Por años, la humanidad ha aprovechado los beneficios de la tecnología para mejorar su calidad de vida. Pero sólo recientemente han surgido soluciones que pueden ser implantadas o que funcionan como prótesis. Históricamente, las tecnologías aplicadas han carecido de la capacidad de comunicar información interna del cuerpo humano utilizando internet. La revolución digital empieza a manifestarse mediante opciones de este tipo, las cuales abren el espacio para la exploración y discusión.
En el 2005, la Organización Mundial de la Salud publicó el informe sobre el número alarmante de enfermedades crónicas en el mundo: “de 58 millones de muertes en el mundo, 35 millones son el resultado de enfermedades crónicas. Son la principal causa de muerte en adultos, se espera que crezca 17% en los próximos 10 años”. Según este informe, las personas que padecen una o varias enfermedades crónicas toman varios medicamentos diariamente para enfrentarlas. (World Health Organization, 2005)
Las complicaciones asociadas el monitoreo de información como la efectividad de los medicamentos, la nutrición, la actividad física y otros aspectos del paciente, fueron la base para el desarrollo del sensor ingerible Proteus.
Según la empresa Proteus Digital Health, en su sitio de internet, desarrollaron un producto ingerible que integra sensores para facilitar la administración de medicamentos a personas con enfermedades crónicas. Este producto obtuvo la autorización de la FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU.) en el 2012 y crea una nueva categoría de productos tecnológicos para la atención de la salud.
El sensor se integra en la píldora, esta se ingiere y cuando llega al estómago y entra en contacto con los fluidos estomacales lo comunica. El sensor emite una señal que es transportada por el tejido corporal hasta el parche que la persona tiene colocado en su piel. Esa información se combina con otra información de comportamiento como la posición del cuerpo, actividad física y signos vitales. El resultado es una serie de recomendaciones que aparecen en la aplicación del paciente o de quien este autorice.
La frecuencia de administración de los medicamentos, la forma en que interactúan, la respuesta fisiológica, la relación con la actividad física, entre otros análisis, son la fuente de la optimización y personalización del tratamiento. Según la Organización Mundial de la Salud (2017), las enfermedades crónicas continúan ocupando las primeras causas de muerte en el mundo y llama la atención por el crecimiento de estos padecimientos en los países de bajo y medio ingreso.