Vincent Bakpetu Thomson señaló que las insurrecciones a bordo de los barcos esclavistas eran frecuentes, lo mismo que en las plantaciones y minas. Pero destaca también métodos menos directos, como eran el trabajo lento, la destrucción de implementos, actos incendiarios en las plantaciones para escaparse o para sembrar el terror entre los jefes (Thomson, 19971: 71).
Una vez en las plantaciones, si los esclavos no venían consignados ya a un comprador, tenían que pasar por la aterradora subasta, a resultas de lo cual muchos negros saltaban fuera de borda, si esta se hacía en el propio barco o trababan de escapar tierra adentro, si era en la costa, pues la actitud típica de una subasta al estilo occidental, de la época, daba la impresión a los africanos de que efectivamente la idea era devorarlos.
El proceso de lucha por la libertad en las plantaciones y haciendas, pasaba por la resistencia pasiva y la negociación. La resistencia pasiva tomó muchas formas, como son los incendios “accidentales” en las plantaciones, la fuga, la destrucción de las herramientas, el dejar escapar a los animales, el fingir enfermedad.
A manera de resistencia contra la esclavitud, los secuestrados practicaban las insurrecciones, tanto en los barcos como en las plantaciones; el trabajo lento; la destrucción de los implementos de trabajo; actos incendiarios; dejar escapar a los animales; y, los escapes.