muchas especies de aves marinas tienen la glándula de la sal, que les permite sobrevivir en el ambiente marino. En la mayoría de estos animales, la glándula se encuentra encima del ojo y secreta grandes cantidades de cloruro de sodio. Así, la concentración osmótica de los fluidos corporales se mantiene dentro de los límites normales. Las especies terrestres dependen de los riñones para regular los niveles de sal.


En los reptiles, casi todas las especies excretan ácido úrico por efecto metabólico del hígado y solo algunas especies acuáticas eliminan urea y amonio. La orina fluye a través de los conductos mesonéfricos, similares a los uréteres, para llegar al urodeo ,y después ser almacenada en la vejiga, para posteriormente ser eliminada. En los reptiles que no tienen vejiga, la orina permanece en la cloaca, para ser eliminada, posteriormente.