De acuerdo con (Guier Serrano & Quesada Castro, 2014), el desarrollo sostenible puede ser entendido como en “desarrollo sin restricción” o el “rendimiento continuo”, estos dentro de una gran gama de definiciones que se pueden encontrar. Se le conoce además como “un estilo de desarrollo constante que no retrocede”, o “aquel que puede mantenerse en armonía con el medio y ecológicamente amigable”
Con independencia de las definiciones, en su gran mayoría coinciden en que es un tipo de desarrollo en el que es deseable que se comprendan las tres dimensiones, es decir: que sea sostenido, sostenible y sustentable, razón de más para que no en pocos casos sean vistos como conceptos que son sinónimos.
Continua (Guier Serrano & Quesada Castro, 2014) indicando que la ecología, la que a su vez es fundamental para la sostenibilidad, tiene cuatro principios básicos, a saber:
Los mismos autores indican que existe una serie de principios que debe tenerse en cuenta si se desea garantizar un desarrollo sostenible, estos son:
La dimensión ética del desarrollo sostenible, de acuerdo con (Guier Serrano & Quesada Castro, 2014) debe basarse en los siguientes valores:
Responsabilidad
Solidaridad
Respeto por la diversidad cultural
Equidad o justicia social
Respeto a toda forma de vida
El tema del desarrollo sostenible ha sido ampliamente discutido y debatido y a pesar de ello, sigue habiendo diferencias abismales no solo de criterios sino en todo aquello relacionado con el nivel de responsabilidad que los países deben asumir de acuerdo con sus niveles de contaminación. Seguidamente se mencionan las principales convenciones y estrategias internacionales para el desarrollo sostenible.
A nivel nacional, también destacan políticas y estrategias sobre el manejo de los recursos naturales y el desarrollo sostenible, entre ellos:
El componente ambiental es estratégico dentro del desarrollo sostenible y este a su vez tiene una política que se basa en principios, dentro de los que destacan:
Políticas y compromisos
Planificación
Implantación
Medición y evaluación
Revisión y mejoras
La organización del turismo sostenible, tiene diferentes niveles tanto a escala nacional como internacional. Así, a nivel internacional se han desarrollado diversas cumbres cuyos objetivos siempre han versado sobre el turismo sostenible, entre ellas:
Los anteriores son solo algunos ejemplos, pues conforma pasa el tiempo más común es ver cumbres cuya temática versa en un alto porcentaje sobre el turismo sostenible, pues cada vez con más naciones y destinos que ven en esta forma de hacer turismo, una que puede ser implementada y dar resultados positivos para las naciones.
Conforma pasa el tiempo se tienen declaraciones, cartas, códigos y otros, que, sin ser mandatorios, en buena medida dictan cómo debería estar comportándose el turismo sostenible en aras que siga evolucionando no solo en su concepto sino también en la aplicación que este tiene, destacando los siguientes:
La Carta del Turismo Sostenible
Los Criterios Globales del Turismo Sostenible
Código Ético del Turismo Mundial
Declaración de Quebec sobre el Ecoturismo
Ya propiamente en Costa Rica, indican (Guier Serrano & Quesada Castro, 2014), citando al Instituto Costarricense de Turismo, que “la consolidación del modelo de turismo sostenible, precisa la redefinición de una serie de estrategias que permitan hacer más competitivo el destino, darle una mayor valor agregado al producto e impulsar junto con el sector privado y los gobiernos locales una serie de estrategias dirigidas a lograr mayor diversificación de productos”
Los esfuerzos que existen en el país, tanto públicos como privados, para promover y posicionar el turismo sostenible son bastos. Seguidamente se esquematizan los más relevantes:
Iniciativas públicas:
Iniciativas privadas:
Tal como se desprende, existe una amplia oferta de organizaciones en Costa Rica, las que a pesar de que representan a un subsector muy específico del gran sector turístico, todas, sin excepción, han hecho de la sostenibilidad una razón para tratar de ganar adeptos, conseguir más afiliados vía capacitación y sensibilización en esa área y profesando principio de la sostenibilidad como parte de sus misiones, visiones, objetivos estratégicos y valores organizacionales.
Lo anterior, lejos de entenderse como demagogia organizacional, es la mejor muestra del alineamiento que todo el sector turístico tiene con la sostenibilidad. Hemos aprendido como sector, que la única forma de hacer turismo, hacer que la sostenibilidad sea vivida como una forma de ser, no para ganarse un galardón o ser beneficiados en publicaciones u otros tipos de exposición, sino porque en realidad entendemos que el turismo en Costa Rica o es sostenible para que prevalezca en el tiempo o tendría sus días contados.
Los esfuerzos del Instituto Costarricense de Turismo no están solos, se acompañan de acciones específicas del sector privado, de muchas empresas, que con o sin una certificación comprenden la importancia de que su producto sea sostenible o bien un alto componente de él lo sea. A ello se suman los esfuerzos que desde la Academia se dan, incluyendo cada vez más de estos conceptos dentro de las mallas curriculares, sensibilizando así desde las primeras etapas de formación universitaria a los futuros tomadores de decisiones en materia de turismo sostenible y desarrollo sostenible.
De acuerdo con (Guier Serrano & Quesada Castro, 2014), el desarrollo sostenible puede ser entendido como en “desarrollo sin restricción” o el “rendimiento continuo”, estos dentro de una gran gama de definiciones que se pueden encontrar. Se le conoce además como “un estilo de desarrollo constante que no retrocede”, o “aquel que puede mantenerse en armonía con el medio y ecológicamente amigable”
Con independencia de las definiciones, en su gran mayoría coinciden en que es un tipo de desarrollo en el que es deseable que se comprendan las tres dimensiones, es decir: que sea sostenido, sostenible y sustentable, razón de más para que no en pocos casos sean vistos como conceptos que son sinónimos.
Continua (Guier Serrano & Quesada Castro, 2014) indicando que la ecología, la que a su vez es fundamental para la sostenibilidad, tiene cuatro principios básicos, a saber:
Los mismos autores indican que existe una serie de principios que debe tenerse en cuenta si se desea garantizar un desarrollo sostenible, estos son:
La dimensión ética del desarrollo sostenible, de acuerdo con (Guier Serrano & Quesada Castro, 2014) debe basarse en los siguientes valores:
Responsabilidad
Solidaridad
Respeto por la diversidad cultural
Equidad o justicia social
Respeto a toda forma de vida
El tema del desarrollo sostenible ha sido ampliamente discutido y debatido y a pesar de ello, sigue habiendo diferencias abismales no solo de criterios sino en todo aquello relacionado con el nivel de responsabilidad que los países deben asumir de acuerdo con sus niveles de contaminación. Seguidamente se mencionan las principales convenciones y estrategias internacionales para el desarrollo sostenible.
A nivel nacional, también destacan políticas y estrategias sobre el manejo de los recursos naturales y el desarrollo sostenible, entre ellos:
El componente ambiental es estratégico dentro del desarrollo sostenible y este a su vez tiene una política que se basa en principios, dentro de los que destacan:
Políticas y compromisos
Planificación
Implantación
Medición y evaluación
Revisión y mejoras
La organización del turismo sostenible, tiene diferentes niveles tanto a escala nacional como internacional. Así, a nivel internacional se han desarrollado diversas cumbres cuyos objetivos siempre han versado sobre el turismo sostenible, entre ellas:
Los anteriores son solo algunos ejemplos, pues conforma pasa el tiempo más común es ver cumbres cuya temática versa en un alto porcentaje sobre el turismo sostenible, pues cada vez con más naciones y destinos que ven en esta forma de hacer turismo, una que puede ser implementada y dar resultados positivos para las naciones.
Conforma pasa el tiempo se tienen declaraciones, cartas, códigos y otros, que, sin ser mandatorios, en buena medida dictan cómo debería estar comportándose el turismo sostenible en aras que siga evolucionando no solo en su concepto sino también en la aplicación que este tiene, destacando los siguientes:
La Carta del Turismo Sostenible
Los Criterios Globales del Turismo Sostenible
Código Ético del Turismo Mundial
Declaración de Quebec sobre el Ecoturismo
Ya propiamente en Costa Rica, indican (Guier Serrano & Quesada Castro, 2014), citando al Instituto Costarricense de Turismo, que “la consolidación del modelo de turismo sostenible, precisa la redefinición de una serie de estrategias que permitan hacer más competitivo el destino, darle una mayor valor agregado al producto e impulsar junto con el sector privado y los gobiernos locales una serie de estrategias dirigidas a lograr mayor diversificación de productos”
Los esfuerzos que existen en el país, tanto públicos como privados, para promover y posicionar el turismo sostenible son bastos. Seguidamente se esquematizan los más relevantes:
Iniciativas públicas:
Iniciativas privadas:
Tal como se desprende, existe una amplia oferta de organizaciones en Costa Rica, las que a pesar de que representan a un subsector muy específico del gran sector turístico, todas, sin excepción, han hecho de la sostenibilidad una razón para tratar de ganar adeptos, conseguir más afiliados vía capacitación y sensibilización en esa área y profesando principio de la sostenibilidad como parte de sus misiones, visiones, objetivos estratégicos y valores organizacionales.
Lo anterior, lejos de entenderse como demagogia organizacional, es la mejor muestra del alineamiento que todo el sector turístico tiene con la sostenibilidad. Hemos aprendido como sector, que la única forma de hacer turismo, hacer que la sostenibilidad sea vivida como una forma de ser, no para ganarse un galardón o ser beneficiados en publicaciones u otros tipos de exposición, sino porque en realidad entendemos que el turismo en Costa Rica o es sostenible para que prevalezca en el tiempo o tendría sus días contados.
Los esfuerzos del Instituto Costarricense de Turismo no están solos, se acompañan de acciones específicas del sector privado, de muchas empresas, que con o sin una certificación comprenden la importancia de que su producto sea sostenible o bien un alto componente de él lo sea. A ello se suman los esfuerzos que desde la Academia se dan, incluyendo cada vez más de estos conceptos dentro de las mallas curriculares, sensibilizando así desde las primeras etapas de formación universitaria a los futuros tomadores de decisiones en materia de turismo sostenible y desarrollo sostenible.