26 Clodomiro Picado Twight
Conocido como Clorito Picado, es uno de los científicos más prestigiosos de Costa Rica, reconocido por sus aportes en la investigación sobre los efectos de las mordeduras de serpientes que afectan a los trabajadores agrícolas costarricenses, demostró la eficacia de los sueros antiofídicos e impulsó su producción en suelo nacional.
Nació el 17 de abril de 1887 en el Municipio de Jinotepe en Nicaragua, donde habían contratado como docente a su padre, Clodomiro Picado Lara, quien era de origen español. Por su parte, su madre, Carlota Twight Dengo, era hija de un profesor de ciencias de origen escocés. No obstante, su familia era costarricense y volvió a Cartago en 1890, donde Clorito (nombre con el que se le conoce popularmente) desarrollará su gusto por la ciencia. Es también, en esta provincia, donde realizará sus estudios primarios y más tarde los secundarios en el Colegio San Luis Gonzaga, institución en la cual contratan al recién graduado como docente de Ciencias Naturales.
Sus aptitudes y méritos académicos le hicieron merecedor de una beca otorgada por el Congreso de Francia, por lo cual partió en 1908 a continuar sus estudios superiores en La Sorbona, París, donde se graduará en zoología y botánica. En la Universidad de París, obtiene el Doctorado en Ciencias Naturales en 1913. No contento con estos logros, ingresa al Instituto Pasteur de París y al Instituto de Medicina Colonial, lugar donde extiende su capacitación en el área de microbiología, inmunología y química clínica.
Luego de sus años de formación en Francia, regresa a Costa Rica en 1914 y asume de inmediato la Dirección del Laboratorio de Análisis Clínico del Hospital San Juan de Dios. Ahí entrará en contacto con numerosas enfermedades y trastornos que documenta e investiga. Sobre su estancia como director del mencionado laboratorio, José María Gutiérrez, profesor emérito en el Instituto Clodomiro Picado, y miembro de la Academia Nacional de Ciencias, describe lo siguiente:
Dr. Clodomiro Picado convirtió dicho laboratorio en un centro moderno de análisis clínicos, introduciendo el diagnóstico de laboratorio, de una manera permanente y consistente, en el medio hospitalario nacional. Su trabajo permitió implementar y adaptar una gran cantidad de métodos microbiológicos, serológicos, hematológicos y de química clínica para el diagnóstico de enfermedades. Así, el Dr. Clodomiro Picado fue el pionero de lo que sería la futura profesión de Microbiología y Química Clínica, desarrollada décadas más tarde en la Universidad de Costa Rica. (Gutiérrez, 2010, p. 1)
Esta experiencia, aunada a su minuciosa formación, permitió que desarrollara más de cien trabajos de investigación y libros sobre el hipotiroidismo, enfermedades infecciosas, la calidad de las aguas de consumo humano, búsqueda de nuevas terapias para diferentes dolencias y las mordeduras de serpiente ya reseñadas.
En los archivos del Hospital San Juan de Dios, se encuentran muchas de sus investigaciones inéditas. A propósito de estas, en 1999, dos doctores de la mencionada institución encontraron que Clorito Picado había investigado sobre las propiedades de la penicilina un año antes que Alexander Fleming, quien ganó el Premio Nobel de Medicina en 1945 gracias a su descubrimiento.
Este mito —que ha opacado los logros más significativos del Dr. Picado— obedece a que, durante sus investigaciones, utilizó hongos para el tratamiento de distintas enfermedades infecciosas. Al respecto, José María Gutiérrez, en entrevista para la BBC News Mundo, afirma que “El médico costarricense para intentar tratar infecciones como neumonía y la tifoidea trabajó con una sustancia extraída del género de hongos Saccharomyces, al contrario de Fleming que lo hizo sobre el género de Penicillium” (Smink, 13 setiembre 2020, párr. 37), por lo que no es correcto afirmar que Clorito Picado descubrió la penicilina.
Más allá de esta anécdota, lo verdaderamente importante es destacar su espíritu científico y su compromiso con la búsqueda de soluciones para los problemas de la Costa Rica de las primeras décadas del siglo XX, interesándose, incluso, por la fitoprotección al estudiar enfermedades y plagas de los principales cultivos del país tales como el café, el banano y el frijol. Siendo que hoy, en algunos ámbitos científicos, se le considera el primer fitopatólogo costarricense.
Además de todos los intereses descritos, sus inquietudes sociales y humanistas, lo llevaron a interesarse por temas más allá de la ciencia y la medicina, así lo describe Hilje (2002) al reconocer que:
en realidad, su compromiso fue mucho más allá. Su mente crítica y escéptica, sumada a su carácter irónico, fuerte, e incluso áspero, lo llevó a tomar, por escrito, posiciones valientes e indoblegables en temas de importancia social y económica, así como de política nacional e internacional; pero también hizo apreciaciones sobre arte y literatura, intereses que supo cultivar desde joven y que acrecentó en su contacto con la refinada cultura francesa, para convertirse así en un verdadero humanista y enciclopedista. (párr. 11)
Todas estas pasiones las combinó con la educación; por ese motivo, ejerció como docente en instituciones de secundaria y de educación superior.
En cuanto a su vida privada, se casó con la señora Margarita Umaña, con quien adoptó un hijo y, tras una prolongada enfermedad, murió el 16 de mayo de 1944.
En honor a sus aportes a la ciencia y la medicina de Costa Rica, llevan su nombre el Instituto de Educación de Turrialba, el Instituto Clodomiro Picado de la Universidad de Costa Rica, la Clínica del Área de Salud de Tibás, el principal auditorio de la Universidad Nacional en Heredia y los premios Nacionales de Ciencia y Tecnología.
En 1998, se emitió el billete de dos mil colones con su retrato. La Asamblea Legislativa le nombra Benemérito de la Patria, según Ley N.° 34 del 20 de diciembre de 1943.
En conmemoración de los 100 años de su nacimiento, su discípulo Luko Hilje (2002) escribió: “No fue, entonces, el científico timorato, presuntamente aséptico, tan común hoy, sino el hombre comprometido —en su amor y vocación por la verdad— con su ciencia y los problemas sociales de su tiempo, con la humanidad. Por eso fue que Clorito se hizo parte de la Patria” (párr. 14).
Referencias bibliográficas
Gutiérrez, J. (2010). Biografía Dr. Clodomiro Picado Twight (1887-1944). Acta Médica Costarricense, 52(1), 4-5. https://www.scielo.sa.cr/pdf/amc/v52n1/art01v52n1.pdf
Hilje, L. (2002). Clorito Picado como modelo de vida. Surcos Digital. https://surcosdigital.com/clorito-picado-como-modelo-de-vida/
Smink, V. (13 de setiembre de 2020). Quién fue Clodomiro Picado Twight y por qué algunos lo consideran el “verdadero” descubridor de la penicilina. BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/noticias-53953810