Actualmente, las tecnologías se han extendido a todas las áreas de la sociedad, por ejemplo, en el ámbito laboral, en el hogar, en la vida personal, llegando a casi todos los rincones del planeta. Esto incluye también al sistema educativo, ya que en los últimos años, los gobiernos se han preocupado por dotar a los centros educativos, en todos los niveles, de recursos digitales; y por capacitar al profesorado sobre cómo aprovechar estos recursos para realizar tareas diarias y para mejorar el proceso de aprendizaje en sus estudiantes.
Según Pisanty, Enríquez, Chaos-Cador & García (2010: 5), el término m-learning aparece “a finales de la década de los años 90. En esta época el uso de las agendas electrónicas en educación se visualizaba ya como una realidad”. Estos mismos autores, establecen que en "Europa en el año 2001 estaba arrancando el proyecto m-learning (http://www.m-learning.org/archive/index.shtml) el cual inició con la intención de apoyar a jóvenes que habían abandonado los estudios para mejorar en ellos habilidades matemáticas y de lectura, que les fueran útiles en su vida en general e impulsar así el desarrollo de materiales abiertos para la educación que sirviera para toda la vida. El propósito fundamental de este proyecto radicaba en poder dotar de herramientas a estos jóvenes que habían desertado".
Fue así que se expandió la idea a varios países del mundo, los cuales han querido invertir tiempo en investigar sobre el proceso de aprendizaje apoyado con tecnologías móviles como por ejemplo: uso de celulares, iPods, computadoras portátiles y tabletas en el área educativa.
El concepto de m-learning se refiere al aprendizaje que se lleva a cabo mediante el uso de dispositivos móviles: computadoras portátiles, tabletas, lectores MP3, teléfonos inteligentes (smartphones) y los teléfonos móviles, que pueden utilizarse para aprender en cualquier momento y lugar de una forma efectiva y sin depender de ciertos limitantes como los que ofrece la educación tradicional.
Las tecnologías móviles permiten el acceso a un amplio número de recursos de aprendizaje como sistemas de referencia, bibliotecas digitales, bases de datos, búsqueda de contenidos, aplicaciones, paquetes multimediales y otros sistemas de comunicación inmediata que diversifican las posibilidades cognitivas y expresivas de los estudiantes.
El aprendizaje móvil ha ido permeando, con mucho éxito, el ambiente de aprendizaje, ya que es personalizado, portátil, cooperativo, interactivo y contextualizado, además que presenta características particulares diferentes al aprendizaje tradicional.
El m-learning hace énfasis en el acceso al conocimiento en el momento adecuado, ya que la construcción de conocimiento puede realizarse en cualquier lugar y en todo momento, de esta forma, los dispositivos ayudan al aprendizaje formal e informal y poseen un enorme potencial para transformar las expectativas educativas, tal y como se señala (Elphick, Winston 2002), democratizando el proceso de enseñanza aprendizaje, se convierte en la solución para acabar con gran parte de las barreras y deficiencias de un modelo educativo tradicional que, cada vez más, se está quedando obsoleto ante las necesidades e intereses de la comunidad escolar.
Gracias a los dispositivos móviles, ya no es necesario estar en un lugar determinado o en un momento preciso para aprender; el tener conexión y acceso a diferentes aplicaciones, funciones o servicios hace posible que se pueda aprender en la casa, en trenes, en hoteles o en el parque; por lo que el proceso de aprendizaje se personaliza y adapta a las necesidades y disponibilidades de cada estudiante.
Hoy es posible comunicarse de manera casi instantánea haciendo que, por ejemplo, un estudiante reciba realimentación de su profesor cuando efectúa una consulta, o teniendo información básica sobre un determinado tema que se está buscando, a la vez que pueden realizar comentarios a los aportes de sus pares.
El aprendizaje móvil le ayuda al estudiante a mejorar sus capacidades como leer, analizar, comunicarse, reflexionar, escribir, redactar, realizar cálculos, interactuar con pares y con expertos, así como reconocer las capacidades que tiene. Para el profesor, es posible diseñar actividades de aprendizaje con el uso de tecnología móvil que permita a los estudiantes participar en espacios de comunicación, investigar temas, colaborar con sus iguales y resolver problemas, entre otros.
Por las características que tienen los dispositivos móviles, los individuos que los utilizan en el procesos de aprendizaje suelen ser mucho más productivos, ya que consultan información, interactúan y crean productos, por lo anterior, son más reflexivos y críticos en sus procesos de producción (Johnson, L. 2013).
Las tecnologías multimedia e inalámbricas, así como los dispositivos móviles son eficientes herramientas que proporcionan al estudiante información de interés de acuerdo a sus necesidades.
Los dispositivos móviles son utilizados por los estudiantes fuera del aula para aprender en su tiempo de estudio y en su tiempo libre, desarrollando una mayor conciencia de lo que se aprende. Por lo general, utilizan aplicaciones para actualizarse, conocer otro idioma, recrearse y profundizar en temas de interés, por ejemplo, deportes, astronomía, manualidades, arte y música. Independientemente de lo expuesto (Robles, Fontalvo, & Guerra, 2012) señala que no todos los contenidos de aprendizaje sirven para desarrollarse utilizando aprendizaje móvil y que se deben seleccionar cuidadosamente las herramientas que se desean aprovechar. Una parte importante de los contenidos de un programa de estudio deben trabajarse de manera tradicional y solo aquellos recursos que no requieran constante realimentación, que sean breves, de corto alcance para ser revisados en poco tiempo por parte del profesor, o bien que puedan ser almacenados en la memoria de un dispositivo portátil podrán usarse con dispositivos móviles.
Cuando se utiliza la tecnología móvil, los aprendizajes, por lo general, se dan por medio de la resolución de problemas o retos cotidianos y del desarrollo de determinadas habilidades. De la misma manera se puede aprender al aire libre porque al ser inalámbrica, permite la movilización entre diferentes contextos. Se generan oportunidades de aprendizaje más significativas, interactivas, auténticas y contextualizadas para los aprendices y entre los miembros de una comunidad de aprendizaje, por lo anterior se aprende de forma diferente a lo que se propone en un modelo tradicional, en el que el estudiante es un simple repositorio de datos, pasando ahora a un proceso de aprendizaje centrado en un estudiante activo y dinámico.
Las experiencias de aprendizaje individual o grupal pueden ser incentivadas utilizado los diferentes dispositivos móviles.
Aprovechando la conexión que se tiene por medio de los dispositivos móviles, en los últimos años se ha presentado una característica que tiene que ver con un aprendizaje colaborativo, en el cual los “grupos de redes sociales” se han popularizado. Hoy en día es común ver cómo los profesores o los estudiantes de una misma zona intercambian experiencias o lecciones aprendidas sobre la puesta en práctica de determinado tema curricular con sus colegas o pares, manteniendo una comunicación más efectiva, inmediata y horizontal. Muchos estudiantes desde la comodidad de su casa se conectan mediante el dispositivo móvil, con el cual establecen relaciones con sus pares para resolver retos propuestos por sus profesores, o bien buscan expertos en la Web con quienes interactúan y de quienes aprenden nuevos conocimientos.
El proceso de aprendizaje que se apoya con tecnologías móviles hace énfasis en que el estudiante sea el protagonista de su accionar, por lo tanto, adquiere un rol activo. Al utilizar los dispositivos móviles en el proceso de enseñanza aprendizaje, los estudiantes pueden manipular de forma activa la información, construir con ella y compartirla según sus propias formas de interpretación. Los estudiantes pasan de tener un rol pasivo, al ser simples receptores de información, a un aprendizaje más activo, en el que se involucran de forma significativa en diferentes actividades con procesos del pensamiento de orden superior como análisis, síntesis y evaluación.
El modelo educativo basado en el uso de dispositivos móviles se ha desarrollado desde hace varios años en muchos países, sustentado en varias teorías de aprendizaje ya existentes como el conductismo y el constructivismo. Es el caso del modelo de Sheperd citado por Jiménez (2015); quien define tres usos del m-learning:
Ayuda previa al proceso de aprendizaje
Antes de que suceda el aprendizaje formal, utilizando los diagnósticos, así se pueden crear evaluaciones diagnósticas y de esta manera es posible conocer el perfil de entrada del estudiante. Una herramienta que se puede utilizar es el formulario de Google docs, el cual es gratuito y permite incorporar items de diferente tipo.
Apoyo al estudiante
(En diferentes niveles del sistema educativo), por ejemplo, para preparar los exámenes y para repasar conocimientos de temas impartidos, limitándose únicamente al abordaje de contenidos.
Práctica para el proceso de aprendizaje
Tales como solución a problemas cotidianos o resolución de casos. Para realizar simulaciones o utilizando emuladores de situaciones reales.
Según lo señalado anteriormente, el aprendizaje apoyado con dispositivos móviles puede utilizarse en diferentes momentos del proceso e independientemente del momento en que se decida utilizar o aprovechar las características de estos dispositivos. Además, deben planificarse las actividades y estrategias de evaluación que se utilizarán con el único fin de cumplir el objetivo propuesto.
También es importante señalar la clasificación propuesta por Naismith, Lonsdale, Vavoula & Sharp (2005) que brinda un marco de referencia de la teoría del aprendizaje para cada tipo de aplicación:
A menudo en las aplicaciones de m-learning se representan problemas cotidianos donde la solución está conducida o guiada, es decir, se dirige al alumno a una posible solución, y se debe ofrecer realimentación por parte del experto en contenidos o profesor.
El estudiante construye su propio conocimiento sobre ideas nuevas y conocimientos previos o experiencias vividas. Las aplicaciones móviles ofrecen esquemas de virtualización de contextos y brindar herramientas que permiten administrar dicho conocimiento, así como métodos de búsqueda de información relevante al problema planteado que permite la construcción del conocimiento.
Tiene mucha semejanza con el constructivismo, sin embargo, varía en que los escenarios que se presentan al estudiante no son simulados, sino reales (aprendizaje basado en problemas reales). En ese sentido, las aplicaciones móviles pueden detectar el contexto donde estén inmersos y presentar información adecuada, permitiendo que el aprendizaje sea más vivencial y atractivo para el alumno.
Los dispositivos móviles utilizan la interacción social para facilitar el proceso de aprendizaje. El aprendizaje colaborativo, ya sea por medio de una computadora portátil o un dispositivo móvil, hace énfasis en que el aprendizaje puede venir de algún compañero de clase, es decir, de un par y no necesariamente del profesor, el cual también aprende en conjunto con el estudiante.
Muchos expertos proponen actividades asistidas por los dispositivos móviles a lo largo de un curso que no son de carácter obligatorio, sino más bien optativo y, por lo tanto, permiten la libre elección por parte del estudiante, que aprende a su propio ritmo.
La tecnología móvil permite medir el grado de avance en las prácticas realizadas o acceder a la información de un estudiante para informar el avance de su progreso en un curso determinado, permitiéndole al padre de familia estar informado del estado actual del proceso de enseñanza de su hijo, e invitándole a participar de actividades que le permitirán reforzar conocimientos o adquirir otros nuevos.
Independientemente del tipo de aprendizaje que se quiera desarrollar, las tecnologías móviles permiten el acceso a un amplio rango de recursos, incluyendo sistemas de referencia, bibliotecas, bases de información, expertos de contenido, aplicaciones informáticas, paquetes multimedia y otros sistemas de comunicación que diversifican las posibilidades cognitivas y expresivas de los estudiantes en todo momento y lugar, sin embargo, el uso de estas tecnologías tiene sus ventajas y desventajas.
Realizando una búsqueda en documental en Internet, se encuentra coincidencia en algunos autores como Rabajoli (2007), Velásquez (2014) y Pimienta (2015), los cuales señalan que algunas de las ventajas del uso de dispositivos móviles en el proceso de enseñanza aprendizaje son:
Por otra parte, existen desventajas del uso de dispositivos móviles en el proceso de enseñanza aprendizaje, que se han mencionado por autores como los citados por Velásquez (15 expertos en educación cuentan los pros y contras del uso del móvil en el aula, 2014), algunas de ellas son: