La difusión de la información es la etapa en la que el producto de inteligencia se entrega a sus destinatarios (partes interesadas) a través de canales que garanticen seguridad, confidencialidad y oportunidad. Sin embargo, esta fase no debe considerarse un simple trámite administrativo; implica asegurar que la inteligencia sea aceptada y utilizada de manera objetiva, adaptándose a las necesidades de quienes la recibirán y respondiendo eficazmente a las circunstancias.
En este contexto, la norma técnica ISO 27000:2021, que proporciona una visión general de los Sistemas de Gestión de la Seguridad de la Información (SGSI), establece lineamientos clave para garantizar la integridad y protección de la información.

El cumplimiento de estos estándares permite minimizar incidentes de seguridad y garantizar la continuidad operativa. La aplicación de esta norma es una buena práctica que las agencias de inteligencia deben replicar, no solo para proteger su información, sino también para garantizar que su difusión sea segura, precisa y oportuna.
Además, la difusión de la información constituye un elemento estratégico tal como lo menciona Platt (1957): "En contraste con el documento científico, un documento de inteligencia tiene un único propósito: ser útil a los intereses nacionales bajo las circunstancias actuales". En otras palabras, la información de inteligencia solo cumple su función cuando ayuda a resolver un problema particular. Esto subraya la importancia de garantizar su oportunidad, asegurando que el producto sea utilizado en el momento en que realmente conviene o es necesario.
Como se ha indicado:
Existe la necesidad de divulgar informaciones, a fin de que el desarrollo de acciones policiales sea generado con eficiencia y eficacia, pero a su vez existe la necesidad de protegerla ante captaciones, divulgaciones no autorizadas, manipulaciones, desinformaciones y otros actos que cometidos por el propio personal o por elementos ajenos a la Institución generen un riesgo, lo cual podría ser un daño a la Imagen Institucional y una pérdida de confianza ante las labores desarrolladas en materia de Inteligencia Policial". (Quirós, 2021)
Así mismo en contraste es importante entender que:
Si la información es sobreprotegida y las normas de protección se incrementan, esto podría dificultar su adecuada divulgación. Como resultado, la información podría no ser remitida de manera ágil, lo que generaría una difusión riesgosa, ya que las informaciones no llegarían a sus destinatarios a tiempo. Esta situación afectaría directamente las funciones de la agencia de inteligencia, donde se espera que la información, que debe ser oportuna, veraz y pertinente, sea entregada de manera adecuada y en el tiempo requerido. De este modo, los usuarios internos o externos que necesiten la información podrían no obtenerla dentro del tiempo adecuado ni de manera adecuada para su uso conforme a las potestades legales o administrativas que les competen. (Quirós, 2021)
Sobre los medios de difusión utilizados para la entrega de información, dependerá en gran medida de la disponibilidad de medios y recursos disponibles, así como la categorización de los niveles de seguridad de la información, con el fin de evitar la exposición de información sensible, especialmente de grupos y personas. En ese sentido, el objetivo es garantizar que los productos de inteligencia sean distribuidos de manera segura a través de buenas prácticas y la creación de protocolos o directrices que regulen las formas de difusión dentro de las agencias de inteligencia.
Otro aspecto de interés que es parte del control interno y de los mecanismos de seguridad de la información, es la capacidad de darle trazamiento (seguimiento) a los productos de inteligencia que se remitan, documentando la información básica de su destinatario (nombre, correo electrónico, fecha de remisión de la información) y que de manera periódica se verifique entre remitentes y destinatarios el uso eficiente de los productos de inteligencia, lo cual nos llevará a la última etapa.