Uno de los primeros elementos por desarrollar en el marco de un Proyecto de Graduación es el diagnóstico y la justificación de la intervención que se propone. En este apartado, se debe realizar un análisis estructurado de la situación existente, para vislumbrar la situación deseada/mejorada, con la ejecución del proyecto.
En su obra “Diagnóstico social: conceptos y metodología” (2001), Aguilar y Ander aportan la siguiente definición de diagnóstico social:
[…] proceso de elaboración y sistematización de información que implica conocer y comprender los problemas y necesidades dentro de un contexto determinado, sus causas y evolución a lo largo del tiempo, así como los factores condicionantes y de riesgo y sus tendencias previsibles; permitiendo una discriminación de los mismos según su importancia, de cara al establecimiento de prioridades y estrategias de intervención, de manera que pueda determinarse de antemano su grado de viabilidad y factibilidad, considerando tanto los medios disponibles como las fuerzas y actores sociales involucrados en las mismas. (Aguilar y Ander, 2001, pp. 31-32).
En este sentido, la fase diagnóstica implica una caracterización y un análisis detallados del contexto, ya sea, por ejemplo, de una organización social, institución policial o comunidad. Es necesario brindar comprensión del problema o la necesidad que se presenta, cuáles son sus causas, condiciones y posible evolución en caso de implementar el proyecto o de que no se realice alguna intervención.
Lo anterior brinda soporte para elaborar la justificación del proyecto, porque, al comprender ampliamente el problema o necesidad y su probable evolución, permite señalar las consecuencias:
Se puede, entonces, ofrecer respuesta a la interrogante:
Además, es en esta fase diagnóstica que se realiza también el Mapeo de Actores Clave (MAC) del Proyecto; es decir, la identificación de actores de la localidad, institución u organización, sus acciones, objetivos, relaciones y comportamientos (Tapella, 2007). La herramienta MAC considera que la realidad social está cimentada en relaciones sociales (Tapella, 2007) y, conocer este contexto del problema o necesidad que se pretende impactar, permite gestionar viabilidad a la solución óptima.
…en el mapeo de actores hay que identificar roles y poderes de los actores sociales más relevantes. El MAC debe mirar más allá del panorama superficial de roles de los diferentes actores: ¿quién presiona y por qué? ¿Quién no es escuchado? ¿Quiénes son los afines y quiénes los opuestos?, ¿qué capacidad de influenciar las acciones de otros tienen determinados actores?, ¿cuáles son más vulnerables?, etc. (Tapella, 2007, pp. 2-3).
Finalmente, sobre el diagnóstico y la justificación, se recomienda:
Como material de apoyo para el proceso de elaboración del diagnóstico y de MAC, además de las referencias bibliográficas señaladas, se recomienda la consulta del siguiente audiovisual:
Universidad Nacional Autónoma de México (2020, 28 de abril). Unidad 3. La determinación del problema. 2020 [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=BegxrfVgevI&list=PLgY0OtMe9Kv2_l9DEv5brF5oVOqlPUJYb&index=1&t=107s
Universidad Nacional Autónoma de México (2020, 20 de abril). Unidad 3. Análisis de involucrados. 2020 [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=UXDbmxS1y64
El modelo de Marco Lógico es una metodología que se utiliza para la formulación de proyectos y se utiliza a nivel global.
En un primer momento, a la hora de desarrollar un proyecto, se debe identificar cuál es el problema central que aqueja una situación determinada. Esto se puede realizar imaginando la situación ideal y al compararla con la situación actual. En este momento, usted puede revisar cuál es la brecha entre la situación ideal y la situación actual; es decir, por qué no se encuentra en la situación ideal. En la mayoría de las ocasiones, esto puede ayudar a identificar el problema la brecha correspondría al problema que se debe solventar.
Sin embargo, el problema no se genera por sí solo. Más bien, está constituido por varias causas y son propiamente las que generan el problema. Por ello es importante, a la hora de identificar el problema, detectar las causas que lo generan.
Una vez que se tienen reconocidas las causas del problema, el problema principal y los efectos que este problema genera, se deben visualizar al utilizar como base el esquema de “árbol de problemas”.
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), “La dimensión territorial en el marco de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible: guía metodológica para la planificación estratégica de un territorio”, Documentos de Proyectos (LC/TS.2019/58), Santiago, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2019. Recuperado de: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/44872/1/S1900621_es.pdf
El árbol de objetivos, solamente, se puede realizar una vez que el árbol de problemas haya sido completado. Esto porque el árbol de objetivos debe funcionar como un espejo simétrico del esquema árbol de problemas.
De esta forma, las causas que, inicialmente, generaban un problema, ahora, van a ser un objetivo específico que contribuirá a alcanzar la solución del problema. El problema troncal, que se identificó en el árbol de problemas, ahora, deberá convertirse en el objetivo general mediante su positivización. Este objetivo representará la manera en la que el problema se solucionará.
Por su parte, los efectos serán ahora los efectos del problema solucionado mediante el objetivo general. Una vez que todos hayan sido identificados, deberá plantearse formalmente en el esquema de árbol de objetivos.
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), “La dimensión territorial en el marco de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible: guía metodológica para la planificación estratégica de un territorio”, Documentos de Proyectos (LC/TS.2019/58), Santiago, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2019. Recuperado de: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/44872/1/S1900621_es.pdf
Una vez que el árbol de objetivos haya sido correctamente desarrollado, los objetivos específicos identificados en la raíz del árbol deben plantearse formalmente en un acápite denominado objetivos. Esto debe realizarse de la misma forma con el objetivo general. No se pueden desarrollar los objetivos previo al uso de los árboles de problemas y objetivos, pues rompería con la lógica de la metodología.
El abordaje teórico conceptual es una especie de marco limítrofe que se establece para cada uno de los proyectos que se desarrolla. En este sentido, se debe realizar un análisis completo de toda la teoría existente relacionada con la temática que abordará el proyecto y especificar claramente los conceptos clave en el marco de este análisis teórico.
Al seguir con la metodología, se debe seleccionar una estrategia óptima. Esto significa una estrategia que será más útil para alcanzar un objetivo fijado (en este caso, el planteado en el árbol de objetivos como el objetivo general). Para ello, existe toda una metodología que basa su análisis en un esquema determinado.
Al utilizar el esquema formal para este análisis, se plantearán, entonces, posibles alternativas para dilucidar el problema identificado. Estas alternativas deben estar alineadas con el objetivo general. Es importante realizar este razonamiento, pues se deben identificar todas las formas posibles para alcanzar la solución del problema.
Finalmente, cuando las alternativas hayan sido planteadas, se realizará el estudio técnico de cada alternativa al identificar, principalmente, su eficacia en el alcance del objetivo y lo más importante la posibilidad real de poder aplicarlo.