Una
vez que esté lista la versión definitiva,
se sugiere dar un nombre representativo a la aplicación.
Este nombre debe expresar el contenido y propósitos
del multimedio.
Al
respecto, René Muiños, en el libro
Producción y edición de textos didácticos
(UNED, 1999) afirma lo siguiente:
"Es
un elemento de gran importancia, al punto que
la mayoría de las veces la actitud favorable
para acometer una lectura cualquiera depende en
mucho de la sugestividad del título. Su
importancia didáctica no es menor, pues
un buen título, además de sugerir,
debe darnos una indicación clara de su
contenido.
"Algunos
piensan que el título debe coincidir exactamente
con el nombre de la asignatura a la cual va dirigido
el multimedio. Lo anterior es objetable, pues
anula el impacto psicológico favorable
a la lectura que un título creativo puede
provocar.
"Por
supuesto, la referencia a la asignatura correspondiente
es importante para orientar al alumno y, si se
quiere hacer, basta agregar un subtítulo
que salve esta necesidad o ser específico
al respecto en la presentación de la obra.
Nuestro consejo a los autores es que no se dejen
llevar por el facilismo del nombre de la asignatura
si su tema y el enfoque que le han dado ofrece
posibilidades de un título original y sugestivo.
No se trata tampoco de ser original a contrapelo
o, por serlo, oscurecer la relación entre
el título y el tema.
"Otro
aspecto que debe ser considerado en el título,
es el de su extensión y su pertinencia.
El título debe ser, por lo general, breve
y conciso, sin especificaciones exageradas que
lo hagan excesivamente largo y monótono
a la manera de los tratados decimonónicos,
donde el título era casi un resumen del
índice.
"Del
mismo modo que no debemos pretender explicar con
el título todas las particularidades del
tema, tampoco debemos, por ser demasiado concisos,
adulterar la correspondencia de uno con el otro.
Si nuestro tratado es de geometría bidimensional
o plana, nuestro libro no se debe titular Geometría,
ni nombrar Historia de Centroamérica a
un texto que sólo aborda las historias
de Costa Rica y de Nicaragua.
"Un
recurso muy eficaz para titular es auxiliarse
de un subtítulo para combinar la referencia
explícita al tema del título con
sus inferencias subjetivas y psicológicas.
Umberto Eco, por ejemplo, titula así uno
de sus estudios más famosos: La estructura
ausente: una introducción a la semiótica.
Con ello, no solamente nos ubica estrictamente
el tema –la semiótica– sino
que nos adelanta su perspectiva crítica
hacia el estructuralismo en boga. Un autor polémico
y brillante, Carlos Marx, prefiere titular su
tratado de la historia y de la naturaleza del
capitalismo nada más que con el nombre
de su producto: El capital."
Asimismo,
debe seleccionarse la imagen que más represente
el propósito de este material, para incluirla
en la etiqueta del disco compacto. Esta imagen
debe ser coherente con la metáfora pedagógica
seleccionada y con el diseño de la interfase.
Luego
se realizan los siguientes procedimientos correspondientes
a su reproducción:
-
Proceso de quemado de los discos. Los quemadores
(grabadores) de CD, se instalan a la computadora
y traen incluido software para hacer las copias.
Se convierten en una unidad más de almacenamiento
de la computadora, como un disquete. Los discos
compactos resultan muy económicos, comparados
con otros sistemas de respaldo.
-
Proceso de etiquetado, para lo cual existen
software que permiten imprimir las etiquetas
así como pegarlas en el disco. Este software
en algunos casos viene incluido en el disco
de instalación del quemador. También
se pueden bajar de Internet distintos software
para la elaboración de carátulas
y etiquetas.
-
Proceso de impresión de los manuales
de utilización, cuando esto sea necesario.
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