Hay abundantes ejemplos de cimarronaje. Este consistía en que un grupo de afrodescendientes se escapaban de las fincas y organizaban lo que se conocía como un quilombo o palenque, en un lugar remoto defendible militarmente.
El cimarronaje consistía en que un grupo de afrodescendientes se escapaban de las fincas y organizaban lo que se conocía como un quilombo o palenque, en un lugar remoto defendible militarmente.
Queen Nanny
Como líder de su comunidad, logró enfrentar exitosamente a los británicos por 30 años, en Jamaica
En un momento tan temprano de nuestra historia, como 1553, tenemos el caso de Alonso de Illescas, en Ecuador. Se le había esclavizado en España cuando tenía siete años, y se le trajo a América a los 25. De camino a Lima, él y un grupo de esclavizados lograron escapar del barco que los transportaba y establecer una comunidad cimarrona en Esmeraldas. Logró montar una amplia alianza con el pueblo indígena de la región y mantuvo a los españoles a raya hasta su muerte, en 1585. También, el caso de Benkos Biojo en Colombia, quien en 1603 obligó al régimen colonial a darles la libertad a él y a sus seguidores y a reconocer sus dominios como el primer territorio libre de América. Pocos años después, en 1608, Yanga organizó una impresionante revuelta, logrando mediante la lucha cimarrona que la autoridad colonial fundase “San Lorenzo de los Negros”, otro territorio libre. En la década de 1770, Bonnie condujo una gran insurrección de 80 000 personas en Las Guayanas, obligando a los holandeses a firmar un tratado concediéndole autonomía, lo cual aprovechó para reconstruir su africanidad y vivir en libertad (De la Guardia, Friedman, Martínez Montiel, Michele Duchet).
También se han considerado estrategias de cimarronaje, el sincretismo religioso con los santos católicos, del que echaban mano los africanos para poder alabar a sus dioses, tal es el caso de los descendientes yoruba con la Santería en Cuba y de los descendientes de las etnias Ewe, Kabye, Mina y Fon con el Vudú, en Haití.
Entre 1655 y 1740, los maroons de Jamaica liberaron una guerra heroica contra los británicos, encabezados por Nanny. Ella nació en Ghana, alrededor de 1686, en una familia real ashanti. Fue capturada y esclavizada de niña y transportada a Jamaica con otros miembros de su familia. Allí trabajaban en una hacienda cañera en la parroquia de Saint Thomas Parish. En algún momento se asoció con el movimiento cimarrón y junto a sus hermanos Cudjoe, Quao y Johnny escaparon para integrarse al grupo del Blue Mountain. Nanny llegó a ser la líder de su comunidad y logró enfrentar con éxito a los británicos por 30 años, durante los cuales rescató a unos 800 esclavizados, quemó muchas plantaciones, se apoderó de armas y alimentos de los británicos. Fue una excelente militar; una gran curandera con hierbas, y la líder espiritual de su comunidad. Fue asesinada en 1733 por un traidor, un mercenario infiltrado en sus filas por los británicos. Pero eso no amainó la lucha de los cimarrones, que terminaron obligando a los británicos a firmar un tratado con ellos en 1739, mediante el cual lograron autonomía para los cinco pueblos que controlaban y libertad para todos sus ocupantes.
En 1553, Alonso de Illescas junto con otros esclavizados establecieron una comunidad cimarrona en Esmeraldas, Ecuador. Se aliaron con el pueblo indígena de la región y mantuvieron a los españoles a raya hasta 1585.
Pero estos primeros movimientos por la autonomía tuvieron otra expresión: el esfuerzo por fundar verdaderos estados. Los afrodescendientes lograron concretar este proyecto al menos en dos ocasiones:
En Brasil, en 1670, Ganga Zumbi condujo a un grupo de rebeldes a la fundación de la República de Palmares. Ya no se trata de territorios libres, sino de la creación de un estado independiente. Palmares, un territorio del tamaño de Portugal, tenía ministros de estado y gobernadores territoriales. Nótese que fue anterior a la independencia de los Estados Unidos, que se declaró en 1776. Mantuvo su independencia por 67 años, cuando fue conquistado y reincorporado como colonia por los portugueses.
Ganga Zumbi condujo a un grupo de rebeldes a la fundación de la República de Palmares, con un territorio del tamaño de Portugal, en 1670.
Otro caso notable es el de los garífunas. Un grupo de africanos que venía a bordo de dos barcos españoles que naufragaron en 1635, se rebelaron y lograron deshacerse de sus captores, luego establecieron una alianza con los indios caribes. Para 1683, se estima que los negros fugitivos en la Isla de San Vicente rondaban los 3000. Denominados “tamu” (siervos) por los caribe, antes de terminar el siglo XVII constituían ya el grupo dominante de la isla. En 1719, lograron repelar la invasión inglesa y mantuvieron su independencia. Convirtieron la isla en una nación próspera.
En 1795, los garífunas lucharon al lado de los franceses revolucionarios, pero perdieron la guerra y en 1797 fueron exilados por los ingleses que estaban hartos de su espíritu indomable. Dos buques de guerra y un bergantín condujeron a 5000 de ellos a la Isla de Roatán, Honduras, donde fueron dejados a su suerte por los británicos. (Andrade Coelho, 1995)
Los garífunas se internaron en territorio hondureño, extendiéndose luego a Belice, Guatemala y Nicaragua, donde aún hoy mantienen una comunidad que se estima en unas cuatrocientas mil personas.
Los garífunas, un grupo de africanos que venía a bordo de dos barcos españoles que naufragaron en 1635, se rebelaron, se deshicieron de sus captores y establecieron una alianza con los indios caribes. En 1719, lograron repelar la invasión inglesa y mantuvieron su independencia.
Finalmente, los afrodescendientes lucharon activamente en las guerras de independencia. Esta parte de la lucha no ha sido suficientemente documentada para la zona objeto del presente estudio. Hay una deuda enorme de la historiografía oficial también en este campo. Pero es clara la participación de los afrodescendientes en el proceso, incluyendo la enorme contribución de los haitianos que acogieron y armaron a un Bolívar temporalmente derrotado.
Entre los líderes que participaron en esas justas, pueden citarse a uno de los más insignes afrodescendientes en ese proceso, como lo fue Morelos. Él tuvo el gran honor de emitir en México el decreto del 17 de noviembre de 1810, en el cual quedaba prescrito nombrar a las personas por castas. Todos pasaban a llamarse americanos y no habría esclavitud en el futuro.
Morelos, fue un insigne afrodescendiente, tuvo el gran honor de emitir en México el decreto del 17 de noviembre de 1810, en el cual quedaba prescrito nombrar a las personas por castas. Todos pasaban a llamarse americanos y no habría esclavitud en el futuro.
Además de la lucha de los afrodescendientes de Brasil y de Saint Vincent por crear y mantener estados independientes, destaca el levantamiento de Tupac Amaru II, el más notable precursor de la independencia latinoamericana. Este cacique indígena peruano (1780), un descendiente directo de la familia real incaica, se casó con una mujer afrodescendiente llamada Micaela Bastidas Puyucawa. Tupac, con el apoyo directo de su esposa, logró liberar a la mayor parte del virreinato. Su meta era restituir el Antiguo Imperio de los Incas. Luego de prolongadas batallas, los españoles reconquistaron el virreinato, capturando a Tupac Amaru y a su esposa. Fueron sometidos a la tortura y a una muerte de lo más cruel, en 1781.
Aunque fue derrotada, esta primera guerra a gran escala por la independencia levantó la conciencia en toda la región. Durante su corto reinado, Tupac Amaru II y Micaela Bastidas liberaron a los esclavos, enaltecieron el estatus de las poblaciones indígenas, mestizas y negras y también dignificaron a la mujer. Micaela no fue una figura decorativa. Además de participar con un papel activo en la guerra, formó parte del Consejo Revolucionario, integrado por apenas cinco personas y encabezó reiteradamente algunas de los frentes de lucha, mientras su esposo comandaba en otros. Una carta de ella dirigida a Tupac Amaru, nos da mucha luz sobre la posición que ocupaba, pues reclama al esposo abiertamente el no haber seguido su consejo de lanzarse sobre el Cuzco, decisión que por cierto influyó mucho en la derrota final del ejército libertador. Capturada, torturada y ejecutada de la forma más cruel imaginable, murió con la frente en alto, por haber dado con su esposo la lucha por una América libre, por dignificar la posición de la mujer en medio de aquella tenebrosa cultura colonial, y por haber decretado la liberación de los esclavos.
En 1780, Micaela Bastidas Puyucawa, mujer afrodescendiente, se casó con el cacique indígena peruano Tupac Amaru II. Esta pareja luchó junta, liberó esclavos, enalteció el estatus de las poblaciones indígenas, mestizas y negras; y, dignificó a la mujer.
Mariana Grajales Coello
Fue una parda libre, madre de los hermanos Maceo, quien tomó parte activa en la lucha como enfermera de las fuerzas rebeldes, en Cuba
En la guerra de independencia de los criollos, destacan muchas mujeres afrodescendientes, presentes en la esfera pública, tales como Juana Ramírez (1790-1856), afrovenezolana, conocida como “Juana la avanzadora” por su disposición a entrar en batalla. En mayo de 1813 tuvo una victoria determinante contra las fuerzas realistas con su ejército de amazonas. María Remedios del Valle, afroargentina, quien participó activamente en la lucha contra los ingleses cuando invadieron Buenos Aires. Formó parte del Batallón Andaluz, posteriormente se incorporó a la lucha por la independencia del Virreinato de La Plata, en las fuerzas del general Belgrano. Sus luchas le merecieron el título de "Madre de la Nación", asignado espontáneamente por las tropas. Hay información abundante sobre su lucha en el excelente libro de Jean-Arsène Yao, Los Afroargentinos. ¡Y qué decir de la cubana Mariana Grajales Coello! una parda libre, madre de los hermanos Maceo. Se cuenta que al congregarse el ejército insurgente en la hacienda de los Maceo, ella, crucifijo en mano, los hizo jurar patria libre o muerte, a nombre de Jesucristo, a quien ella calificaba como el primer hombre liberal que caminó en este planeta. Durante la guerra de los diez años, perdió a su marido y la mayor parte de sus hijos. Tomó parte activa en la lucha como enfermera de las fuerzas rebeldes.
Podríamos seguir, porque habría que mencionar a las mujeres del mercado quienes tuvieron que ir a vender sus productos al término de su esclavitud, cuando los hombres negros se quedaron sin empleo. La historia es larga y requiere aún mucha investigación.
La cubana Mariana Grajales Coello, una parda libre, madre de los hermanos Maceo, luchó activamente en los procesos de independencia.
La revolución haitiana debe verse como una continuación de la lucha de los afrodescendientes por la libertad, por controlar su propio destino. En el contexto de la Revolución Francesa, un movimiento que comenzó entre la clase alta educada, fue extendiéndose a las masas negras y acabó en una lucha armada conducida por François Dominique Toussaint-Louverture, el libertador.
Haití fue la primera nación latinoamericana que decretó la liberación de los esclavizados.
La principal herencia de la revolución haitiana para las poblaciones afrodescendientes fue el haber derrotado los mitos más perversos del racismo: la supuesta superioridad absoluta de los europeos, al confrontar y derrotar militarmente a las tres mayores potencias europeas. En efecto, Haití entró en guerra con los españoles, la Francia de Napoleón y los británicos y en todos los casos salió airoso. Haití fue la primera nación latinoamericana que decretó la liberación de los esclavizados.
Este acto heroico de los haitianos, jamás fue perdonado por las potencias y fue aislado y acosado incluso por los latinoamericanos, a pesar de que contribuyó generosamente a la causa bolivariana.
Durante la revolución, Haití entró en guerra con los españoles, la Francia de Napoleón y los británicos; y, en todos los casos, salió airoso.