El Ciclo de Inteligencia tiene sus raíces en la evolución de las prácticas militares, particularmente a partir de las Guerras Napoleónicas. Durante ese período, el ejército prusiano, bajo figuras como el general Carl von Clausewitz, destacó la importancia de la información para la toma de decisiones en combate. A lo largo del tiempo, especialmente a mediados del siglo XX, se formalizó el proceso, primero como herramienta pedagógica y luego como doctrina en las operaciones de inteligencia.
En el ámbito de las agencias de inteligencia para la Seguridad Pública, se debe dimensionar diversos limitantes que podrían afectar un adecuado desarrollo de la aplicación de ciclo de la inteligencia policial, tales como:
- Protección de derechos individuales: Una de las limitaciones más importantes de la inteligencia policial es el equilibrio entre la recolección de información para mantener la seguridad pública y la protección de los derechos y la privacidad de las personas. Si no se gestionan adecuadamente, las prácticas de vigilancia y recolección de datos pueden ser invasivas, lo que puede causar problemas legales y de confianza pública. En el caso Costarricense la Ley 8968 de Protección de la Persona frente al tratamiento de sus datos personales establece los lineamientos sobre la materia incluyendo el accionar de las agencias de Seguridad y el alcance que pueden tener. Lo más recomendable es que las diversas agencias de inteligencia establezcan un protocolo general que garantice ciertos estándares o comportamientos básicos que se pueden aplicar durante la fase de recopilación de información.
- Sesgos y prejuicios: Los sesgos y prejuicios, ya sean conscientes o inconscientes, pueden afectar las diversas etapas del ciclo de la inteligencia. Estas influencias pueden distorsionar tanto la recolección como el análisis de la información, generando interpretaciones sesgadas y decisiones inadecuadas. Por ello, es fundamental reconocer que el ciclo de la inteligencia no es solo un proceso teórico, sino que requiere el desarrollo de capacidades específicas para garantizar que quienes participan en sus distintas etapas apliquen metodologías rigurosas y procedimientos adecuados. La formación constante, la supervisión y la implementación de políticas de calidad son esenciales para mitigar el impacto de creencias personales, experiencias previas y estereotipos.
En este sentido, el Manual de Inteligencia Criminal para Analistas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, 2011) enfatiza uno de los axiomas fundamentales del análisis de inteligencia:
“Evite la proyección en el espejo a toda costa. La proyección en el espejo es proyectar su propio proceso de pensamiento o sistema de valores en otra persona. Sus objetivos son criminales. Su mentalidad es completamente diferente. Debe aprender a pensar como ellos” (Naciones Unidas, 2011, 15).
Un axioma, en este contexto, se entiende como una idea que se considera verdadera sin necesidad de prueba y que sirve como base para el razonamiento. A partir de este principio, es posible derivar varias consideraciones clave para minimizar los sesgos no solo en el análisis de inteligencia criminal, sino también en la aplicación de las distintas etapas del ciclo de la inteligencia:
- Ser conscientes de los propios sesgos: Es importante que todos los involucrados en el proceso de inteligencia sean conscientes de cómo sus propias creencias y experiencias pueden afectar la forma en que interpretan la información. La mentalidad de una persona involucrada en actividades delictivas es muy diferente a la de quien está trabajando en el análisis de esa información, por lo que no siempre se puede juzgar sus acciones y motivaciones desde una perspectiva convencional.
- Realizar análisis objetivos: Para obtener inteligencia precisa y útil, es importante basarse en hechos verificables, evitando suposiciones o juicios personales. Esto significa verificar la información de manera constante y estar abiertos a cambiar las conclusiones si aparecen nuevos datos.
- Evitar prejuicios en la recolección de datos: Es fundamental estar alerta a la posibilidad de que las creencias personales afecten qué información se busca y cómo se interpreta. Un enfoque sesgado en la recopilación de datos puede distorsionar el análisis y conducir a conclusiones erróneas. Comprender y mitigar los sesgos en el ciclo de la inteligencia es esencial no solo para mejorar la calidad del análisis, sino también para garantizar que las decisiones se basen en información precisa y confiable. Los sesgos pueden distorsionar la interpretación de datos, afectando la efectividad de las estrategias y operaciones basadas en inteligencia. Al no reconocer y abordar estos prejuicios, se corre el riesgo de tomar decisiones erróneas, ineficaces o incluso contraproducentes, lo que limita gravemente el impacto de la inteligencia en la prevención y resolución de delitos. Por tanto, garantizar un proceso de análisis libre de sesgos es clave para maximizar la efectividad de las intervenciones y políticas basadas en inteligencia, fortaleciendo la confianza y legitimidad en las decisiones institucionales.
- Saturación y tratamiento de datos: Las organizaciones de inteligencia pueden encontrar un desafío al procesar y analizar una gran cantidad de datos. La acumulación o saturación significativa de datos, pero no necesariamente de alta calidad, puede ser el resultado de escasa actividad de tratamiento o la invisibilización de esta actividad en el ciclo. Araneda G (2022) expone los datos deben cumplir con ciertos principios tales como: exactitud, complejidad, integridad, actualización, coherencia, relevancia, accesibilidad, confiablidad. Esto dimensiona la importancia del tratamiento de la información cómo mecanismo de control para que la información recopilada en las diversas fuentes permita cumplir con estos principios.
- Falta de capacitación y recursos: La inteligencia policial requiere personal y recursos adecuados. La falta de inversión en capacitación y actualización, puede limitar la capacidad de las organizaciones para realizar inteligencia. Es esencial capacitar y perfilar al personal en las diferentes etapas y fases del ciclo de la inteligencia. No se debe asumir que una persona puede o debe desarrollar todas las etapas (sesgos), sino que debe existir una estructura a partir del ciclo, capacidades, que genere una cadena de valor para que cada área pueda cumplir con las etapas.
A continuación, se le presentará la opinión de un experto internacional en el tema de Inteligencia Policial sobre los papeles o roles del personal en inteligencia: - Cambio constante de amenazas: La naturaleza cambiante de las amenazas y delitos requiere que las organizaciones de inteligencia se adapten y actualicen sus enfoques y tácticas. La incapacidad de adaptarse a los cambios puede conducir a la obsolescencia de las estrategias y técnicas utilizadas. La correcta aplicación del ciclo de la inteligencia permite que los diferentes niveles de las agencias de inteligencia (estratégico, operativo y táctico) puedan desarrollar acciones preventivas, proactivas y anticipativas, debido a la naturaleza cíclica y continua del proceso. El ciclo de la inteligencia consta de varias etapas interconectadas, con una última fase de retroalimentación que bien desarrollada logrará que el ciclo se mantenga actualizado y adaptado a los cambios en el entorno. Este aspecto se vuelve aún más relevante al considerar las críticas al modelo tradicional del ciclo de inteligencia. La crítica principal al modelo convencional es que no refleja cómo la inteligencia interactúa con su entorno ni cómo los factores externos influyen en la toma de decisiones. A partir de esta crítica, entendemos que, mientras que el modelo tradicional era lineal, en realidad el proceso es dinámico. La flexibilidad del ciclo de inteligencia depende del orden, la organización y la respuesta a los diversos cambios, ya sean globales o locales. Es importante destacar que no hay una única forma de aplicar el ciclo de inteligencia. Existen consideraciones clave, como los posibles sesgos en las etapas de recolección, procesamiento y análisis, y estos dependerán en gran medida de la estructura interna de cada agencia. Así, la adaptabilidad y la capacidad de ajustarse a nuevas realidades son fundamentales para la efectividad de las estrategias de inteligencia.
- Confusiones entre inteligencia y análisis criminal: Aunque el ciclo de la inteligencia y el ciclo de la información son dos procesos diferentes, se encuentran relacionados, en el caso del ciclo de la inteligencia se centra en amenazas, actividades criminales, grupos delictivos, objetivos reincidentes. Según Tudela (2014) “utilizando antecedentes de fuentes abiertas o cerradas, a menudo obtenidos con técnicas intrusivas, para apoyar la investigación criminal y la persecución penal”, mientras que el ciclo de la información en análisis criminal se refiere al “estudio de individuos, grupos, conductas, incidentes y hechos criminales o que pueden constituir delito, con el fin de identificar patrones, infractores, víctimas, tendencias y la estructura deportunidades para la comisión de delitos, incluyendo factores que inciden en los problemas de inseguridad (objetiva y subjetiva).” (Tudela P, 2015, pp. 114).
A continuación, se le presentará la opinión de un experto internacional en el tema de Inteligencia Policial sobre la diferencia entre el análisis del delito y el análisis de inteligencia: