Introducción
El mercado turístico puede definirse como la confluencia de la oferta y la demanda de productos y servicios turísticos. La oferta consiste en los recursos con los que cuenta un determinado destino o lugar, conformados en los distintos productos y servicios dispuestos para atraer visitantes. En contraparte, la demanda turística está integrada por quienes buscan productos turísticos para satisfacer sus necesidades según las motivaciones que tengan para viajar, ya sea ocio, negocios, estudios y otros motivos.
Por lo tanto, el mercado turístico es el rubro económico que engloba a todas las empresas y organizaciones que comercializan productos y servicios vinculados a los viajes, así como los potenciales consumidores de estos. La peculiaridad del mercado turístico también alcanza las distintas formas de comercialización, pues tanto oferentes como demandantes residen en lugares diferentes, lo que hace que los intermediarios (agencias y tour operadores) tengan un papel preponderante y determinante en el proceso de comercialización. Aunado a esto, existe una multiplicidad de posibilidades para poder conectar directamente con el consumidor, sin limitación de espacio, tiempo o distancia, propiciada por el uso tecnologías de la información y las comunicaciones.
Dinámica de mercadeo turístico
Fuente: Elaboración propia
Demanda turística
Está compuesta por los visitantes a un determinado lugar. Esto incluye los excursionistas (aquellos que solo visitan por el día) y los turistas (quienes pernoctan al menos una noche en el lugar). Ambos están sujetos a factores de fluctuación de demanda, tales como: las motivaciones que animan a viajar, su condición económica, los cambios demográficos y sociales, la mejora tecnológica, factores políticos, de planificación y ecológicos, seguridad, etc.; así como los factores propios del mercado (derivados de su relación con la oferta), información, disponibilidad de productos turísticos, etc.
Oferta turística
Constituye los elementos que atraen al turista a un destino determinado y satisfacen todas sus necesidades, sean estos los atractivos turísticos, la planta turística (conjunto de empresas relacionadas con el sector), la infraestructura pública, los medios de transportes y los elementos institucionales sobre los que se desarrolla. Todo esto se conjunta en las propuestas específicas de productos y servicios turísticos para que el visitante disfrute del lugar.
Intermediación e información
Uno de los aspectos a destacar en los mercados turísticos es la incertidumbre que tiene que afrontar el consumidor acerca de las características del producto, pues normalmente el turista adquiere el producto sin conocer exactamente sus características, basándose en las propuestas de promoción y ventas de los oferentes o las valoraciones subjetivas de quienes han visitado el destino con anterioridad. Por ello, la participación de los intermediarios (cadena de distribución) y los mecanismos de información son un componente fundamental del mercado turístico.
La activación de la distribución turística se organiza a partir de la intervención de los distintos agentes empresariales que intermedian y crean valor uniendo la oferta (productores) y la demanda (consumidores) de los servicios turísticos. Este es el caso de los agentes de viajes, los operadores mayoristas, los tour operadores, los portales de viajes, los tour desks de las aerolíneas, así como de otros medios de transporte, y, más recientemente, los Sistemas de Distribución Global (GDS) y los Sistemas de Distribución de Internet (IDS).
El mercado turístico puede definirse como la confluencia de la oferta y la demanda de productos y servicios turísticos. La oferta consiste en los recursos con los que cuenta un determinado destino o lugar, conformados en los distintos productos y servicios dispuestos para atraer visitantes. En contraparte, la demanda turística está integrada por quienes buscan productos turísticos para satisfacer sus necesidades según las motivaciones que tengan para viajar, ya sea ocio, negocios, estudios y otros motivos.
Por lo tanto, el mercado turístico es el rubro económico que engloba a todas las empresas y organizaciones que comercializan productos y servicios vinculados a los viajes, así como los potenciales consumidores de estos. La peculiaridad del mercado turístico también alcanza las distintas formas de comercialización, pues tanto oferentes como demandantes residen en lugares diferentes, lo que hace que los intermediarios (agencias y tour operadores) tengan un papel preponderante y determinante en el proceso de comercialización. Aunado a esto, existe una multiplicidad de posibilidades para poder conectar directamente con el consumidor, sin limitación de espacio, tiempo o distancia, propiciada por el uso tecnologías de la información y las comunicaciones.
Dinámica de mercadeo turístico
Fuente: Elaboración propia
Demanda turística
Está compuesta por los visitantes a un determinado lugar. Esto incluye los excursionistas (aquellos que solo visitan por el día) y los turistas (quienes pernoctan al menos una noche en el lugar). Ambos están sujetos a factores de fluctuación de demanda, tales como: las motivaciones que animan a viajar, su condición económica, los cambios demográficos y sociales, la mejora tecnológica, factores políticos, de planificación y ecológicos, seguridad, etc.; así como los factores propios del mercado (derivados de su relación con la oferta), información, disponibilidad de productos turísticos, etc.
Oferta turística
Constituye los elementos que atraen al turista a un destino determinado y satisfacen todas sus necesidades, sean estos los atractivos turísticos, la planta turística (conjunto de empresas relacionadas con el sector), la infraestructura pública, los medios de transportes y los elementos institucionales sobre los que se desarrolla. Todo esto se conjunta en las propuestas específicas de productos y servicios turísticos para que el visitante disfrute del lugar.
Intermediación e información
Uno de los aspectos a destacar en los mercados turísticos es la incertidumbre que tiene que afrontar el consumidor acerca de las características del producto, pues normalmente el turista adquiere el producto sin conocer exactamente sus características, basándose en las propuestas de promoción y ventas de los oferentes o las valoraciones subjetivas de quienes han visitado el destino con anterioridad. Por ello, la participación de los intermediarios (cadena de distribución) y los mecanismos de información son un componente fundamental del mercado turístico.
La activación de la distribución turística se organiza a partir de la intervención de los distintos agentes empresariales que intermedian y crean valor uniendo la oferta (productores) y la demanda (consumidores) de los servicios turísticos. Este es el caso de los agentes de viajes, los operadores mayoristas, los tour operadores, los portales de viajes, los tour desks de las aerolíneas, así como de otros medios de transporte, y, más recientemente, los Sistemas de Distribución Global (GDS) y los Sistemas de Distribución de Internet (IDS).