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I

ÁFRICA, ESPAÑA Y AFRICANOS EN EL MUNDO PRECOLONIAL
Belad-es-Sudán

Ahora bien, la gran mayoría de los africanos esclavizados y traídos a América procedían de la zona que los árabes llamaron Belad-es-Sudán, o sea, la tierra al sur del Sahara, el “país de los habitantes negros”. Uno de los reinos que se formaron y florecieron en esas tierras antes de la llegada de los europeos, fue Ghana. Se fue formando lentamente como estado, aprovechando su posición geográfica para controlar el comercio entre el sur y el norte africanos. A base de cobrarles tributos a los comerciantes, a cambio de lo cual ofrecían protección policial, Ghana comenzó un acelerado proceso de expansión alrededor del año 800 después de Cristo. El ejército ghanés, sin ser un ejército profesional, llegó a ser enorme, al punto de que El Bekrhi, un estudioso árabe, decía en 1067 que el ejército ghanés incluía cuarenta mil arqueros.

Sabía usted

La gran mayoría de los africanos esclavizados y traídos a América procedían de la zona que los árabes llamaron Belad-es-Sudán, o sea, la tierra al sur del Sahara, el “país de los habitantes negros”.

La sede o corazón del reino de Ghana estaba constituido por dos ciudades gemelas: Ghaba, asiento del gobierno y Kumba‑Saleh, donde residían el pueblo, los viajeros y los comerciantes árabes. Ghana logró no solo el progreso económico sino también un sistema efectivo de policía y un gran desarrollo cultural, dando especial impulso al arte.

Con el tiempo, Ghana fue conquistada por otro pueblo, el de los almorávidos y, aunque recuperaría su libertad aprovechando que los conquistadores se sumaron a la invasión de los moros a España, fueron finalmente dominados y reducidos al vasallaje en el siglo XII por los sosso.

Como sucesor de Ghana emergió el reino mandingo de Mali. En efecto, al igual que los ghaneses, encontramos que el reino de Mali formaba parte de los territorios conquistados por los sosso en el siglo XIII. La tradición dice que el rey de los sosso al conquistar a los mandingo, mató once de los doce hijos del rey. Dejó vivo a uno por ser discapacitado. Irónicamente fue este quien, superó sus limitaciones reorganizó a su pueblo y no solo vengó a los suyos matando a Sumangurú el rey sosso, sino que en cinco años completó la conquista total del antiguo reino ghanés. Su nombre era Sundiata. Bajo su dirección Mali surge a la historia como un reino tributario, con un ejército permanente.

Recuerde

Ghana logró no solo el progreso económico sino también un sistema efectivo de policía y un gran desarrollo cultural, dando especial impulso al arte.

Mali extendió sus dominios, explotando con mejores resultados el comercio con los árabes. Convertidos a la fe islámica, los maleses dieron gran impulso a la cultura. Durante el reinado de Mansa Musa, nieto de Sundiata (1307) Mali extendió su comercio al Mediterráneo y aparece en los mapas de países europeos. Mansa Musa incluso llevó a su reino a artistas españoles, cuya contribución es evidente en los restos arquitectónicos encontrados en la región.

En Mali, se fundó la Universidad de Tombuctú, en el que renombrados sabios y maestros musulmanes se dedicaron a la enseñanza. Hoy día se llama Universidad de Sangora.

Dice sobre ellos el escritor árabe Ibn Battuta (s. XIV)

“Son buenos musulmanes, observan la hora de la oración, memorizan trozos del Corán, y estudian libros de leyes. Son justos, y el extranjero puede andar entre ellos sin temer. Sus sultanes son implacables en la aplicación de las leyes".

El fin del reino de Mali vendría como resultado de la rebelión de sus vasallos. En 1335, Ali Cohen, príncipe de Songhai a quien los maleses mantenían como rehén, logró escapar y organizó una victoriosa revuelta que culminó con la expulsión de los maleses. A mediados del siglo XV, Sonni Ali, el monarca de turno, capturó Tombuctú y Jenne (otro centro de poder y cultura de Mali) e impuso su dominio.

Pero la gran hora de Songhai llegó durante el reino de Askia Muhamed, general del ejército que dio un golpe de estado contra la dinastía de Sonni Ali, organizó el reino en provincias frente a los cuales puso amigos y familiares de entera confianza, creó oficinas centrales equivalentes a ministerios de gobierno (justicia, agricultura y finanzas, entre otros). Designó recolectores de impuestos en cada comunidad, inspectores de comercio, y uniformó el sistema de medidas y pesas en todo su territorio.

La organización estatal de Songhai superaba a la mayor parte de los estados africanos y europeos del siglo XV en cuanto a su eficiencia. Songhai continuó la tradición, dando gran impulso a la obra cultural en Tombuctú y Jenne. Desarrolló un intenso comercio con el norte de África, al tiempo que vendía sal y otros productos al sur. Sus relaciones comerciales incluían a España y Alemania. Dice Leo Africanus, moro capturado por piratas y regalado al Papa León XI. En Songhai:

"Hay una gran cantidad de doctores, jueces, sacerdotes, y otros hombres cultos, mantenidos a cuenta del rey, y se importan muchos manuscritos y libros de Barbaria, que se venden más caro que cualquier otra mercadería. La moneda de Tombuctú es el oro... pero en asuntos de poco valor usan ciertas conchas traídas de Persia".

Posiblemente eran conchas conocidas como cauri, que se usaron extensamente como moneda en África.

Sabía usted

En Mali, se fundó la universidad de Tombuctú, en el que renombrados sabios y maestros musulmanes se dedicaron a la enseñanza. Hoy día se llama Universidad de Sankore.

Lamentablemente Songhai se comprometió en el comercio de esclavos a gran escala, lo cual provocó una larga cadena de disputas internas y conflictos externos. La lucha intestina por el poder los debilitó aún más y, finalmente, el mansur de Marruecos, quien en 1589 cruzó el desierto al mando de un ejército de soldados propios y mercenarios europeos, equipados con armas de fuego, logró vencer la heroica resistencia de los soldados de Songhai. Saqueada y destruida, Songhai desapareció como estado de la escena mundial.

Otro ejemplo interesante y pertinente para este ensayo, es el de la Federación Ashanti, ya que una buena parte de los afrocaribeños de habla inglesa, descienden al menos parcialmente de los ashanti. Estos pueblos proveyeron gran parte de los africanos arrebatados de su tierra y esclavizados en Jamaica y otras islas caribeñas. Los ashanti forman parte de la cultura akan, pueblo de una rica cosmovisión y una tradición muy abundante de ficción oral.

También es interesante su sentido de comunidad. La comunidad se consideraba compuesta por los ancestros, los vivientes y los nonatos. Por eso, era obligación de cada persona, salvaguardar el ambiente para permitir la continuidad de la comunidad.

Máscara de oro de Kofi Kolkalli

Kofi fue un rey ashanti, grupo étnico de la actual República de Ghana, al oeste de África

Los ashanti tenían un estado federado. Cada uno de los miembros era gobernado por un rey o jefe de estado, y una reina que legalmente recibía el título de reina madre, aunque casi siempre era su hermana o tía. El rey (omanhene) era siempre masculino, pero la sociedad ashanti era matrilineal. El jefe de la federación (asanthene) también tenía que ser hombre, pero igualmente gobernaba a la par de una reina madre, la cual distaba mucho de ser decorativa, ya que no solo podía llamarle la atención al rey en público, sino que era la que nominaba, de entre sus sobrinos, quien habría de suceder al rey en el trono.

Los roles de mujeres y hombres estaban bien definidos. A los varones se les educaba para que cuidasen a su madre y a sus hermanas. A la vez, se les prohibía hacer tareas “femeninas” tales como barrer el piso, cocinar o comer con las mujeres. No obstante, se tenía a las niñas en alta estima, considerándolas una bendición. (Fisher, 1998: 75-82).

Sabía usted

Buena parte de los afrocaribeños de habla inglesa, descienden al menos parcialmente de los ashanti, pueblo de una rica cosmovisión y una tradición muy abundante de ficción oral, parte de la cultura akan.