2 Rafael Francisco Osejo

Busto de Rafael Francisco OsejoEducador y político de origen nicaragüense. Nació en la comunidad indígena de Subtiabá, Nicaragua, en 1790. En Nicaragua, también, inicia sus estudios en Filosofía, propiamente en el Seminario Conciliar de León, donde se acerca a las ideas liberales y nacionalistas que vertebraron las transformaciones políticas, económicas y sociales de la Europa del siglo XVIII y del siglo XIX, y que, en la América colonial, se reflejan en las demandas políticas y económicas, las cuales culminarán con la promulgación de la Constitución de Cádiz en 1812.

Sobre la importancia del Seminario Conciliar de León en la propagación del liberalismo y las ideas republicanas en toda Centroamérica, Álvarez (2021) afirma lo siguiente:

El liberalismo llegó a Nicaragua antes que a Costa Rica. El Seminario Conciliar de León fue un verdadero receptor de las ideas avanzadas del siglo. Allí se formaron en la ideología liberal, tanto los costarricenses que viajaban a esa ciudad a realizar estudios superiores, como los nicaragüenses (Bachiller Osejo, Toribio Argüello, etc.) que arribaron al país a diseminar la nueva semilla ideológica. Entre el Seminario de León y la Casa de Enseñanza de Santo Tomás se estableció un puente de influencia liberal en Costa Rica, la Casa se constituyó en un bastión de las causas democráticas. (párr. 14)

En abril de 1814, se traslada a San José, contratado por el Ayuntamiento, para impartir lecciones de Filosofía en la recién fundada Casa de Enseñanza de Santo Tomás. En ese caso, al mes de haberse instalado, es nombrado rector y permanecerá en el puesto hasta 1815; continuará unido a esta institución tanto como catedrático de Filosofía y docente de primeras letras, clases en las que los estudiantes aprendían a leer, escribir y contar.

Será durante el desempeño de estas funciones que Rafael Francisco Osejo publica en 1830, su libro Breves lecciones de aritmética, destinado al uso de sus propios estudiantes; este texto se considera el primer libro publicado en Costa Rica. El carácter de Osejo revela su compromiso con la formación de las personas de aquella Costa Rica que recién iniciaba su vida independiente. Sobre este primer libro, Zelaya, citado por Ruiz (1994), revela que:

Una vez impreso, fue vendido a aquellos alumnos que disponían de medios suficientes para comprobarlo. Los estudiantes indígenas lo recibieron en forma gratuita, y los otros alumnos más pobres, lo compraron a un precio más reducido; gracias a la autorización solicitada en tal sentido, por el bachiller Osejo al gobierno. (párr. 10)

Del mismo modo, según Minniti (2005), gracias al bachiller Osejo se introducen los primeros conceptos formales de astronomía en suelo costarricense: “Poseía una biblioteca donde destacaban obras científicas, entre ellas de dicha ciencia, aspecto que lo facultó para enseñar sus conocimientos elementales” (pp. 2-3).

Su vida en la gestión pública inicia desde 1819, cuando es designado miembro del Tribunal Consular; en 1820, fue nombrado asesor jurídico del Ayuntamiento de la Villa de Ujarrás, y en 1821, el Ayuntamiento de Cartago lo nombra parte de la Junta de Salubridad. Ese mismo año, al declararse la Independencia, se convocó a una Junta de Legados de los Pueblos y fue nombrado representante por el pueblo de Ujarrás. Estas juntas debían decidir la organización política-administrativa de Costa Rica a partir de entonces.

Si bien la credencial de Osejo para participar de las juntas se anulará más adelante, las decisiones que allí se tomaron influirán en sus posteriores acciones y le valdrán el título de prócer de la Independencia de Costa Rica.

Pero el odio y la mala voluntad que le profesaban los miembros del Ayuntamiento de Cartago, actuaron hasta lograr, por medio de presiones y amenazas, que el Ayuntamiento de Ujarrás le revocara la credencial otorgada. Esto constituyó indudablemente, una gran desilusión para el bachiller, lo que explica que se mantuviera por algún tiempo, alejado de las lides políticas y dedicado exclusivamente a sus actividades particulares. (Zelaya, s. f. párr. 9)

Posterior a su destitución, en 1822, Osejo se traslada a los Montes del Aguacate, donde se dedicará por espacio de un año a la explotación minera. Sin embargo, los acontecimientos que sucederían a partir de 1823 lo traerán de vuelta a San José, sitio donde encabezará a las fuerzas que promulgaban la adhesión de Costa Rica a “La Gran Colombia” y participará en la Guerra de Ochomogo, al lado de los republicanos, bajo el mando de Gregorio José Ramírez.

En marzo de ese mismo año, es elegido diputado por el Congreso Provincial Constituyente, que declarará la separación de Costa Rica del Imperio Mexicano el 8 de marzo de 1823. Una semana más tarde lo eligieron diputado de Costa Rica, por parte del Congreso Provincial, y presidente del Triunvirato. Su presidencia durará apenas nueve días, porque fue depuesto y perseguido por todo San José. Considérese este acontecimiento, quizá, como el primer golpe de Estado en el país.

Después de estos primeros años convulsos de Costa Rica, cuando Osejo incluso fue encarcelado, lo eligieron procurador síndico por San José en 1828 y, posteriormente, diputado por Ujarrás; bajo este cargo, promoverá la Ley Aprílea, que separa a Costa Rica de la Federación Centroamericana de 1829 a 1831.

Pese a esta vida plena de incidentes políticos y personales, continuará estudiando y, en 1829, obtiene el Bachillerato de Derecho Civil de la Casa de Enseñanza de Santo Tomás, donde volverá a ejercer la docencia en la cátedra de Filosofía hasta su renuncia en 1831. Renuncia que efectúa para participar como diputado por la provincia de Alajuela.

Durante este periodo, será promotor de la Ley de la Ambulancia, que buscaba la rotación de la capital entre las distintas provincias de la entonces República Federal de Costa Rica. Con el cargo de diputado, también contribuirá en la promulgación de la Ley de Obligatoriedad de la Educación Primaria en 1832.

Además, en 1833, lo nombran en el cargo de magistrado suplente de la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica. Un año más tarde, lo eligen diputado del Congreso Federal Centroamericano. Aquí, una vez más, su credencial fue anulada, por lo que se aleja de la vida política de Costa Rica para destacarse como diputado federal por Nueva Segovia y León hasta 1837. Fue jefe político en San Salvador y comisionado de Nicaragua en Honduras en 1847, donde finalmente muere en 1848.

Pese a las traiciones que vivió permanentemente en suelo costarricense, Osejo sentía un gran cariño y admiración por este país, en su segundo libro publicado, Lecciones de Geografía (1833), el político y educador de origen nicaragüense describe a Costa Rica así:

Sus habitantes pacíficos y laboriosos han procurado aprovechar las coyunturas favorables que les ha presentado la providencia, y así que cuando los demás Estados de la República y aún la mayor parte de las nacientes naciones de América se han estado devastando y decayendo del grado de esplendor que tenían. Costa Rica fija la vista en los acaecimientos, relaciones y consecuencias de estos y en sus propias fuerzas y recursos, con admiración de todos de un modo ejemplar no sólo se ha conservado ilesa en medio de las convulsiones políticas y de la hoguera de la anarquía, sino que levantándose del anonadamiento ha corrido en pocos años (puede decirse) una centuria y ha conseguido un nombre respetable y hacerse lugar en el Catálogo de los Pueblos sensatos. (p. 86)

Rafael Francisco Osejo es nombrado Benemérito de la Patria el 30 de setiembre de 1833; no obstante, una vez más la envidia y el odio hacia este mestizo de origen humilde se hicieron presentes, pues el acuerdo se anuló pocos días después. Sobre esta deuda del pueblo de Costa Rica, Pedro Pérez Zeledón, citado por Zelaya (s. f.), menciona:

Es evidente que Costa Rica no ha solventado su deuda de gratitud para con el introductor de las luces al país, el fogoso tribuno y el sesudo hombre de estado: hoy casi nadie recuerda a Osejo: pero esa deuda no ha prescrito, ni puede prescribir: y entendemos que es tiempo de traerla al recuento de nuestras obligaciones preferidas. (párr. 21)

Desde el 2006, se encuentra en trámite la revisión de un merecido benemeritazgo, por su compromiso por la educación costarricense, su pensamiento, sus acciones nacionalistas y republicanas; tal y como lo expresó: “la idea y el deseo de la libertad de Costa Rica y de que se dictase sus leyes han agitado mi corazón desde antes de la independencia de España” (Álvarez, 2021, párr. 29).

Referencias bibliográficas

Álvarez, O. (11 de agosto de 2021). Rafael Francisco Osejo, patriota, prócer y benemérito de la patria. La Revista CR. https://www.larevista.cr/oscar-alvarez-rafael-francisco-osejo/

Lara, R. (2010). Liberalismo y nacionalismo en la Europa del siglo XIX.

Proyecto CLIO, (36), 1-16. http://clio.rediris.es/n36/oposicones/tema55.pdf

Minniti, E. (2005). José Rafael Osejo Maestro de la Astronomía Costarricense. Apuntes de Astronomía latinoamericana. https://historiadelaastronomia.files.wordpress.com/2016/09/osejo.pdf

Osejo, R. F. (1993). Lecciones de geografía en forma de catecismo. Universidad Autónoma de Centro América.  UACA.

Ruiz, A. (ed.). (1994). Historia de las matemáticas en Costa Rica. https://www.centroedumatematica.com/aruiz/libros/Historia_MatematicasCR/Capitulo1/Capt01_04.html

Zelaya, C. (s. f.). Rafael Francisco Osejo. En Diccionario biográfico electrónico de la Real Academia de la Historia. https://dbe.rah.es/biografias/58436/rafael-francisco-osejo.

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