Pedagogía Universitaria para la educación a distancia
Unidad 4. Jugando con las figuras: la persona tutora y la tutoría en la UNED
La persona tutora en la UNED

Para llevar a cabo sus funciones con éxito, las personas tutoras de la UNED están llamadas a cumplir, en la medida que les sea posible, con las características y funciones tutoriales que comentamos en los apartados anteriores. Sin embargo, en la UNED contamos con algunas funciones específicas, las cuales se detallan en el documento institucional llamado “Manual de puestos”, dentro de la categoría “profesor universitario”. Veamos:

Figura 3. Funciones de personas tutoras en la UNED
Figura 3. Funciones de personas tutoras en la UNED

Asimismo, dicho manual rescata como competencias necesarias de las personas tutoras la iniciativa, la motivación al logro, la preocupación por el orden y la calidad, la integridad, el conocimiento institucional, el sentido de urgencia, la comunicación oral y escrita, el liderazgo, el trabajo en equipo, la creatividad y la innovación, el aprendizaje, el juicio, el pensamiento analítico, el autocontrol, la adaptabilidad, la disciplina, las relaciones interpersonales, la investigación crítica de la realidad educativa, la planificación y organización y por último, la ética.

Paralelo a las funciones generales anteriormente descritas, el documento “Cómo diseñar y ofertar cursos en línea”, elaborado por el Programa de Aprendizaje en Línea (PAL) y el Programa de Apoyo Curricular y Evaluación de los Aprendizajes (PACE); propone una serie de funciones más específicas para las personas tutoras de entornos virtuales (donde, como veremos más adelante, se pueden llevar a cabo tutorías a distancia). Dichas funciones dependen en gran medida del porcentaje o peso que se le da a la virtualidad en cada asignatura. Acá las presentamos:

Tabla 3. Tareas del(la) tutor(a) virtual de la UNED

Nivel básico
Procesos Actividades de la persona tutora
Programación
Se trata de elaborar la propuesta de la asignatura o curso tal y como va a ser presentada en el entorno virtual.
Incorporar en el documento «Orientaciones del curso» (guía de actividades del período académico que se entrega al estudiantado en la matrícula) la presentación del curso; especificar el grado de virtualidad y el uso de herramientas de la plataforma tecnológica implementada.
Elaborar el programa del curso y el cronograma de actividades por desarrollar.
Seleccionar las lecturas opcionales.
Incluir foros de consulta.
Digitalizar materiales o lecturas y ofrecer las direcciones URL.
Valorar que las acciones anteriores guarden coherencia con el plan de estudios.
Colocar el programa dentro del entorno virtual.
Curso activo
Es aquel en el cual se utilizan las herramientas de la plataforma como medio para la comunicación y la información.
Atender, cada dos días, las consultas del grupo de estudiantes que son realizadas mediante los foros de consulta y el correo electrónico.
Publicar el programa del curso en la plataforma.
Publicar avisos y calendario.
Colocar lecturas opcionales.
Sistematizar los siguientes resultados: uso que hacen los estudiantes de la plataforma tecnológica, cambios y aportes en el proceso de aprendizaje.
Nivel intermedio: interacción básica
Procesos Actividades de la persona tutora
Programación
Incluye todas las actividades del nivel básico más las siguientes:
Incluir foros de consulta.
Colocar el programa dentro del entorno virtual.
Diseñar temas y dinámicas para uno o más foros de discusión.
Elaborar diferentes instrumentos para evaluar los aprendizajes del curso.
Curso activo
Incluye todas las actividades del nivel básico más las siguientes:
Colocar enlaces a sitios en Internet.
Moderar pedagógicamente no menos de dos foros.
Usar el correo electrónico como medio para comunicaciones específicas.
Utilizar las herramientas de la plataforma para la evaluación de los aprendizajes del curso.
Potenciar el desarrollo de destrezas metacognitivas (capacidades de los procesos del pensamiento) en el estudiantado.
Resolver las contingencias académicas y técnicas.
Promover el análisis y la reflexión crítica.
Nivel avanzado: interacción significativa
Procesos Actividades de la persona tutora
Programación
Incluye todas las actividades del nivel básico más las siguientes:
Digitalizar materiales o lecturas y ofrecer las direcciones URL.
Diseñar tareas, proyectos y trabajo colaborativo en línea.
Crear colecciones de recursos.
Curso activo
Incluye todas las actividades del nivel básico más las siguientes:
Propiciar la participación efectiva de todo el grupo de estudiantes matriculados en el curso.
Moderar pedagógicamente al menos tres foros.
Brindar la tutoría mediante el uso de la plataforma.
Tramitar, revisar y calificar las tareas en línea.
Moderar y guiar no menos de un trabajo en grupos virtuales.
Crear elementos o nuevas entradas en las bibliotecas de recursos (espacios o repositorios con archivos de materiales, en diversos formatos, pertinentes al curso).
Evaluar los resultados logrados en el curso y en los estudiantes.
Fuente: elaboración propia con base en PAL y PACE (2008, pp. 21-26).

Ahora bien, como decíamos en apartados anteriores, las funciones de las personas tutoras y cómo estas se reparten y distribuyen depende, en gran medida, de la gestión y estructura de cada institución de educación. En el caso específico de la UNED, las personas tutoras (y el personal académico en general) deben organizar sus tareas, según lo establece el documento “Sistema de asignación de tiempos de la actividad académica”, en el cual se indica que la actividad académica está conformada por tres campos: la docencia, la investigación, la extensión y la gestión (áreas sustantivas comentadas en la unidad 2). Lo anterior quiere decir que las personas académicas de la UNED deben tener, dentro de sus tareas, tiempo asignado para cada una de estas áreas (a excepción del área de gestión, la cual es exclusiva de personas directoras o encargadas de cátedra o programa).

En este sentido, de acuerdo con dicho sistema, “será el Director o Directora, jefe (a) o coordinador (a), quien hará la propuesta de asignación del tiempo, en forma discrecional, de acuerdo con la naturaleza y las necesidades de la unidad académica” (UNED, 2008, p. 9). Veamos cómo se distribuyen:

  • Docencia: integrada por la planificación, la producción de materiales y el desempeño docente. Cada una de estas actividades comprende un conjunto de acciones:
  1. Planeamiento: incluye el diseño curricular de carreras y cursos, la elaboración de cursos en línea y la planificación de proyectos y unidades didácticas.
  2. Producción de material didáctico: elaboración o modificación de unidades didácticas, elaboración de antologías y guías de estudio y preparación de otros materiales didácticos.
  3. Desempeño docente: planificación y facilitación de tutorías, aplicación de exámenes, elaboración de instrumentos de evaluación, reuniones de coordinación, revisión de trabajos finales de graduación, entre otros.
  • Investigación: incluye el trabajo en los diferentes proyectos de investigación, así como en proyectos educativos innovadores según cada disciplina o área de conocimiento.
  • Extensión: trabajo en proyectos de extensión, acción social o extensión comunitaria.

Recuerde:

La persona encargada de cátedra es quien debe facilitarle la información sobre cómo se distribuirán sus asignaciones académicas y sobre el tiempo que tendrá para cada una de las áreas.

Para conocer con más detalle las tareas y tiempos sugeridos para cada actividad, le invitamos a leer el documento completo:

La tutoría en la UNED

Anteriormente, hemos indicado que la particularidad de la educación a distancia radica en que la docencia es mediatizada; es decir, que se da por medio de diversos materiales y recursos didácticos que se elaboran para hacer llegar el mensaje pedagógico a las personas estudiantes, quienes decidirán en qué momento y con qué frecuencia los utilizarán para su autoestudio y autoaprendizaje. En estos casos, la interacción de cada estudiante se da con dichos materiales y recursos.

Ahora bien, en este apartado nos interesa enfocarnos en la interacción que tiene el estudiantado directamente con las personas tutoras, a lo que se le conoce como ‘tutoría’. Así pues, de manera general, una tutoría es un apoyo ofrecido por la institución educativa para el estudiantado, con el fin de orientar, motivar y facilitar contenidos. Siguiendo a Láscaris-Conmeno (2007),

En el año 2003, la Vicerrectoría Académica establece una Comisión que define la tutoría en la UNED como un recurso didáctico (formativo, pedagógico) de carácter voluntario, cuyo propósito es el de facilitar los procesos de aprendizaje del estudiante. Plantea la Comisión que esta actividad se planifica sistemáticamente, que es bidireccional, sincrónica o asincrónica, y que se lleva a cabo utilizando diferentes medios de comunicación (p. 23).

Clasificación de la tutoría

En las universidades a distancia, las tutorías pueden ofrecerse de dos maneras: presencialmente o a distancia. A continuación, detallaremos un poco más en estos dos tipos, tal y como lo propone García Aretio (s.f.):

Tutoría presencial

Se define como la interacción o el encuentro presencial y sincrónico que ocurre entre la persona tutora y el estudiantado y entre estudiantes. El autor sostiene que en los sistemas de educación a distancia ha resultado bastante eficaz y conveniente combinar este tipo de tutoría con la tutoría a distancia (mejor aún si es virtual), a lo que actualmente se le conoce con el nombre de blended learning (o aprendizaje combinado).

De acuerdo con (García Aretio, s.f.), la eficacia de estos encuentros presenciales puede aumentar especialmente si se utilizan para los siguientes fines:

  • Realizar prácticas en laboratorios, talleres, organizaciones, instituciones, etc.
  • Mejorar las competencias verbales y psicomotoras, en caso de que se trate de prácticas de laboratorio, por ejemplo.
  • Motivar el desarrollo de actitudes y hábitos positivos de estudio.
  • Propiciar la estimulación entre el estudiantado.
  • Estimular el trabajo presencial en equipo.

Dentro de este tipo de tutoría, pueden encontrarse dos sub-tipos: la tutoría presencial individual y la tutoría presencial grupal. En el primer caso, el objetivo primordial es la motivación de la persona, así como la aclaración de dudas o resolución de problemas concretos, razón por la cual se considera que puede ser reemplazada por otro tipo de comunicación por diferentes medios.

El segundo caso, en cambio, es bastante más frecuente. Este tiene como fin el intercambio de inquietudes y conocimientos y la socialización y la interacción entre estudiantes. Además, estos encuentros resultan propicios para promover el trabajo colaborativo y la creación de redes humanas que permitan comenzar a desarrollar un sentido de pertenencia y una identidad grupal.

En la UNED, la tutoría presencial suele programarse quincenalmente; no obstante, la frecuencia también va a depender de las características de la asignatura, del grupo en cuestión y hasta inclusive de la disponibilidad de recursos de la institución. En nuestra universidad, la tutoría presencial, puede incluir los siguientes encuentros:

  • Tutorías en los centros universitarios
  • Grupos de estudio
  • Reuniones ocasionales

Sea cual sea el tipo de encuentro presencial que se realice, lo importante es que haya una planificación y programación previas (sobre todo si se trata de una tutoría obligatoria), de manera que realmente se justifique la realización de dicha tutoría. Lo anterior porque, siguiendo a García Aretio (s.f.), “cuando no se trata de sesiones presenciales de obligada asistencia (por ejemplo, prácticas obligadas), en la mayoría de los casos los sistemas virtuales sustituyen o deberían sustituir a más de una hora de viaje que supone el conectar personalmente con el tutor” (p. 252).

Justamente por lo que nos sugiere García Aretio en la cita anterior, es que en el siguiente video le proponemos algunas estrategias o recomendaciones a tomar en cuenta, si tiene dentro de sus tareas asignadas la facilitación de tutorías presenciales:



¿Sabe usted que son las semanas “A” y “B”?

Estas semanas son una forma de distribuir las diferentes asignaturas de la UNED, con el fin de organizar los horarios de las tutorías presenciales, la aplicación de exámenes y la entrega de tareas, de manera que se puedan evitar los choques de horarios entre los exámenes.

A raíz de esta distribución, las asignaturas también se han repartido en “asignaturas del bloque A” y “asignaturas del bloque B”. Para ilustrar, le presentamos la siguiente imagen, tomada de UNED (s.f.):

Es necesario aclarar que esta clasificación no aplica para las asignaturas que tienen un nivel de virtualidad avanzado (como vimos en la tabla 3), pues en estas, todos los recursos y actividades se desarrollan en la plataforma virtual, por lo que no hay tutorías presenciales ni aplicación de exámenes en centros universitarios.

Tutoría a distancia

Se entiende como la interacción que se da entre la persona tutora y el estudiantado, cuando estos se encuentran en espacios distintos, para lo cual se utilizan y aprovechan los diferentes medios tecnológicos de comunicación. Estas tutorías pueden ser:

  • Sincrónicas: por teléfono, por videoconferencia (videotutoría) o por plataformas virtuales (utilizando herramientas como el chat o Collaborate).
  • Asincrónicas: por fax, por mensajes en casillero de voz, por correspondencia, por radio, por cassettes, por correo electrónico, por plataformas virtuales.
Uno de los recursos que utiliza la UNED para ofrecer este tipo de tutorías o resolver consultas del estudiantado es el Programa de Apoyo Didáctico a Distancia (PAAD), para lo cual ofrece diversos medios de comunicación, así como un amplio horario de atención.

En este tipo de tutoría, interesa sobre todo recalcar las que se dan por medio de plataformas virtuales, las cuales conforman un espacio propicio para la interacción entre el estudiantado y la persona tutora. En el caso particular de la UNED, contamos con la plataforma Moodle.

De acuerdo con García Aretio (s.f.) hay varias ocasiones en las que las personas tutoras pueden ejercer la tutoría a distancia; por ejemplo, los mensajes (ya sean individuales o generales) de presentación y orientación inicial, las convocatorias a las sesiones (presenciales o virtuales), diferentes comunicaciones de avisos importantes, informaciones sobre documentos complementarios que puedan apoyar al estudiantado, dinamización y moderación de los diferentes espacios (de la plataforma o de otras herramientas virtuales) y por último, anuncios y recordatorios de fechas importantes.

Además de las anteriores, el autor menciona como otra forma de ejercer la tutoría, los diferentes trabajos, actividades y evaluaciones que deben ser realizadas por el estudiantado, pues muchas veces estos pueden ser el único medio de contacto entre la persona tutora y cada estudiante. Justo por lo anterior, es de suma relevancia que las respuestas por parte de las personas tutoras sean formativas, orientadoras, realimentadoras y motivadoras, de forma total que el estudiantado comprenda sus aciertos y puntos de mejora.

Condiciones para una buena tutoría

Para terminar, presentamos las características que debe tener la tutoría, independientemente del tipo que sea. Para esto, vamos a seguir lo propuesto por CECED (2008):

Figura 4. Características de la tutoría
  • Debe adecuarse a las condiciones, circunstancias de cada estudiante. También se refiere a que deben elegirse las estrategias según los temas en cuestión.
  • Debe responder a las necesidades del estudiantado oportuna y prontamente.
  • Debe estar a disposición del estudiantado durante todo su proceso de aprendizaje.
  • Debe despertar el interés permanente, para lo cual es necesario que el estudiantado la encuentre útil.
  • Las estrategias y recursos deben responder a las necesidades que plantee el estudiantado en relación con el logro de los objetivos.
  • Debe estar en concordancia con la filosofía de la educación de adultos: sus principios, técnicas y recursos.
Fuente: elaboración propia con base en CECED, 2008.

En esta cuarta unidad nos hemos dedicado a conocer un poco más a fondo sobre la tutoría en la UNED, y hemos visto cómo esta representa el contacto más directo que tiene el estudiantado con la institución, tomando en cuenta que regularmente la interacción que se da es con los materiales de estudio. En este sentido, podríamos decir que las tutorías son uno de los recursos mediante los cuales, en este caso, la UNED puede ofrecer una “educación a distancia sin distancia”, pues sean estas a distancia o presenciales, le permiten al estudiantado recibir las realimentaciones pedagógicas, así como la motivación necesaria en su proceso de aprendizaje.

Por esto, y por todo lo que hemos comentado en esta unidad, resulta primordial planificar y programar adecuada y oportunamente cada tutoría que se lleve a cabo, tomando en cuenta a la población estudiantil a la que se va a atender, sus características y posibilidades, así como sus avances y dificultades en el logro de los objetivos planteados.