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Fonética

Según Loría (2010: 30), la fonética “describe la forma en que se producen o articulan todos los sonidos posibles de las lenguas”, en el análisis de este componente se estudian los sonidos del habla para detectar dificultades en la comunicación.

La dislalia es la “dificultad de articular las palabras” (DRAE: 2001). Algunos problemas relacionados con la dislalia son analizados por la fonética articulatoria, otros por la fonética auditiva o bien por la fonética acústica.

Agrega Loría (2010: 31), la fonética articulatoria “se interesa por las posiciones que adoptan los órganos articulatorios durante la producción del sonido y está directamente relacionada con la anatomía y la fisiología de estos”. Es común que los estudiantes no puedan emitir sonidos concretos del habla, ya sea por la alteración de un fonema, por omisión, por sustitución, distorsión, inserción o por una inadecuada “posición tipo” de la lengua, debido a que en la adecuada articulación de los fonemas se debe mantener la posición correcta de cada órgano fonoarticulador.

Para detectar la clase de error que presenta el estudiante, primeramente, se deben descartar daños en el Sistema Nervioso Central, en los órganos fonoarticuladores o bucofonadores, por ejemplo figura palatina y labio fisurado; además, es conveniente distinguir la causa de alteración fonética que presenta:

  • Omisión: cuando al pronunciar una palabra no emite el sonido de alguno de los fonemas, por ejemplo “peo” por pelo.
  • Sustitución: articulación de un fonema en vez de otro, por ejemplo “cayo” por carro.- Distorsión: producción incorrecta de fonemas en una palabra, no una sustitución sino una emisión incorrecta del sonido, por ejemplo “cardo” por carro.
  • Inserción: agregar otro fonema a la palabra, por ejemplo “aratón” por ratón.

La fonética auditiva, también denominada fonética perceptiva, se refiere a la captación de los sonidos del habla a través del oído y estudia la forma en que el niño escucha los sonidos del ambiente. Se ve afectada cuando el estudiante cambia una palabra por otra muy parecida.

La fonética acústica mide las ondas sonoras u ondas de sonido que se crean en el aire al producirse el habla. Estas mediciones se reflejan en espectrogramas donde quedan reflejados los distintos formantes en que se descomponen los sonidos. Esta prueba se aplica cuando el alumno emite un sonido discontinuo al hablar.

Existen otros problemas en la fluidez del habla como tartamudeo (disfemia); trastornos miofuncionales, dificultades o deficiente desempeño en los músculos articulatorios; o, también, problemas en el proceso de deglución que le impiden al infante tragar.

Un adecuado análisis de la muestra del lenguaje permitirá remitir al estudiante con los profesionales para que reciba atención especializada, de manera temprana.

Al detectar cualquier dificultad fonética, el docente debe diseñar un plan de estimulación del lenguaje, que incluya ejercicios bucofaciales para la lengua, los labios y el paladar blando, según Rodríguez (2010) en estos casos es importante valorar:

  • Labios: la capacidad de presión, de movimientos lentos, de proyección y de sonreír.
  • Lengua: la posibilidad de movimientos laterales, de movimientos lentos verticales, de tensión, de relajación, de doblado, de colocación en puntos concretos (por ejemplo, sobre el paladar, bajo los incisivos o dientes superiores), de movimientos rápidos y de vibración.
  • Paladar blando: la capacidad de movimiento (Leiva 2013: 66-67).

También, es importante conocer el orden de aparición de los fonemas, según la edad de desarrollo del infante, para compararlo con la producción lingüística del estudiante en la muestra de lenguaje y elaborar el plan de estimulación fonética.

Leiva (2013: 61) presenta una lista de los fonemas adquiridos según la edad, por la mayoría de niños costarricenses, cita a Bedsole (2010), quien afirma que 90% de los niños han aprendido estos sonidos a la edad de:

  • 2 años: p, d, m, w, h, n
  • 3 años: t, b, k, g
  • 4 a 5 años: f, v, y
  • 5 a 7 años: s, z, j, l, r, ch

Con el objetivo de ampliar este material, se incluye una tabla del desarrollo fonético, propuesta por Madriz y Sibaja (2013: 158), que describe las emisiones más frecuentes, según la edad del niño.

Orden de aparición de los sonidos del lenguaje, documento descargable