31 Fernando Lara Bustamante

Busto de Fernando Lara BustamanteAbogado y político costarricense. Artífice del proyecto de Ley de la Abolición del ejército, diputado en cinco periodos, presidente de la Asamblea Legislativa y ministro de Relaciones Exteriores.

Nace en la provincia de San José el 12 de enero de 1911, hijo de Ernesto Lara Iraeta y Ángela Bustamante Castro, quien muere cuando Fernando tenía apenas 10 años. Por lo tanto, él y sus cinco hermanos quedaron bajo el cuidado de su padre y abuela. Luego, al morir ambos, y recién casado, se hará cargo de la crianza de sus hermanos.

Con respecto a la elección de Fernando Lara por el derecho y la política, el estudio de su biografía revela que no fue casual, puesto que su familia paterna estuvo ligada a la política nacional desde el siglo XIX. Por su parte, su abuelo materno fue un importante juez y magistrado. Con estos antecedentes, inicia la carrera jurídica en 1930 en la Escuela de Derecho.

En esta casa de estudios, conocerá a su amigo Eladio Trejos, con quien en 1933 funda la revista Jurisprudencia, la cual se mantendrá en circulación por varios años; tiempo después, fundan el Partido Demócrata, financiando ellos mismos su campaña a la diputación. Esta amistad los llevará, también, a abrir su consultorio jurídico, apenas un año después de graduarse ambos, el bufete ubicado cerca del Parque Central de San José se mantendrá en funciones hasta 1970.

De estos primeros años, data su participación en la política nacional, siendo aún estudiante y defensor de los principios liberales que cobijaban a la Generación del Olimpo; sentía, además, una profunda admiración por Ricardo Jiménez Oreamuno, quien, en la campaña de 1931, se enfrentaba para un posible tercer mandato. Al respecto, Sáenz (2011) relata que “El joven Lara, que cumplió veinte años de edad en enero de 1931, era un gran admirador de don Ricardo y fundó y dirigió un grupo denominado Unión Jimenista de Estudiantes de Derecho, que apoyaban la candidatura del ex Presidente” (p. 16). En compensación, quizás, el ahora tres veces presidente de Costa Rica, le nombra agente principal de policía de San José.

Al finalizar su cargo en 1937, el entonces presidente León Cortés Castro, lo nombra oficial mayor de la Secretaría de Educación Pública; será el mismo presidente quien, para las elecciones de diputados de 1941, apoyará a Fernando y a su amigo Eladio; de esta forma, resultaron finalmente elegidos para su primer periodo como legisladores.

Durante su primer periodo como diputado, se opondrá a la Reforma de Ley de Elecciones, que, pocos años después, encabezaría las causas de la Guerra Civil del 48 en el país. Durante su segundo periodo como diputado, don Fernando revelará una vez más su visión progresista al ser uno de los principales promotores de la Ley de Servicio Civil, así como un proyecto de ley que buscaba reconocer los derechos políticos a la mujer, este fue votado negativamente por el Congreso; “También propuso, y estuvo a punto de lograrlo, que se suprimiesen las partidas presupuestarias destinadas al ejército nacional, lo cual hubiera conllevado la supresión de esa institución” (Sáenz, 2011, p. 20).

Las actividades e intereses políticos de don Fernando se enlazaron con su vocación docente, por lo que, en 1940, fue nombrado profesor para las cátedras de Derecho Administrativo e Historia del Derecho en la Escuela de Derecho. Un año después, durante el Gobierno de Rafael Ángel Calderón Guardia, cuando se funda la Universidad de Costa Rica, se convierte en uno de sus primeros docentes hasta 1952.

Posterior a los hechos del 48, y siendo reconocido como uno de los principales diputados opositores a la figura de Calderón Guardia, la Junta Fundadora de la Segunda República lo convoca para integrar la comisión que redactará la nueva constitución política. Esta comisión estuvo integrada, además de don Fernando, por Abelardo Bonilla Baldares, Manuel Antonio González Herrán, Rafael Carrillo Echeverría, Fernando Baudrit Solera, Rodrigo Facio Brenes, Fernando Fournier Acuña y don Eloy Morúa Carrillo.

Será como parte de la comisión que Fernando Lara plantea nuevamente su iniciativa acerca de la abolición del ejército. La idea fue respaldada por todos sus colegas y el mismo ministro de seguridad, Edgar Cardona. De esta forma, el 25 de noviembre de 1948, se acordó en pleno aceptar la reforma, anunciada unos días más tarde por el presidente de la Junta Fundadora, José Figueres Ferrer, frente al Cuartel Bellavista. Si bien la ley fue aprobada y anunciada, será hasta mayo de 1949 que se desarticule el ejército costarricense.

Pese a este logro y a que la Asamblea Nacional Constituyente cumplió con el objetivo de diseñar la nueva constitución, la junta rechaza el proyecto y acoge para discusión la reforma de la Constitución de 1871.

Finalizado el periodo establecido para la restitución del orden democrático, la junta abandona el Poder Ejecutivo y cede la presidencia a Otilio Ulate. Mientras tanto, don Fernando, será elegido para un tercer periodo consecutivo como diputado (1949-1953).

A inicios de ese año, el presidente Ulate lo designa canciller, “Al Canciller Lara le correspondió desarrollar una gestión muy activa en cuanto a la integración centroamericana y las relaciones de Costa Rica con los demás países del área” (Sáenz, 2011, p. 29).

Al finalizar el mandato de Otilio Ulate, don Fernando Lara fue considerado como un posible candidato a la presidencia; sin embargo, se unirá a las fuerzas de Mario Echandi y el Partido Unión Nacional, el cual le designará como postulante al congreso por un cuarto periodo (1958-1962). Con el triunfo de Echandi, Lara vuelve a la Asamblea Legislativa y, en esta ocasión, fue electo presidente del Congreso (1960).

En las elecciones de 1966, fue electo diputado por quinta vez; poco después el recién elegido presidente José Joaquín Trejos, lo designa ministro de Relaciones Exteriores. Sobre esta designación, el mismo Trejos (1999) relata que, en conversación con Mario Echandi, coincidieron ambos en pensar en Fernando Lara como nuevo canciller de la República:

Agradecí los términos del Expresidente Echandi, comenzamos a pensar en quién podría tener la honrosa posibilidad de sustituir su candidatura y de pronto, como si nos hubiéramos puesto de acuerdo muchos años antes, coincidimos en la persona ideal para ocupar el cargo de ministro de Relaciones Exteriores y Culto y su nombre, casi que lo dijimos en coro: don Fernando Lara Bustamante. Don Fernando era un caballero de sobrado prestigio, diplomático de nacimiento jurista de renombre. Al día siguiente conversé animadamente con don Fernando Lara, un ciudadano sobrio y honesto. Lo conocía bien, había sido un conciliador de cualidades naturales a lo largo de toda la campaña electoral. Su hija estaba casada con mi sobrino Ricardo Baudrit Trejos, precisamente quien, junto a Juan José —mi hijo—, tenía a cargo la pesada responsabilidad de nuestra empresa familiar. Por eso, entre otras cosas, don Fernando y yo teníamos buena amistad, además de que se había incrementado a lo largo de los últimos diez meses, en los que habíamos trabajado día y noche juntos. Don Fernando aceptó la Cancillería, y de inmediato nos ayudó a organizar la gira a Centroamérica y Panamá, que fue la única salida fuera del país que realicé siendo Presidente Electo.

Al día siguiente conversé animadamente con don Fernando Lara, un ciudadano sobrio y honesto. Lo conocía bien, había sido un conciliador de cualidades naturales a lo largo de toda la campaña electoral… teníamos buena amistad, además de que se había incrementado a lo largo de los últimos diez meses, en los que habíamos trabajo día y noche juntos. Don Fernando aceptó la Cancillería, y de inmediato nos ayudó a organizar la gira a Centroamérica y Panamá, que fue la única salida fuera del país que realicé siendo Presidente Electo. (pp. 238-239)

La última campaña electoral en la que participa fue la de 1981-1982, el mismo periodo en el cual apoya al expresidente don Mario Echandi Jiménez. Luego de la derrota de Echandi frente a Luis Alberto Monge, don Fernando se retira del ejercicio de su profesión y de la política. Así, logra pasar sus últimos años junto a su esposa, Ofelia Calvo Delgado, con quien se casó en 1932 y, además, tuvo sus ocho hijos y nietos. Muere el 16 de diciembre de 1984 en San José.

Su participación en la política fue siempre un apostolado, que al mismo tiempo disfrutó del placer de servir a su querida Costa Rica, con su creatividad y su enorme capacidad de diálogo, porque puso siempre su inteligencia al servicio de la Patria. Sus características más connotadas fueron su humildad y su honradez a prueba de todo, jamás uso el poder para su propio beneficio ni para el beneficio ajeno, y cuando fue necesario, depuso su interés personal al interés grupal y de la comunidad. (Biblioteca Nacional, Unidad de Investigación y Bibliografía, 2020, p. 11)

Por todos sus logros y trayectoria en la vida pública del país, fue nombrado Benemérito de la Patria el 8 de agosto del 2021, según Acuerdo N.º 6858-21-22.

Referencias bibliográficas

Biblioteca Nacional, Unidad de Investigación y Bibliografía, compilador. (2020). Fernando Lara Bustamante. Bibliografía. Biblioteca Nacional “Miguel Obregón Lizano”. http://sinabi.go.cr/biblioteca%20digital/bibliografia/bibliografias/Bibliografia%20Fernando%20Lara%20Bustamante.pdf

Proyecto de Constitución Política de la República de Costa Rica. (20 de marzo de 2015). [material en PDF]. El Espíritu del 48. Proyecto Constitución Política (articulado)-El Espíritu del 48 (elespiritudel48.org)

Sáenz, J. (2011). El canciller Lara. Homenaje a la memoria de don Fernando Lara Bustamante, en el centenario de su nacimiento 1911-2011. Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica.

Trejos, J. (1999). Por esfuerzo propio. http://josejoaquintrejos.com/Libros/Por_Esfuerzo.pdf   

 

Licencia

Galería de próceres de la educación y la cultura costarricense Copyright © 2025 by Universidad Estatal a Distancia. All Rights Reserved.

Compartir este libro