El IMN define el término red como conjunto de estaciones de observación. Costa Rica cuenta con una red nacional, la cual está constituida por las diferentes estaciones, dependiendo de su funcionalidad. En el país hay red sinóptica, red climatológica y red aerológica (Brenes y Saborío, 2010: p. 54). Los sistemas de redes nacionales alimentan una red mundial, que permite un monitoreo y estudios en escala global.
Costa Rica ha dado grandes pasos en materia de meteorología y climatología pues cuenta con sistemas de redes avanzados que permiten la realización de estudios desde el impacto del cambio climático y biodiversidad hasta estudios de cómo el clima incide en productos agrícolas, en escala nacional.
Desde 2011, se cuenta con una red nacional de estaciones para monitorear el cambio climático. La red está constituida por seis estaciones que se ubican en diferentes áreas protegidas, cerca de estaciones tradicionales o convencionales para realizar análisis comparativos de los datos históricos y los actuales. La primera está en el cantón de Mora, en la Universidad para La Paz.
Todo este sistema es alimentado por energía solar; los instrumentos recolectan información de dirección y velocidad del viento, humedad relativa y radiación ultravioleta. Son estaciones automáticas.
Otro ejemplo de red reciente en Costa Rica es la agroecológica ubicada en la vertiente atlántica, donde la Corporación Bananera Nacional (Corbana), y el Centro de Investigaciones Geofísicas (CIGEFI) de la UCR, crearon el proyecto conocido como Banaclima. Corbana, supervisada por CIGEFI, instaló alrededor de 11 estaciones meteorológicas automatizadas en la zona del Caribe del país con el propósito de monitorear el impacto de las condiciones climáticas en la producción de banano y así reducir los efectos negativos. Con esta información, el productor puede hacer un adecuado uso de los fertilizantes.