Asesores digitales y curadores de contenido
El contenido valioso es la música en medio del ruido. Las personas pueden sentirse abrumadas fácilmente por la información que surge en sus redes sociales, en los sitios que visita y en las aplicaciones. Navegar internet puede ser un espacio confuso, saturado. Las posibilidades de tomar decisiones y de mantener el ritmo de la vida digital ha provocado que crezca el valor del contenido relevante.
Según Dijck (2016), “la mayoría de las plataformas creadas en la época de la web 2.0 iniciaron siendo servicios indeterminados: pensados para el intercambio de contenidos comunicacionales o creativos”. Estas plataformas de servicios indeterminados han visto emerger profesiones o emprendimientos innovadores como los bloggers, youtubers, instagrammers.
Esas nuevas profesiones o emprendimientos tienen como propósito crear contenido relevante en una temática. El formato puede ser texto, fotografía, videos, audios. De esta manera, las personas se especializan y promueven su contenido en la plataforma seleccionada.
Su intención es convertirse en un destino digital para encontrar contenido relevante, consejos, datos, asesoría, inspiración, etc. Convertirse en una fuente confiable es el reto, ya que las personas los siguen, comparten su contenido y los recomiendan. El volumen de seguidores hace viable la dedicación tiempo completo a este emprendimiento.
La mayoría de estas profesiones emergentes se desenvuelve alrededor de quien lo protagoniza. Dichas personas pueden comercializar anuncios, sus habilidades y conocimientos, o espacios en programas en otros medios.
Paralelamente, las empresas comprenden la necesidad de superar los anuncios tradicionales y procuran dejar de ser anunciantes para convertirse en editoras. Esta estrategia comprende la participación política, la atención a las causas y la creación de contenido útil relacionado con la marca.
Los anuncios dedicados a describir el producto dan paso a los que manifiestan posturas políticas o apoyan causas. Los anuncios que ofrecían promociones u ofertas ahora son invitaciones a actividades presenciales o digitales en los que los participantes aprenden o comparten intereses.
Según Guallar y Leiva (2013), “los curadores de contenidos son individuos con una pasión por un tema que encuentran, producen, contextualizan y organizan información sobre dicho tema”. Proveen actualización y un enfoque consistente que les facilita a los usuarios o a los seguidores mantenerse informados.
Los curadores agregan contexto, opiniones o voz a los contenidos. Reconocen la fuente y el enlace si proviene de otro sitio y respetan los derechos relacionados con la generación original de la información o contenido. “Los curadores emergen como un filtro crítico que ayuda a nichos de consumidores a encontrar contenido valioso descubrir armonía dentro del ruido” (Guallar y Leiva, 2013).
Finalmente, es necesario incluir la actividad asesora que pueden asumir todas las personas usuarias de internet. Esta estrategia comercial ha crecido y se consolida con plataformas de asesoría sobre servicios y productos.
Un ejemplo que democratiza la asesoría y la calificación de los servicios turísticos es Trip Advisor. El sitio o aplicación favorece la calificación y la categorización de servicios turísticos. También ofrece opciones para que se hagan reservaciones. La gran diferencia es que los asesores o curadores de contenido son usuarios de los lugares que se ofrecen.