Introducción

Las tecnologías de información y comunicación han cambiado notablemente el contexto en el que se desarrolla el ser humano en diferentes áreas y con mayor énfasis en el sistema educativo, ya que en el caso de las tecnologías móviles, las características de portabilidad, conexión y permanencia las hacen más atractivas e innovadoras para los sistemas educativos.


Según menciona Aretio (2002:20): "La Educación a Distancia se basa en un diálogo didáctico mediado entre equipo docente y estudiante que, ubicado en un espacio diferente al de aquél, aprende de forma flexible, independiente y colaborativa". Por tanto, desde un punto de vista social y pedagógico, y contrario al concepto tradicional de enseñanza, el m-learning se orienta al aprendizaje colaborativo, flexible, espontáneo e informal y se basa en la resolución de problemas haciendo que el individuo que aprende sea más crítico y reflexivo.


Los dispositivos móviles, que fueron diseñados para la comunicación, han producido un cambio de paradigma en el sistema educativo en general. De acuerdo con Cantillo, Roura & Sánchez (2012: 3), "El dispositivo móvil fue un instrumento concebido inicialmente para la comunicación,  sin embargo, el ser humano lo ha reinventado para utilizarse en la enseñanza como una herramienta didáctica, reconceptualizando y recontextualizando términos hasta ahora considerados absolutos, como eran la distancia y la movilidad". Esta afirmación da origen a las principales características de los dispositivos móviles, por un lado, la ubicuidad, en la que se aprende desde cualquier momento y lugar, y por otro lado, la adaptabilidad o flexibilidad de estos dispositivos gracias a la conexión.