Para Leiva (2013: 37), esta técnica “se refiere a la toma de un extracto del lenguaje (…) durante situaciones de producción lingüística espontánea en distintos contextos”, la producción obtenida durante la muestra del lenguaje se transcribe textualmente en un documento, para luego ser analizada.
Esta herramienta, como la denomina Leiva, permite estudiar con mayor detenimiento las dificultades del lenguaje. Es conveniente realizar varias muestras del lenguaje, por ejemplo cada seis meses, en situaciones y lugares diferentes, durante conversaciones naturales y espontáneas.
Por ejemplo, el docente de preescolar puede utilizar varios recursos para tomar la muestra como: viajes imaginarios, laminarios, narración de cuentos, títeres, sociodrama, juego de roles, entre otros.
Madriz y Sibaja (2013: 202) agregan que las muestras de lenguaje “son fáciles de aplicar y ofrecen información valiosa sobre el desarrollo del lenguaje de los niños en etapas tempranas”. Asimismo, marcan una serie de pautas básicas para recolectar la información eficazmente.
Es importante que el docente utilice esta técnica para detectar las dificultades del habla, con el objetivo de apoyar el proceso de estimulación, ya que el trabajo de aula le permite percibir, con mayor exactitud, el lenguaje natural y espontáneo de sus estudiantes. A esta técnica de obtención de datos se le aúna otra técnica denominada “observación”.
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