La figura de prosumidor ya se ha mencionado (en el módulo 1) como la actividad que realizan las personas usuarias de internet quienes consumen y producen contenido. La tendencia escala esta práctica a medida que las personas, las familias y las comunidades producen y consumen productos y servicios en nuevos formatos flexibles. Se apoyan en las plataformas de economía colaborativa y en los modelos innovadores de producción individual, familiar y comunitaria.
Una familia puede producir energía. Luego, puede compartirla con un proyecto comunitario o puede venderla. Esa misma familia forma parte del Proyecto Huerta Comunitaria. Esa huerta tiene un permiso del gobierno local para que sea ubicada y desarrollada en un parque. Los viernes se cosecha y se distribuye entre los participantes. Los excedentes son vendidos los sábados en la mañana.
Esta comunidad se ubica en una zona turística, eso ha facilitado que varias familias ofrezcan cenas temáticas un día de la semana. Esa actividad es promocionada en la feria de los sábados y en las plataformas que ofrecen servicios de transporte y tours.Además, la huerta en el parque es un punto visitado por los turistas.
Dada la mínima participación de las empresas tradicionales y la complejidad de las transacciones en las actividades comerciales mencionadas, buena parte de este comercio es invisible.
La economía colaborativa promueve a los prosumidores. Este fenómeno ya fue explicado anteriormente en el texto y conviene recordarlo, pues también favorece el comercio invisible, a medida que las personas que no figuran, como empresas o profesionales independientes en el formato tradicional, producen, generan valor, comparten y consumen. Asi figuran invisibles para la economía tradicional.